Mazda MX-5 (2019) - Prueba | Información técnica

04/09/2018 |Fernando Ríos (@RiversChains)

El MX-5 modelo-año 2019 sigue estando disponible con dos motores de gasolina atmosféricos con inyección directa (1.5 y 2.0), ambos pertenecientes a la gama SKYACTIV-G. En esencia son los mismos motores que tenía el modelo anterior, pero Mazda los ha modificado profundamente (sobre todo el de 2,0 litros) para que cumplan con la normativa europea de emisiones Euro 6D Temp y para que la entrega de potencia sea más rápida y lineal.

2.0 SKYACTIV-G 184 CV:

El motor de mayor potencia de la gama MX-5 es el que más modificaciones recibe, lo que redunda en un rendimiento netamente superior: ahora tiene 184 CV a 7000 rpm y 205 Nm a 4000 rpm (antes 160 CV a 6000 rpm y 200 Nm a 4600 rpm; ficha técnica comparativa). Para conseguir estos resultados, Mazda ha cambiado numerosos elementos: 

  • Con el objetivo de reducir el tiempo que pasa entre que el conductor pisa el acelerador y el motor comienza a generar fuerza, Mazda ha modificado la toma de admisión de aire haciéndola más grande y ha instalado una mariposa del acelerador de mayor diámetro.
  • Las fricciones internas del motor, así como las masas inerciales, son menores gracias a la instalación de pistonesbielas más ligeros (27 y 41 gramos cada uno, respectivamente). También se emplean segmentos asimétricos en forma de barril y contrapesos para el cigüeñal con una distribución distinta que, según Mazda, contribuyen a disminuir el peso y la fricción y a aumentar el régimen de giro (que ahora está fijado a 7500 rpm en lugar de a 6800).
  • La combustión es más eficiente y limpia debido al empleo de puertos de admisión comunes que rebajan la temperatura del aire que entra al motor y permiten un flujo del mismo mucho más intenso cuando se produce el encendido (el frente de llama se propaga con más rapidez). Además, la cabeza de los pistones tiene un borde superior redondeado que contribuye a reducir la cantidad de combustible que no se llega a quemar.
  • Los inyectores son distintos y, según Mazda, permiten mejorar la entrega de potencia y par a igualdad de revoluciones. La presión a la que inyectan el combustible es mayor (Mazda no ha dado el dato, pero en el Mazda6 es 300 bar) y además tienen un sistema de control dividido en tres fases tanto para bajas revoluciones como para cargas altas.

Adicionalmente, Mazda ha hecho pequeños cambios en el sistema de escape para que el sonido sea «más nítido y deportivo» (el silenciador principal es distinto y absorbe mejor las altas frecuencias) y en el volante de inercia bimasa, que es más ligero y, por lo tanto, permite subir de revoluciones más rápido.

Gracias a todos estos cambios, las prestaciones son mucho mejores que las del modelo anterior: el MX-5 con techo de lona puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanzar 219 km/h de velocidad máxima (7,3 s y 214 km/h en el MX-5 2.0 SKYACTIV-G 160 CV de la gama 2015; ficha comparativa). El consumo medio, en cambio, se mantiene en 6,9 l/100 km.

1.5 SKYACTIV-G 132 CV:

Aunque de menor entidad, el motor de menor potencia de la gama MX-5 también recibe algunas modificaciones. El rendimiento es prácticamente el mismo (da 132 CV a 7000 rpm y 152 Nm a 4500 rpm, es decir, 1 CV y 2 Nm más que en el modelo anterior; ficha técnica comparativa), pero según Mazda, la entrega de potencia es más agradable porque el nivel medio de par en todo el rango de revoluciones es superior (es decir, el motor está siempre más «lleno»).

Algunas de las modificaciones que ha sufrido son compartidas con el motor de mayor potencia:

  • Los inyectores tienen capacidad para inyectar combustible a más presión (de nuevo no tenemos el dato exacto) para mejorar la vaporización del combustible y evitar la detonación.
  • Los pistones tienen un borde superior redondeado para reducir la cantidad de combustible no quemado.
  • La fricción interna es menor gracias al uso de segmentos de pistones asimétricos con forma de barril.

En este caso, como el rendimiento es prácticamente idéntico al del modelo anterior, las prestaciones permanecen sin cambios (8,3 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 204 km/h de velocidad máxima). El consumo de combustible, en cambio, es más elevado: 6,3 l/100 km frente a 6,0 l/100 km.