Lexus LS 2018 | Impresiones del interior

18/12/2017 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

Para mi criterio, el interior del Lexus LS es acorde a su precio (desde 112 000 €). En este aspecto no creo que pueda defraudar a nadie. Lo es no solo por el confort que proporciona, sino también por sus ajustes precisos y, sobre todo, por los materiales de gran calidad que recubren todo el habitáculo: cuero, Alcantara, madera e, incluso, cristal se utilizan profusamente (salvo el cristal, que solo lo está en las puertas; es una opción que cuesta 14 500 €).

Hay tres tipos de cuero, ordenados de menor a mayor calidad: normal, cuero semianilina y L-anilina (un 30% más suave que el S-anilina; no sé si es cierta esa diferencia, pero sí que, efectivamente, es un material muy agradable al tacto). Los paneles de las puertas están tapizados de este material con dos estilos, uno normal (con el cuero liso con pespuntes) y otro con unos pliegues realizados a mano (imagen) que evoca a la técnica de plegado de papel llamada origami. La Alcantara se utiliza para tapizar todo el techo.

En las puertas hay piezas que pueden ser de madera (hay de seis tipos: Laser Cut Dark Wood, Black Shimamoku, Art Wood Organic, Herringbone, Laser Cut Special y Walnut) o de cristal. Este está tallado siguiendo la técnica artesanal Kiriko (imagen). Del volante (imagen), cuyo diámetro es 10 milímetros menor que el del LS anterior, hay dos variantes: tapizado en cuero y cuero con madera. Puede estar calefactado y su posición se ajusta eléctricamente.

El LS tiene cinco plazas, pero la central trasera es para salir de un apuro porque es incómoda. Las otras cuatro son excelentes para viajar en ellas, aunque se trate del conductor. Respecto a sus alternativas, es el que menos espacio ofrece para las piernas en las plazas traseras (tabla comparativa de mediciones del interior).

Las delanteras pueden tener ajustes neumáticos en distintas zonas — espalda, pelvis y caderas— para proporcionar mayor sujeción, además de los reglajes habituales (imagen). Algunos de los ajustes —siempre eléctricos— se realizan desde los mandos que hay en la base del asiento, mientras que el resto hay que hacerlo desde un menú de la pantalla, para lo cual hay que usar la superficie táctil que hay entre los asientos (imagen), un sistema que considero peor que otros (mandos giratorios y pantallas táctiles) porque es más difícil acertar con el elemento de la pantalla que se quiere seleccionar (en el caso de una persona zurda entiendo que será aún peor) y normalmente requiere desatender la conducción más tiempo. Las hebillas de los cinturones de estas plazas se elevan automáticamente 5 cm cuando el ocupante entra o va a salir del coche, para hacerle más sencillo enganchar o soltar el cinturón.

Los asientos traseros también pueden —según el nivel de equipamiento— ofrecer muchos ajustes para viajar más confortablemente. En el caso del lado derecho es posible reclinar su respaldo hasta 48 grados y colocar los pies sobre un reposapiés además de colocar el asiento delantero lo más adelantado posible, maximizando el espacio disponible para sus piernas, que podrá llevar estiradas sin que rocen con el respaldo si no mide más de metro ochenta (aproximadamente).

Los pasajeros de estas cuatro plazas pueden disfrutar de varios tipos de masaje, no solo en la espalda sino también en los glúteos y muslos. Además, pueden aliviar el calor activando el sistema de ventilación o calentarlos.

Todos los ajustes de los asientos traseros se realizan desde una pantalla colocada en el apoyabrazos central (imagen). No es extraíble, como la que utiliza BMW, y eso obliga a incorporarse ligeramente si se quiere utilizar cuando se va con el respaldo muy reclinado.  Esta pantalla tiene menús para manejar el climatizador trasero (es una unidad independiente del delantero), la iluminación (hay luces de lectura con dos niveles de intensidad), las cortinillas que reducen la cantidad de luz que entra por las ventanillas y la luneta (que también sirven para proporcionar más visibilidad) y el sistema multimedia, tanto lo que se reproduce por los altavoces del coche como lo que se ve por las pantallas individuales que hay en los respaldos delanteros (cuyo sonido se puede escuchar, bien por los altavoces o bien por unos auriculares).

Estos pasajeros disponen de un cajón tapizado bajo el reposabrazos, dos tomas de corriente USB en ese mismo hueco y una toma de 12 V en la consola, debajo de las salidas que hay del sistema de climatización (también hay aireadores en el piso del coche y en los pilares centrales, a una altura intermedia). También pueden usar sendas pantallas colocadas en los respaldos delanteros (imagen); su inclinación se ajusta desde la pantalla del reposabrazos. Un inconveniente de estas pantallas es que si el pasajero trasero derecho viaja tendido y ha plegado el asiento delantero para tener el mayor espacio posible para las piernas, la pantalla le tapa toda la visión de la carretera.

El equipo de sonido de serie en la versión Business es un Pioneer de 12 altavoces. En el resto hay uno de la línea Reference de Mark Levinson, con 23 altavoces y un amplificador de 16 canales. El sistema de audio también se utiliza para anular algunas frecuencias molestas (debidas a la rodadura) emitiendo una señal de fase inversa a la que se desea contrarrestar.

Además de las dos tomas traseras USB, hay otras dos delante pero no existe ninguna zona de recarga inalámbrica. Según Lexus, están esperando a desarrollar un sistema que sea compatible no solo con los teléfonos de Android sino también con los nuevos iPhone.

El climatizador de cuatro zonas tiene una función llamada «Conserje de climatización» que, mediante 16 sensores de infrarrojos, controla la temperatura en distintos puntos y coordina el funcionamiento automático del climatizador, la calefacción y ventilación de los asientos y el calentador del volante. 

El sistema de información proyectada sobre el parabrisas (Head-up Display; no disponible con el equipamiento Business) con indicaciones a color lo hace sobre una superficie muy grande (24 pulgadas; imagen) y sus indicaciones son claras. Semejante tamaño contrasta con lo pequeño del cuadro de instrumentos. Y en este caso creo que pequeño no es sinónimo de insuficiente, porque yo, al menos, no he echado en falta nada. Como en otros modelos de la marca, el LS cuenta con varios modos de conducción seleccionables mediante un mando circular situado junto al cuadro de instrumentos (imagen).

Los mandos tienen en general buen tacto como, por ejemplo, las ruedas para ajustar la temperatura del climatizador. El del equipo de sonido (imagen) es punto y aparte: su movimiento es simplemente delicioso.

El maletero tiene una boca de carga no muy grande, formas irregulares y solo 400 litros de capacidad (un Clase S híbrido tiene 530). Está enmoquetado por completo, incluso en la zona superior que no queda a la vista.