Jeep Compass (2017) | Impresiones de conducción

04/08/2020 |Carlos Fernández (@CarlosFP_77) y Fernando Ríos (@RiversChains)

Los dos motores Diesel de 2,0 litros del Jeep Compass se oyen con claridad desde el habitáculo cuando no han alcanzado su temperatura ideal de funcionamiento o cuando se acelera con intensidad, pero a ritmo sostenido y cuando están ya calientes pasan casi desapercibidos. El de menor potencia (2.0 Multijet 140 CV), que es el único al que le hemos medido las prestaciones, tiene fuerza suficiente para mover el coche con cierta soltura y permite adelantar con seguridad ocupando poco tiempo el carril contrario. Según mediciones propias ha necesitado 8,4 segundos para acelerar entre 80 y 120 km/h, un dato similar al que en su día obtuvimos con un Honda CR-V 1.6 i-DTEC 160 CV 4WD Aut. (8,2 s) o un Nissan Qashqai 1.6 dCi 130 CV 4x4 (8,4 s).

El consumo de combustible, en cambio, suele ser elevado y además muy sensible al tipo de uso que se le de al vehículo. Por vías de circunvalación y al ritmo del resto del tráfico es sencillo ver cifras cercanas a los 5,5 – 6,0 l/100 km el ordenador de viaje, pero en ciudad o, en general, siempre que es necesario utilizar toda la potencia del motor de manera frecuente, las cifras ascienden con facilidad a los 9,0 – 9,5 l/100 km. En nuestro recorrido de referencia, que transcurre por una autovía con numerosas pendientes durante 144 km y a una velocidad media real de 120 km/h, necesitó 7,0 l/100 km, una cifra superior a la que obtuvimos con muchos de sus rivales: 6,8 l/100 km el Honda CR-V 1.6 i-DTEC 160 CV 4WD Aut. y 6,5 l/100 km el Nissan Qashqai 1.6 dCi 130 CV 4x4 y en el Škoda Karoq 2.0 TDI 150 CV DSG 4x4. El SEAT Ateca 2.0 TDI 190 CV 4Drive DSG también consumió menos (6,6 l/100 km) a pesar de tener un motor notablemente más potente.

También hemos probado brevemente la versión Diesel de mayor potencia (Compass 2.0 Multijet 170 CV) y, aunque no hemos medido sus prestaciones, no parece que proporcione una aceleración acorde con la cifra de potencia declarada por el fabricante.

La caja de cambios automática de convertidor de par con nueve relaciones es satisfactoria porque realiza su función con suficiente rapidez en una conducción normal. Además, no produce pequeños tirones (que son relativamente habituales en otros coches con cambio automático de distinto tipo) al iniciar o detener la marcha, por lo que permite maniobrar con suavidad y precisión. Sin embargo, cuando se utiliza el modo manual (solo se puede cambiar de marchas a través de la palanca de cambios, no hay levas) la respuesta es lenta y no contribuye a agilizar la conducción. El sistema de encendido y apagado automático del motor en las detenciones, que es de serie en toda la gama Compass, funciona de manera correcta: no es el más rápido ni el más suave, pero cumple con su cometido sin resultar un estorbo.

El Compass no nos parece recomendable para quien considere prioritario el poder viajar de forma relajada y con mucho confort. Esto es porque la suspensión no consigue filtrar bien las pequeñas imperfecciones del asfalto y a los asientos se transmiten movimientos constantes en forma de pequeños rebotes. Esta percepción es más evidente en las versiones Trailhawk que en el resto, que parecen absorber un poco mejor los baches. Sin embargo, la insonorización del habitáculo sí parece buena. El tacto de conducción es bueno y permite llevar el coche con confianza y sentirse cómodo a sus mandos pero , en conjunto, un Nissan Qashqai o un SEAT Ateca resultan más confortables en un sentido general para viajar por vías asfaltadas.

En nuestras habituales maniobras en circuito, el Compass tuvo unas reacciones precisas, muy seguras y fáciles de controlar. La maniobra de esquiva la superó a 79 km/h, que es una velocidad muy elevada, gracias a que el control de estabilidad funcionó de manera muy eficaz y a que la dirección es bastante rápida. En el siguiente vídeo de nuestro canal de YouTube os explicamos más detalles sobre estos ejercicios.

La visibilidad hacia fuera desde el puesto de conducción es buena salvo en la zona de los pilares traseros porque son voluminosos. En cualquier caso no nos ha parecido un problema muy importante porque es sencillo acostumbrarse a sus dimensiones exteriores y además todos los Compass (salvo los que tienen el nivel de equipamiento más sencillo) llevan sensores de proximidad en la parte posterior del vehículo.

El Compass es sobresaliente entre sus alternativas por la capacidad que puede tener para circular fuera del asfalto. Durante la presentación del modelo a la prensa probamos los dos sistemas de tracción total en dos recorridos sin asfaltar organizados por la organización: uno para las unidades con nivel de equipamiento Limited y otro más difícil para las que se correspondían con el nivel Trailhawk. En ambos casos (con Active Drive y Active Drive Low respectivamente) la tracción es habitualmente en las ruedas delanteras y el sistema de acople del eje trasero es un embrague multidisco de accionamiento hidráulico (se activa cuando detecta pérdidas de tracción). En los dos sistemas, se puede forzar que el motor envíe fuerza a todas las ruedas pulsando el botón 4WD Lock.

El Compass Limited con el sistema Active Drive fue eficaz por las pistas de poca dificultad por las que transitamos. Sin embargo, hay que tener cuidado para no rozar los bajos con las piedras u otros obstáculos que sobresalen del suelo porque los ángulos de ataque y salida (16 y 32º respectivamente) no son excepcionales. Estos mejoran mucho en la versión Trailhawk debido a la mayor altura libre al suelo y a los parachoques recortados. Con ella ascendimos una pendiente considerable que tenía el piso muy roto y repleto de piedras que sobresalían hasta unos 30 cm de altura del plano inclinado. Utilizamos el modo 4WD Lock con la función que simula una reductora (4WD Low) activada y el Selec-Terrain en el modo Rock (exclusivo de esta versión); el coche subió sin ningún problema. Con esta versión también descendimos una pendiente similar utilizando el control de descensos, pero no resultaba muy útil a menos que la pendiente fuera muy pronunciada porque frenaba en exceso el coche y apenas permitía avanzar. A diferencia de lo que ocurre en otros modelos de todoterreno, no es posible modificar la velocidad de descenso con el acelerador.

Jeep ha desarrollado una aplicación para el sistema multimedia que denomina Jeep Skills y que muestra información relevante mientras se practica una conducción fuera del asfalto. Entre los elementos que se pueden consultar están el par motor y la potencia utilizados en cada instante (imagen) y el reparto de fuerza entre ambos ejes (imagen).