Jaguar S-Type 2.7D (2004) | El motor más suave y silencioso

04/10/2004 |Enrique Calle

Tiene un motor V6 Diesel de seis cilindros. Sin contar algunos V8 que no he conducido, éste me parece el motor Diesel más silencioso de todo el mercado. Para empezar, no tiene sonido a motor Diesel en ningún momento y tampoco tiene el sonido grave que tienen algunos motores V6 de gasolina cuando se acelera a fondo.

También es de los Diesel más suaves en el sentido de que no llegan vibraciones al interior casi en ninguna circunstancia, aunque algunas (mínimas) existen. Por ejemplo, en la versión con cambio manual se aprecian en la palanca de cambios cuando el motor está al ralentí y también se pueden apreciar unos ligerísimos temblores en el volante.

Después de conducirlo varios días, se montó una persona que se fija mucho en estas cosas y me dijo que el asiento tenia un levísimo hormigueo que no tienen muchos V6 de gasolina. Yo hasta el momento no lo había notado (es casi imperceptible), y estoy convencido que casi nadie reparará en ello.

La respuesta hasta 2.000 rpm no es poderosa, a partir de 2.500 rpm sí. Curiosamente, no le cuesta salir desde parado (como ocurre con muchos otros motores e este tipo), pero da poca aceleración hasta 2.000 rpm. A partir de unas 2.500 rpm, el motor es muy enérgico y sube con una rapidez de revoluciones y con una suavidad impropia de un motor Diesel. Tampoco estira mucho; lo mejor está hasta unas 4.300 rpm aunque puede llegar hasta unas 4.800 rpm.

En aceleración máxima (según nuestras mediciones) es el más lento entre sus competidores, lo cual no es muy importante en un coche de esta potencia, a no ser que se valoren especialmente las prestaciones.

Hemos medido la aceleración máxima de las dos versiones (manual y automática) y hay una pequeña ventaja para el manual.

Esta diferencia parece mucho más grande conduciéndolos que sobre el papel, algo que puede estar relacionado con que en nuestra medición característica de aceleración, cuando se comienza a medir la aceleración el coche ya va a plena carga y en la marcha adecuada.

La diferencia con un BMW 530d es grande y la que hay con un A6 3.0 TDI quattro tiptronic (este sólo se vende con caja automática), o con un Mercedes 320 CDI (204 CV) me parece poco relevante.

En la versión con cambio manual, la palanca de cambios tiene un punto intermedio entre marchas que es un poco duro. Me sorprendió al principio (sobre todo en un coche hecho para que todo funcione con poco esfuerzo por parte del conductor) pero me acostumbré en poco tiempo. Para quien conduzca cambiando rápidamente de marcha notará que el cambio es preciso y cuando se supera ese punto intermedio de dureza informa al conductor que la marcha ha entrado correctamente.

Tiene un desarrollo de transmisión en sexta velocidad corto: con un desarrollo de 54,2 km/h cada 1.000 rpm; por tanto, da la velocidad máxima en sexta a 4.245 rpm. Es muy raro que una berlina de este tipo con motor Diesel y cambio de seis velocidades alcance la velocidad máxima en sexta y por encima del régimen de potencia máxima (4.000 rpm). En este caso, un desarrollo así no me parece un inconveniente desde el punto de vista ni del consumo ni de la sonoridad; incluso a alta velocidad es extremadamente silencioso.

En el automático, por el contrario, coinciden el régimen de velocidad máxima con el de potencia máxima.

El cambio automático realiza los cambios con una enorme suavidad y una rapidez normal. Puede reducir marchas cuando se pisa rápidamente el acelerador, aunque no se llegue a accionar el interruptor del «kick-down». No tiene modo secuencial, carencia que puede ser parcialmente suplida eliminando marchas largas.

Para ello se desplaza la palanca selectora por el carril izquierdo de la guía en «J» del cambio, pero el paso entre unas posiciones y otras de la palanca es muy suave y resulta fácil saltar dos marchas por error.

El consumo en muy parecido con cambio automático o manual, y próximo al de sus rivales; si el consumo es el criterio principal de compra, prácticamente da igual uno u otro. En un recorrido con el setenta por ciento de carretera a un ritmo ligero, y treinta por ciento de ciudad, el consumo fue 9,1 l/100 km (8,9 según el ordenador). En este recorrido este recorrido, el consumo fue 8,3 litros (7,3 según el ordenador). El consumo máximo medido en carreteras lentas fue 16,7 litros (el ordenador marcaba 14,8).