Honda CR-V (2024) - Prueba | Impresiones del interior

14/09/2023 |Javier Moltó

El Honda CR-V es, por encima de todo, un coche confortable para los pasajeros. También lo es para el conductor, pero a nuestro juicio la diferencia principal con la mayoría de competidores radica en la comodidad para los pasajeros, en especial para los de los asientos posteriores. Este modelo solo está disponible con cinco plazas.

El primer factor que facilita la comodidad es el enorme grado de apertura de la puerta posterior. Esta gran apertura facilita muchísimo la colocación de un niño en su sillita o la entrada a personas con movilidad reducida, por ejemplo. Acercar bien la silla de ruedas a la puerta, para que la persona con dificultades para moverse tenga dónde agarrarse, es una ventaja comparativa imbatible para facilitar el acceso. En muchos coches, la puerta es un impedimento para acercar la silla de ruedas. En el CR-V la puerta, que se sitúa casi en perpendicular al costado del coche, es un facilitador de ese acceso, porque la persona que se levanta de la silla queda pegada a la puerta y al asiento. Esta característica, que ya se cumplía en el CR-V anterior (tenía un ángulo de apertura de 85 grados), se mantiene en el CR-V actual y es una excelente noticia.

La banqueta del asiento trasero no está muy cercana lateralmente a la puerta, porque el montante es grueso, pero está a buena altura para que las personas entre 1,60 y 1,90 metros se puedan dejar caer suavemente para que su culo se pose sin sobresalto en la banqueta. Subir las piernas e introducirlas posteriormente en el coche, con ayuda o sin ella, también resulta cómodo, porque el espacio entre la banqueta y el montante de la puerta es grande y un pie de hasta una talla de zapato del 45 (unos 30 centímetros) cabe perfectamente sin tener que hacer ningún tipo de contorsión.

La banqueta se puede mover a lo largo de 18 centímetros para configurar a voluntad el espacio (imagen). También es posible regular la inclinación de los respaldos posteriores (hay ocho posiciones), una propiedad que ayuda mucho a sentirse cómodo una vez sentado. La palanca que se utiliza para plegar los asientos, situada en el lateral de la banqueta (imagen), es la misma que se utiliza para regular la inclinación del respaldo. La regulación longitudinal se hace con otra palanca integrada en las esquinas de la banqueta (imagen), no con la típica barra bajo los asientos. Que sea así facilita moverlos desde fuera del coche.

Todo lo dicho sobre la comodidad de los pasajeros que van sentados en los asientos posteriores es única y exclusivamente para los dos que vayan sentados en las plazas laterales. La plaza central es incómoda. Un respaldo curvado, abultado y duro es capaz de convertir un trayecto largo en un suplicio. El túnel central apenas tiene relieve, por lo que no condiciona el movimiento para pasar de un lado al otro del asiento y tampoco para llevar los pies casi en cualquier posición. Los pies del pasajero posterior, una vez sentado, caben por debajo del asiento delantero, si la planta está apoyada en el piso, incluso si los ocupantes de delante sitúan la banqueta en la posición más baja. La altura de las banquetas posteriores es elevada, por lo que llevar la planta del pie plana sobre el piso puede resultar cómodo.

Los reposacabezas de las plazas posteriores, a diferencia de los anteriores, no son regulables en inclinación. Sí lo son en altura los cinturones (imagen), algo completamente inusual y que puede ayudar a que queden correctamente colocados dada la diferencia de estatura entre un niño de 1,35 metros (que ya puede ir sin sillita) o un adulto de 1,90. Dos aireadores centrales, dos conectores USB-C (imagen), espacios de buen tamaño situados en las puertas (imagen), calefacción para los asientos laterales (imagen), asideros en el techo (sobre las cuatro puertas laterales) y los elevalunas eléctricos son también parte de los detalles a disposición de los pasajeros de atrás, en la versión e:PHEV que hemos conducido.

La zona delantera del Honda CR-V es característica de Honda. Buenas terminaciones y remates, aspecto sólido. Ajustes cuidados y materiales de aspecto poco lucido, que desmejoran la impresión general del conjunto. Junto a ellos, una pantalla pequeña, con unos diseños que no cambian con el paso del tiempo (imágenes) le restan encanto a un coche cuyo precio quizá esté en consonancia con la calidad general del coche, pero no con su aspecto.

Los plásticos que recubren el salpicadero y las puertas están mullidos y tienen un tacto agradable, pero a la vista resultan espartanos. Las puertas tienen un aspecto más logrado que el salpicadero, incluso con esa malla con estructura hexagonal de panal de abeja que recubre el frontal de izquierda a derecha. Las salidas de aire quedan camufladas bajo ese enjambre de hexágonos (imagen).

Independientemente del aspecto de los menús y del tamaño de la pantalla, al igual que ocurre con el aspecto de los plásticos del salpicadero, el resultado es práctico y funcional. La pantalla tiene dos botones —botón del menú principal y el de regreso a la posición anterior «Back»— que hay que apretar para que respondan. No son táctiles (imagen). Resultan más fáciles de encontrar y de accionar. Honda no es una marca proclive a dejarse seducir por las modas. Prefieren ser redundantes, por ejemplo con la ruleta del volumen, que también puede ajustarse en el volante, que generar situaciones de incomodidad. Quizá no sea vistoso, quizá no siga la moda, pero funciona y es fácil de utilizar. Durante la prueba hemos experimentado problemas constantes con la utilización de Android Auto que se repitieron en otro modelo diferente de Honda a pesar de utilizar distintos teléfonos y cables.

El climatizador tiene sus propios botones bien separados de la pantalla (imagen). Las salidas de ventilación centrales no pueden cerrarse por completo, siempre fluye algo de aire. 

El volante (imagen) tiene un tamaño y grosor adecuados para nuestro gusto y se regula con suficiente amplitud como para encontrar una buena relación entre volante, asiento y pedales. Los asientos delanteros son susceptibles de ser calefactados y ventilados. También tienen ajustes eléctricos en los dos lados (imagen e imagen), con memoria en el del conductor (imagen). Los reposacabezas son regulables en altura e inclinación (imagen), para situarlos pegados y sin molestar a la parte posterior de la cabeza.

Los mencionados asideros en el techo (también para el conductor), las luces para lectura o para buscar algo durante la noche en el interior del coche, el accionamiento del techo solar y llamada de emergencia son los elementos situados por encima de las cabezas (imagen). Por debajo de los codos están los espacios para guardar objetos y botellas. Las bolsas de las puertas son de buen tamaño, así como el cajetín situado bajo el reposabrazos en la consola central (imagen). Los portabebidas de las puertas son adecuados para botellas de 1,5 litros. La guantera es pequeña y no está ni iluminada ni tapizada (imagen). Dos conectores USB, uno A y uno C,  un puerto para cargar el móvil por inducción y una toma de 12 voltios completan el conjunto (imagen).

El maletero del CR-V es grande (imagen), tiene un volumen de 586 litros, 89 más que el CR-V al que reemplaza. Bajo el piso no hay un espacio aprovechable en la versión e:HEV. Sin embargo, el CR-V e:PHEV sí tiene un hueco de 72 litros por debajo del piso (imagen). Es decir, que la versión e:PHEV tiene más maletero que la e:HEV, lo que es extraño porque suele ser al revés. La razón por la que sucede es porque en el e:PHEV, Honda ha movido la batería y otros componentes del sistema híbrido hacia delante, despejando esos 72 litros mencionados. En cualquier caso, en ambas versiones se puede incrementar el espacio de carga corriendo la segunda fila hacia delante, o bien, abatiendo los respaldos.

El maletero está bien terminado y tapizado, salvo la zona inferior de la bandeja en el e:PHEV, a cuyo aspecto no se le ha dedicado ni un minuto. Al plegar los respaldos de los asientos, operación que se realiza con facilidad, queda un desnivel entre el piso del maletero y la superficie de los asientos (imagen). En el maletero hay ganchos para colgar bolsas, luces, una toma de corriente de 12 V y argollas para sujetar bultos con sistemas de retención provistos de ganchos (mallas o pulpos).

La cortinilla enrollable no cubre todo el maletero cuando los asientos traseros van colocados en la posición más cercana a la vertical (imagen), que es la que más se va a utilizar dado que si se inclinan más son incómodos salvo para viajes largos, aunque solo sea por el esfuerzo que hay que hacer para incorporarse. Los cristales oscurecidos palian, al menos en parte, este posible problema.