Ford S-MAX (2010) | Impresiones del interior

14/03/2012 |Enrique Calle

El Ford S-MAX tiene cinco plazas y la posibilidad de añadir dos asientos auxiliares. Con siete plazas tiene tres filas de asientos. También como opción, puede llevar una bandeja en el suelo del maletero que se desliza 48 centímetros hacia fuera para facilitar la carga. Esta opción es incompatible con la tercera fila de asientos.

En configuración para siete plazas el volumen de maletero que queda es de 285 l. Suficiente para tres o cuatro maletas de las que caben en la cabina de un avión. En configuración de cinco plazas, el maletero mide 854 l de volumen que es mucho.

Algunas cotas de su interior son de las más grandes que hay en coches de este tipo, como el espacio longitudinal en la segunda fila de asientos (los ocupantes pueden ir con las piernas muy estiradas). Otras no lo son, como la anchura para los hombros; un KIA Carnival tiene más.

Cada una de las plazas de la segunda fila tiene una regulación longitudinal independiente de 15 cm, que viene bien para adelantarlas cuando se necesita que el espacio de carga sea muy grande o cuando en la última fila (si está instalada) viajan personas adultas (mediciones interiores).


En la segunda fila de asientos hay dos salidas de ventilación (los ocupantes pueden regular la cantidad de aire y su distribución, pero no su temperatura), situadas en los montantes entre las puertas delanteras y traseras, dos cajones bajo el piso y bolsas en las puertas.

Existen dos opciones para incrementar el confort y la sensación de privacidad en la segunda fila de asientos: cristales tintados y cortinillas enrollables de las puertas. Además, las plazas traseras pueden tener un sistema de «entretenimiento» con DVD.

La tercera fila de asientos no es especialmente confortable, aunque puede se útil para utilizarlas frecuentemente en desplazamientos cortos, porque no hay mucho sitio para las piernas. Además, como van muy cerca del suelo, los ocupantes que vayan sentados ahí tienen que llevar las rodillas muy elevadas con relación al cuerpo.

Ninguno de los asientos del S-MAX se pueden sacar del interior. Sólo se pueden abatir y queda una superficie de carga completamente plana.

En las plazas delanteras del S-MAX se va sentado alto, con las piernas poco estiradas y con todo lo necesario bien colocado. La postura puede ser cómoda en parte porque lleva unos asientos de calidad. Pueden ir recubiertos con varios tipos de tapizado, pueden tener calefacción y en las versiones mas equipadas cuentan con ventilación y calefacción. Hay pocos coches de este precio que puedan tener asientos ventilados. Al menos para el clima de España los asientos ventilados son muy valiosos no sólo en tiempo muy caluroso.

La visibilidad hacia delante es relativamente buena. Los montantes del parabrisas no molestan en los giros más cerrados (algo que suele ocurrir en este tipo de vehículos) porque son finos y porque la ventanita que hay entre el montante del parabrisas y las puertas delanteras es suficientemente grande como para ver bien a través de ella.

A diferencia de otros monovolúmenes, el S-MAX tiene muchos huecos para depositar objetos, en este sentido se parece más a un turismo. Si lleva el freno de estacionamiento eléctrico en lugar de la palanca convencional, se pierde un pequeño hueco para depositar objetos.

La sensación de calidad que transmite el S-MAX es, en general, muy buena. Hay abundancia de plásticos acolchados por todo el salpicadero, consola y en la parte superior de las puertas. Hay alguna falta de menor importancia como que la tapa de la guantera es de un plástico peor que el del resto del salpicadero.