Ford Focus 1.6 5p (2002) | Estabilidad al mejor nivel

19/12/2001 |Enrique Calle

La estabilidad es la característica del Focus 1.6 que puede satisfacer a un mayor número de usuarios: es un coche que puede ir deprisa en carreteras con muchas curvas (es ágil) y, al mismo tiempo, es cómodo y fácil de conducir en cualquier circunstancia.

Las ruedas delanteras tienen más capacidad para guiar al coche que la mayor parte de sus competidores; es menos subvirador. El eje trasero está muy asentado, pero como un coche relativamente ágil que es, se puede conseguir un cierto deslizamiento en determinadas circunstancias (incluso con el control de estabilidad conectado), característica que pueden apreciar algunos conductores pero no plantea problemas a ninguno. El control de estabilidad es opcional y cuesta 1.200 €, que es más del doble de lo que cuesta en otros modelos similares.

Parte de estas favorables cualidades dinámicas pueden deberse a que el Focus tiene un peso más bien bajo (1.152 kg), que es claramente menos de lo que pesan otros coches más voluminosos y lentos de reacciones como el Peugeot 307 o el Fiat Stilo, y similar a otros coches también muy estables como el Renault Mégane Berlina (1.170 Kg).

La dirección es rápida y no hay que girarla mucho para abordar las curvas y su tacto es firme pero no duro. Todo el coche responde con prontitud y suavidad, a las reacciones con el volante pedales y frenos, circunstancias que posibilitan modificar la trayectoria —si es preciso— de forma rápida.

Nuestro coche de pruebas tenía llantas de aleación opcionales con neumáticos Firestone Firehawk Fuel Saver 195/60 R15; el resultado nos ha parecido mejor que con los neumáticos 205/50 16 que tienen los Focus TDci RS (Good Year Eagle NTC5 ó Continental Sport Contact).