Ford C-MAX (2015) | Impresiones del interior

22/09/2015 |Fernando Ríos (@RiversChains)

En líneas generales, el salpicadero del C-MAX 2015 es muy similar al del modelo de 2011, aunque el manejo de las distintas funciones resulta más sencillo e intuitivo porque Ford ha reducido considerablemente el número de botones del sistema multimedia y ha modificado los del climatizador (imagen del C-MAX 2015 y del C-MAX 2011). También ha aumentado la capacidad de algunos huecos portaobjetos, como por ejemplo el que hay entre los dos asientos delanteros (imagen) o la guantera, que ahora tiene una pequeña bandeja en la parte superior para colocar la documentación del vehículo (aunque sigue sin estar tapizada ni climatizada; imagen).

El sistema multimedia SYNC2 es otra de las novedades más importantes del C-MAX 2015 (es de serie con el nivel de equipamiento Titanium y opcional con el Trend+). Tiene una pantalla táctil de 8 pulgadas desde donde se visualizan las distintas funciones con mucha más claridad que en la del modelo anterior (que tenía una de 5 pulgadas en el mejor de los casos). No obstante, en función de la posición que adopte el conductor, la información mostrada en la esquina inferior izquierda puede quedar parcialmente oculta por la consola. En el apartado Sistema Multimedia del Ford Mondeo hay abundante información sobre el funcionamiento de este sistema, así como varios vídeos.

La segunda fila de asientos está compuesta por tres butacas individuales (imagen), aunque la central es sensiblemente más estrecha que las otras dos (37 centímetros frente a 44). Además, de acuerdo con nuestras mediciones, las anchura a la altura de los hombros en esta fila no es muy grande (137 cm) por lo que parece claro que tres personas no viajarán de manera confortable. Modelos como el Volkswagen Touran, el Citroën C4 Picasso y el Renault Scénic son claramente más adecuados para transportar habitualmente a tres personas en esta fila. Ninguna de las tres butacas tiene ajuste longitudinal a través de un carril o la posibilidad de modificar el ángulo de inclinación del respaldo, pero sí se pueden plegar contra los asientos delanteros (bien sea únicamente el respaldo o bien la butaca completa; imagen).  

Forma parte de la lista de opciones un sistema mediante el cual es posible plegar la plaza central posterior entre las dos de los extremos, que a su vez se desplazan hacia atrás de manera oblicua. Con esta configuración, el espacio para las piernas de los pasajeros es un poco mayor y los asientos quedan más alejados de las puertas (imagen de este sistema en el C-MAX de 2011). Sin esta opción (que es como venía configurada nuestra unidad de pruebas), el espacio para las piernas de los ocupantes es 67 centímetros, que es menos de lo que tienen la mayor parte de sus rivales. Por citar dos ejemplos: un Peugeot 5008 tiene hasta 72 centímetros y un Volkswagen Touran hasta 75 cm (en ambos casos con las butacas situadas en su posición más retrasada). La cota de altura tampoco es demasiado buena con respecto a otros modelos similares.

Los ocupantes de estas plazas tienen a su disposición dos anclajes Isofix (en las butacas de los extremos), dos salidas de ventilación orientables en la prolongación de la consola delantera y huecos portaobjetos en cada una de las puertas (imagen). Opcionalmente también se pueden pedir unas cortinillas enrollables para las ventanillas laterales (imagen), unas mesitas plegables tipo avión situadas en el respaldo de los asientos delanteros (imagen) o un enchufe de 230V.

El maletero del C-MAX tiene unas formas muy aprovechables y un borde de carga situado muy bajo (a 60 centímetros del suelo), pero su capacidad (471 litros) es inferior a la de muchos modelos contra los que compite, como se puede observar en este listado comparativo. Bajo el piso hay una pieza de plástico donde van colocados el equipo de reparación de pinchazos y algunas herramientas (imagen). En las paredes laterales hay perchas, ganchos y una toma de 12V (imagen).

Una novedad importante en la gama C-MAX 2015 es que Ford ha añadido unos anclajes en el techo, tras la primera y segunda fila de asientos, donde se puede sujetar una red y así separar el habitáculo de la carga si es necesario (en el modelo anterior no existía tal anclaje).

El puesto de conducción del C-MAX es distinto al del Ford Focus, modelo del que deriva. Por un lado los asientos están situados en una posición más elevada, por lo que la visibilidad hacia el exterior es algo mejor hacia todos los ángulos —sobre todo hacia delante y hacia los tres cuartos delanteros—; y por otro lado, los pedales quedan situados más cerca del cuerpo del conductor, que se verá obligado a llevar las piernas más flexionadas que en un turismo. Por otra parte, la palanca de cambios está situada en una posición más elevada y más cerca de la mano, por lo que su manejo (al menos para mí) resulta más agradable. Los asientos de la unidad probada estaban tapizados en piel, pero a pesar de ello no me han parecido ni excesivamente resbaladizos ni calurosos. Son cómodos incluso en viajes de varias horas y sujetan el cuerpo convenientemente a la hora de circular por carreteras de curvas. En la base de las banquetas hay unos receptáculos para dejar objetos de pequeño tamaño (imagen).

Los materiales con los que está recubierto todo el habitáculo tienen, en general, buen aspecto, pero el ajuste entre las distintas piezas no está demasiado cuidado. Por ejemplo, el hueco que queda entre el salpicadero y la puerta no es del mismo tamaño en la parte izquierda y en la derecha (al menos en la unidad que hemos probado).