Fiat Punto HGT 1.8 16v (2000) | Buena estabilidad y fácil de conducir.

19/06/2000 |Víctor M. Fernández

En el Punto HGT, Fiat ha hecho pocas concesiones al confort y recurre a unas suspensiones poco flexibles para ganar en estabilidad. El coche inspira confianza y su eje trasero está muy bien asentado, lo que lleva a subvirar muy ligeramente. Esto resta cierta precisión en las curvas lentas, pero da mayor confianza en las rápidas y hace la conducción más fácil. Las ruedas traseras difícilmente nos sorprenderán con un sobreviraje, sólo en situaciones muy forzadas llegan a deslizar de una forma muy progresiva.

Este modelo equipa de serie un control de tracción (TCS) que realmente es innecesario sobre seco, ya que el coche tiene buena motricidad y tampoco ayuda a limitar el subviraje cuando entramos en una curva algo pasados. El TCS se puede desconectar mediante un mando «escondido» bajo el freno de mano.

Dirección, cambio y frenos nos ayudan a disfrutar de la conducción, sea rápida o no. La dirección es precisa y cuenta con un sistema de asistencia eléctrica (denominado por Fiat «Dualdrive») que tiene dos opciones de uso. En condiciones normales tiene buen tacto porque no está demasiado asistida; si apretamos un botón situado en la consola central (denominado «City»), el grado de asistencia aumenta y el volante se mueve casi sin esfuerzo, siendo ideal para circular por ciudad o realizar maniobras. Con la función City conectada, la dirección vuelve a disminuir la asistencia por encima de 70 km/h.

La frenada es equilibrada y resistente al trato duro, aunque en conducción muy exigente llega a perder eficacia por sobrecalentamiento. El tacto de frenada es progresivo y permite parar el coche en pocos metros, ayudado por un antibloqueo de frenos que entra en acción en el momento adecuado.

El confort está condicionado por la suspensión, sobre todo en carreteras con firme irregular, en donde podemos notar todos y cada uno de los baches en el volante. A esto se suma que la insonorización del Punto HGT es mejorable, no filtra correctamente el sonido de un motor muy ruidoso, ni los ruidos aerodinámicos que genera la carrocería a velocidad elevada.