DS 4 Crossback (2016) | Impresiones de conducción
Aunque el DS 4 Crossback tiene una carrocería 4 centímetros más alejada del suelo que la del Citroën C4 del que deriva, se siente un vehículo más ágil en casi toda circunstancia y sus reacciones son claramente más precisas. Aun así, no llega a estar al mismo nivel que un SEAT León, un Mazda3 o un Ford Focus, referencias en estos aspectos. La suspensión tiene un ajuste más bien firme, pero es capaz de absorber con eficacia las irregularidades del asfalto y por lo tanto hace del DS 4 Crossback un vehículo confortable para sus ocupantes.
Otro aspecto destacable es la suavidad y el silencio con los que circula por autopistas y vías rápidas, superior a los de los vehículos citados anteriormente y equiparable a la de algunos de mayor tamaño, como por ejemplo un Škoda Octavia.
La dirección tiene asistencia electrohidráulica, una solución cada vez menos extendida en vehículos modernos. Su funcionamiento me ha parecido mediocre porque es más dura de lo deseado al hacer maniobras con el coche parado y muy ligera con el vehículo en movimiento. Lo que sí consigue es transmitir al conductor con bastante fidelidad el nivel de adherencia de los neumáticos, algo que es cada vez menos habitual.
El motor Diesel de 120 CV (el único que hemos probado por el momento) vibra poco y funciona con suavidad, pero emite un sonido poco agradable que además llega al habitáculo con nitidez, especialmente al circular por entornos urbanos o al acelerar con intensidad; una vez que el vehículo ha alcanzado una velocidad estable, el ruido que produce pasa desapercibido. No es un motor con una respuesta instantánea al pedal del acelerador, pero está más o menos en la línea con la que ofrecen otros motores de potencia similar de algunos de sus rivales, como el del Hyundai i30 1.6 CRDi, el Renault Mégane dCi 110 o el Volkswagen Golf 1.6 TDI 115 CV.
Por debajo de 1700 rpm tiene poca fuerza, aunque es suficiente para circular con normalidad por vías en la que no es necesario ganar velocidad con rapidez. Por encima de dicho régimen, la entrega de potencia es mucho más intensa y se siente un vehículo con fuerza suficiente para realizar incorporaciones con agilidad a una autopista o para superar pendientes a la velocidad máxima de la vía sin necesidad de reducir marchas, incluso con el vehículo cargado (aunque cuando va cargado no consigue ganar velocidad con agilidad). También se echa en falta algo de fuerza al realizar adelantamientos en carreteras de doble sentido, donde es necesario anticipar la maniobra para no ocupar mucho tiempo el carril contrario.
De acuerdo con nuestras mediciones, el DS4 Crossback BlueHDi 120 necesita un mínimo de 8,8 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, un tiempo que le sitúa más o menos a la misma altura que vehículos con motores un poco menos potentes, como por ejemplo el Renault Mégane Energy dCi 110 o el Nissan Pulsar dCi 110. Un Honda Civic 1.6 i-DTEC 120 CV es mucho más rápido en esta medición, mientras que un Infiniti Q30 1.5d 109 CV lo es mucho menos. Las mediciones de recuperación entre 80 y 120 km/h que hemos medido son comparativamente mejores que las de aceleración, sobre todo en cuarta y quinta velocidad.
El DS 4 Crossback BlueHDi 120 no tiene un consumo elevado, si bien es cierto que hay alternativas que son más eficientes. En nuestro recorrido habitual, que transcurre por una autovía con continuas pendientes durante 144 km y a una velocidad media de 120 km/h, gastó 5,7 l/100 km, lo mismo que un Renault Mégane Energy dCi 110 o un Nissan Pulsar dCi 110 pero más que un BMW 116d de 116 CV (5,0 l/100 km) o un Honda Civic 1.6 i-DTEC 120 CV (5,1 l/100 km). Un SEAT León SC 2.0 TDI 150 CV DSG, que tiene un motor claramente más potente, consumió 5,5 l/100 km en el mismo recorrido.
Durante la semana de pruebas, en la que conduje mayoritariamente fuera de ciudad a ritmo muy cambiante y con puntuales aceleraciones hasta el límite de revoluciones, el DS 4 Crossback BlueHDi 120 consumió 6,0 l/100 km.
Esta versión viene de serie con una caja de cambios manual de seis velocidades, aunque opcionalmente también se puede pedir con una automática de tipo convertidor de par e idéntico número de relaciones fabricada por AISIN (más información sobre esta caja de cambios). Esta última, que es la que llevaba instalada la unidad de pruebas, tiene un funcionamiento muy satisfactorio desde el punto de vista de la suavidad, ya que las marchas se suceden de manera casi imperceptible. También es rápida en las inserciones, aunque quizá no tanto como algunas de doble embrague que utilizan otros fabricantes, como la DSG del Grupo Volkswagen o la PowerShift de Ford. En algunas ocasiones, el convertidor resbala mucho y hace que al vehículo le cueste ganar velocidad (por ejemplo, a la salida de algunas rotondas).
Tiene tres modos de funcionamiento: normal (es el que se selecciona de manera automática al colocar la palanca en posición D), «Sport», que retrasa el cambio a una marcha superior (es decir, deja que el motor suba a más revoluciones antes de insertar la siguiente marcha) y «Snow», que da prioridad al uso de marchas largas para poder circular con más eficacia por carreteras con poca adherencia. Además, se pueden seleccionar manualmente las marchas mediante pequeños movimientos longitudinales en la palanca de cambios (empujando la palanca se cambia a una marcha superior; tirando de ella, a una inferior: imagen). DS no ofrece unas levas de cambio tras el volante para este modelo, ni siquiera opcionalmente.
El sistema Start&Stop es de serie en casi toda la gama DS 4 y DS 4 Crossback y, al igual que en otros modelos de Peugeot y Citroën, tiene un funcionamiento excepcional tanto por rapidez como por suavidad. Hay un contador en la pantalla del sistema multimedia que indica el tiempo que el vehículo ha permanecido con el motor parado.
La capacidad de deceleración del DS 4 Crossback nos ha parecido buena, con un pedal de freno de tacto algo esponjoso pero muy dosificable. En nuestra prueba habitual, que simula una frenada de emergencia desde 120 km/h hasta la detención, ha necesitado 56,5 metros. No es una cifra especialmente reducida, pero hay que tener en cuenta que la maniobra se realizó con el asfalto parcialmente mojado. Listado de mediciones de frenada.
Hay algunos elementos de equipamiento relacionados con la seguridad que ya son habituales en vehículos de este tipo y que no están disponibles en ninguna versión del DS 4 y DS 4 Crossback, como el sistema de aparcamiento semi-automático o el programador de velocidad activo. Sí puede tener un detector de objetos en el ángulo muerto, un sistema de aviso por cambio involuntario de carril o unos faros de ledes y xenón (DS los denomina LED Vision). Estos últimos faros son los que tenía la unidad probada y nos han parecido muy buenos porque el haz de luz (tanto el de corto como el de largo alcance) es ancho y muy largo. Además, los proyectores de xenón giran en sintonía con los movimientos que el conductor hace con el volante.