BMW Serie 7 730d (2002) | Un motor potente, económico, suave y silencioso

26/11/2002 |Víctor M. Fernández

Las mediciones con el Correvit han sido concluyentes: enaceleración es tan rápido como el 735i y en recuperación es mucho más rápido. Que recupere mejor cabe dentro de lo normal, ya que el Diesel tiene una ventaja de par que compensa la desventaja de peso y desarrollos.

Que haya sido tan rápido en aceleración es lo que resulta difícil de explicar, sobre todo, cuando teóricamente el 730d con motor turbodiésel de 6 cilindros en línea y 2.993 cm³ da 54 CV menos que el motor V8 atmosférico de 3.600 cm³ que lleva el 735i.

El motivo para ser tan rápido lo desconozco, pero las cifras objetivas están ahí y se pueden comparar en el cuadro de mediciones de ambos modelos. Que no exista diferencia en aceleración indica que realmente no hay una diferencia grande de potencia en las unidades que hemos probado.

El motor del 730d destaca en todo y no le he encontrado aspectos negativos (gráfico de rendimiento de este motor). Me ha parecido enérgico y silencioso, no se aprecian vibraciones y tiene un funcionamiento muy suave y equilibrado. Nuestra unidad de pruebas estiraba con energía hasta que el cambio automático engranaba la siguiente marcha a 4.700 rpm acelerando a fondo, por encima de la zona roja del cuentavueltas (marcada a 4.400 rpm).

El cambio automático de seis velocidades tiene unos desarrollos bien adaptados que permite aprovechar muy bien la respuesta del motor, con un acertado escalonamiento entre marcha y marcha. Su gestión electrónica se encarga de engranar en todo momento la marcha adecuada para obtener la máxima aceleración o el menor consumo. El motor es capaz de tirar con energía de la 6ª velocidad a pesar de tener un desarrollo de 66,2 km/h cada 1.000 rpm.

Dicho cambio tiene un funcionamiento suave y es capaz de subir de marcha con rapidez. El mando principal del cambio es una palanca en la columna de dirección (consideraciones sobre este mando). Tiene tres modos de funcionamiento: automático (D), automático sport (S) y manual, con mandos secuenciales en el volante (M). La selección entre los distintos modos de funcionamiento se realiza mediante un botón situado en el volante.

En condiciones normales el cambio selecciona el programa «D», que tiende a engranar la marcha más larga posible, dadas unas ciertas condiciones derégimen y carga. Acelerando a fondo, los cambios se producen al llegar a 4.000 rpm y sólo se alcanza el máximo régimen si pisamos el «kick down» del acelerador. Con la selección deportiva «S», el cambio apura más las marchas y no cambia hasta llegar a 4.250 ó 4.500 rpm (según determine la gestión electrónica). Además, durante unos segundos aguanta la marcha engranada sin cambiar aunque se suelte el pedal del acelerador. Lo que no hace el cambio en esta posición es reducir marchas todo lo posible durante la frenada. Pisando el «kick down» realiza también los cambios a máximo régimen (4.700 rpm).

En la selección manual «M» se sube de marcha o reduce mediante unos botones situados en el volante: dos teclas en la cara que da al conductor para reducir y dos en la cara contraria para cambiar.

En una conducción de estilo «deportivo» puede ser algo más útil el modo manual, pues resulta rápido al subir de marcha y podemos seleccionar la marcha que queremos, pero en las reducciones es muy lento y no siempre atiende a las «órdenes» del conductor cuando se exige una reducción un poco apurada. El accionamiento de los mandos secuenciales del volante es sencillo, pero su situación no es especialmente cómoda y los botones me parecen un poco pequeños, sobre todo los que hay en la cara posterior del volante para cambiar. Con el accionamiento secuencial, el cambio sólo reduce de forma automática si en una marcha larga pisamos el «kick down» para obtener la máxima aceleración.

El consumo que hemos medido en el 730d ha sido moderado, sobre todo teniendo en cuenta las exigentes condiciones de la prueba. Con cuatro personas a bordo y su equipaje, rodando a una velocidad de crucero elevada ha consumido 11,7 litros/100 km. El consumo medio homologado es 8,5 l/100 km. Puede llegar a ser alto si exprimimos al máximo la mecánica (hemos medido 18,2 l/100 km), pero siempre muy por debajo del consumo de un motor gasolina de similares prestaciones (el 735i nos gastó 27 l/100 km en tales condiciones). Tanto el cuentakilómetros como el velocímetro de la instrumentación tienen un error despreciable