La renovación del actual Audi S3 —cuarta generación; código de identificación es 8Y— ya está a la venta desde 65 260 euros (ficha técnica). Estéticamente apenas cambia, pero hay muchas modificaciones en el motor, en el chasis y en otros elementos que afectan directamente a la conducción.

El motor sigue siendo el mismo 2.0 TFSI turbo de gasolina de cuatro cilindros perteneciente a la familia EA888. No obstante, la gestión electrónica y del turbo han sido optimizadas para mejorar el rendimiento y rapidez de respuesta. De esta manera, la potencia máxima ahora es de 333 CV y el par máximo de 420 Nm (23 CV y 20 Nm más que en el S3 al que reemplaza). La aceleración de 0 a 100 km/h ha mejorado una décima y ahora tarda 4,7 segundos. La velocidad máxima sigue estando limitada a 250 km/h.

La caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones también ha sido retocada con el fin de dar una respuesta más espontánea desde parado y de reducir el tiempo de cambio entre marchas (a la mitad, según Audi, cuando se va a fondo).

Sin embargo, la modificación que probablemente mayor impacto tenga en la dinámica de conducción sea la incorporación del sistema de reparto del par en el eje trasero (torque splitter) que Audi estrenó en el RS 3. Es un sistema que consta de dos embragues multidisco situados a la salida del diferencial trasero, uno para cada rueda. Son dos embragues independientes, cada uno con su propia unidad de control, si bien manejados por una unidad superior que coordina su funcionamiento. Este sistema logra incrementar la guiñada y su efecto, al menos en el Audi RS 3, es muy notable como comentamos en las impresiones de conducción.

También es probable que se perciba un cambio en el tacto de la dirección, pues en el eje delantero hay unas nuevas copelas para las columnas MacPherson con las que se consigue llevar el ángulo de caída de las ruedas a casi 1,5 grados negativos. Según Audi, esto es más del doble que en el S3 anterior. Además, los brazos de control de la suspensión y los casquillos son más rígidos. A su vez, los amortiguadores también han sido reajustados.

Otra novedad que trae el Audi S3 modelo-año 2024 es el modo de conducción dynamic plus. Con él, el sistema torque splitter trata de enviar la máxima cantidad de par posible al eje posterior e incrementar la tendencia a sobrevirar. El control de estabilidad reduce su actuación y el ajuste del motor y de la transmisión se configura en la posición más reactiva. El ralentí queda fijado en 1300 rpm (200 rpm más que en modo dynamic).

El equipo de frenos es otra área de mejora. Los discos delanteros (de acero) son de mayor diámetro y grosor (357 y 34 mm respectivamente) y las pinzas delanteras de dos pistones también son nuevas. En lo que respecta a las ruedas, las llantas son de 19 pulgadas de serie y los neumáticos tienen unas dimensiones de 235/35 en las cuatro esquinas. 

El Audi S3 estará disponible, como hasta ahora, con carrocería Sportback (5 puertas) y Sedan (4 puertas). 

La mayoría de los cambios estéticos se concentran en la parte delantera del coche, donde es nuevo el parachoques, la parrilla y los faros (ahora se puede elegir entre cuatro firmas lumínicas diferentes). También es ligeramente distinto el parachoques posterior y los pilotos, que aunque conservan la forma original, tienen una distribución de funciones distinta. 

Por dentro pasa más o menos lo mismo: hay muchos cambios, pero ninguno de ellos es demasiado grande. Es nuevo el selector del cambio automático, el volante, el diseño de las salidas de aire, la iluminación ambiental opcional (tiene más colores y puntos de luz) y los tapizados disponibles. Además, como en el resto de la renovada gama A3, el sistema multimedia ahora tiene una tienda de aplicaciones virtual que permite la descarga de apps de terceros, no solo de Audi.

Adicionalmente, Audi ha implementado un sistema de desbloqueo de funciones bajo demanda. De serie, el S3 lleva instalados una serie de sistemas con independencia de si el comprador los ha solicitado en el momento de la compra o no. Si no los ha pedido, estos sistemas permanecen inactivos, pero mediante el pago de una cuota se pueden activar, bien sea temporalmente o permanentemente.