El motor es prácticamente igual al que tenía el anterior Audi S3: un cuatro cilindros de 1,8 litros de cilindrada, con turbocompresor, cinco válvulas por cilindra y doble intercooler.
El turbocompresor es fijo, no variable, como SEAT decía que tenía el prototipo del Cupra R; de momento, ningún mtor de gasolina tiene turbo variable. Gran parte de las tuberías por donde circula el aire a presión son rígidas, en lugar de flexibles. Esto no mejora el rendimiento del motor, pero sí hace que tenga una respuesta más rápida (no se pierde presión en «hinchar» los tubos).
Este motor da 270 Nm de par en un intervalo amplio de régimen: entre 2.100 y 5.000 rpm. Eso significa que es muy elástico, como suele ocurrir en los buenos motores sobrealimentados.
La caja de cambios es manual de seis velocidades. De las dos cajas de este tipo que usa Volkswagen en coches de motor transversal, es la más antigua de ellas, que se distingue porque tiene tres ejes (dos secundarios).
Con las ruedas de 225/40 18, los desarrollos son ligeramente más largos que los del León 20 VT de tracción delantera o el Cupra 4. Esto es necesariamente así, porque la respuesta del motor es distinta.
De hecho, con un desarrollo en 5ª de 38,8 km/h cada 1.000 rpm, da la velocidad máxima (237 km/h) 300 rpm por encima del régimen de potencia máxima. La velocidad máxima es prácticamente la misma que la del anterior S3, pero el Cupra R acelera menos desde parado. La aceleración de 0 a 100 del Cupra R es 7,2; hay coches de este tamaño y potencia más rápidos, como el Honda Civic Type R.