Rolls-Royce Cullinan (2019) | Información general
El Rolls-Royce Cullinan es un todoterreno, el primero que fabrica Rolls-Royce en su historia. Mide 5,34 metros de longitud, 2,16 metros de anchura y 1,84 metros de altura. Tiene un motor de gasolina de 12 cilindros, con dos turbocompresores, 6,75 litros de cilindrada y 571 CV. La tracción es en las cuatro ruedas (de forma permanente) y el cambio de marchas automático de ocho velocidades (de tipo convertidor de par).
El Cullinan puede estar configurado para llevar a cuatro o cinco pasajeros (un Bentley Bentayga se puede pedir con siete plazas). En la configuración de cuatro (llamada Individual Seat, imagen), la fila trasera está compuesta por dos asientos individuales con regulaciones eléctricas, separados por una consola fija. En esta consola puede haber una nevera y un compartimento para guardar un par de copas (imagen). Con esta configuración es posible pedir un cristal divisorio que separe el habitáculo del maletero (imagen). La idea es, según Rolls-Royce, emular la época en la que el maletero de las berlinas era una caja extra añadida al final de la carrocería y separada de la zona de las personas. También dice que el aislamiento acústico y térmico del habitáculo mejoran.
Con la configuración de cinco plazas (llamada Lounge Seats, imagen), la fila trasera es un banco corrido. El respaldo de este banco está dividido en dos porciones (1/3 y 2/3), cada una de ellas abatible eléctricamente (hay unos mandos en las puertas y en el maletero para activar esta función). Con los asientos abatidos, los respaldos quedan a mayor altura que el piso del maletero. Rolls-Royce dice que de esta manera se evita que los objetos transportados puedan deslizarse al interior. No obstante, al toque de un botón es posible elevar la altura del piso del maletero para que este quede enrasado con los respaldos (imagen).
El volumen del maletero en la variante de cuatro plazas es 526 litros y en la de cinco es 560. En esta última, con los asientos abatidos, la longitud máxima de carga es 2,25 metros y el volumen disponible utilizando todo el espacio hasta el techo es 1930 litros.
Como en un Rolls-Royce Phantom y en un Ghost, las puertas traseras se abren en el sentido contrario al habitual. Todas las puertas, incluido el portón del maletero, tienen accionamiento eléctrico. Para facilitar la entrada y salida del habitáculo, la suspensión (con muelles neumáticos), acerca 4,0 centímetros la carrocería al suelo cuando se pulsa el botón de desbloqueo de la llave mando. La carrocería recupera su altura estándar en cuanto se presiona el botón de encendido del motor.
Los asientos delanteros, como es común en este tipo de vehículos, tienen ajustes eléctricos y función de calefacción y ventilación. Los asientos posteriores también pueden tener calefacción y ventilación. Además, estos están más elevados que los delanteros para que sus pasajeros puedan ver mejor el exterior.
Todos los indicadores de la instrumentación se visualizan en una pantalla. El sistema multimedia se ve en otra pantalla, que en este caso es táctil para su manejo, si bien sigue habiendo un mando giratorio entre los dos asientos delanteros (imagen). Alrededor de este mando están los botones que activan la función «Off-Road» (todoterreno), «Hill Descent Control» (ayuda al control de descenso) y la altura de la suspensión. Hay un total de cinco puertos USB y una superficie para la carga inalámbrica de teléfonos móviles.
Algunos elementos de equipamiento que puede llevar el Rolls-Royce Cullinan son un sistema de visión nocturna con identificación de animales y personas, un sistema de visión cenital compuesto por cuatro cámaras, programador de velocidad activo, alerta por riesgo de colisión, alerta por cambio involuntario de carril y un sistema de proyección de información en el parabrisas.
La función Off-Road permite al conductor elegir entre distintas configuraciones de gestión del motor, caja de cambios, sistema de tracción y controles electrónicos según el tipo de terreno por el que se circule (por ejemplo grava, hierba húmeda, nieve y arena). La suspensión neumática permite elevar la carrocería para conseguir una profundidad de vadeo de 54,0 centímetros. El Rolls-Royce Cullinan no tiene reductora.
La velocidad máxima del Cullinan está limitada a 250 km/h y su consumo medio de carburante es 15,0 l/100 km (Rolls-Royce ha obtenido este valor utilizando la regulación WLTP, si bien le ha aplicado un factor de conversión para que sea equiparable a otros obtenidos con norma NEDC). No hay datos de aceleración. El motor da el par máximo, 850 Nm, a 1600 rpm. La dirección es en las cuatro ruedas (es decir, que las traseras, como las delanteras, giran en las curvas) y las llantas son de 22 pulgadas.
El Cullinan está es el segundo modelo que Rolls-Royce construye sobre lo que ellos llaman la plataforma «Architecture of Luxury», la cual está hecha de aluminio y estrenó en el Phantom 2018. El nombre de Cullinan proviene del mayor diamante encontrado del que se tiene conocimiento. El propietario de la mina sudafricana donde fue encontrado, en 1905, era Thomas Cullinan.
En febrero de 2017, Rolls Royce ya puso en conocimiento de la prensa sus intenciones de desarrollar este modelo, y publicó unas fotografías de un prototipo con una carrocería modificada de Phantom Series II, con el que ponía a punto la suspensión y el sistema de tracción total. En este artículo del blog de km77 dimos más información al respecto.
Hay pocos todoterrenos que por tamaño (y previsiblemente por precio) puedan equipararse a este Rolls Royce. Uno de ellos es el ya citado Bentley Bentayga, que mide 5,14 metros de longitud y cuesta 237 834 euros con un motor de gasolina de 608 CV. Otro es el Land Rover Range Rover LWB, que mide 5,20 metros de longitud y está en venta por 147 600 euros con un motor de gasolina de 525 CV.