La principal diferencia entre el Mégane Sport Tourer y el Mégane Berlina se halla en el maletero. El de la versión familiar tiene 521 litros de capacidad (de acuerdo con la normativa VDA), 3 litros menos que su antecesor y 137 más que el de la versión Berlina. No se trata de un maletero pequeño en términos absolutos, si bien es cierto que hay muchos rivales de tamaño similar que tienen uno más grande (listado de turismos familiares de entre 4,30 y 4,70 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero).
Abatiendo los respaldos de los asientos posteriores —mediante un mando en la parte superior del respaldo (imagen) o desde unos tiradores en cada una de las paredes laterales del maletero (imagen)—, el volumen asciende a 1500 litros, una cifra inferior a la de alternativas como el Volkswagen Golf Variant (1620 l), el Toyota Auris Touring Sports (1658 l) y el Honda Civic Tourer (1668 l). También es posible abatir el respaldo del asiento del pasajero delantero, permitiendo de esta manera introducir objetos de hasta 2,77 metros de longitud (imagen).
El piso del maletero está compuesto por dos piezas independientes que se pueden colocar en dos alturas. Al hacerlo en la posición más alta, se crea un doble fondo de unos seis centímetros de altura en el que se pueden guardar aquellos objetos que no queramos que estén a la vista. Además, de esta manera también se salva el escalón que queda entre los respaldos de los asientos posteriores al ser abatidos y el maletero, dando lugar a una superficie plana. La cortinilla que cubre el espacio de carga se puede guardar en un compartimento específico situado bajo el piso del maletero.
El maletero es más fácil de cargar que el de la versión Berlina porque el borde de carga está situado mucho más bajo (a 61 centímetros del suelo, 17 cm menos) y porque el vano que deja el portón es mucho más amplio. Además, las formas son muy regulares y tiene algunas soluciones que permiten organizar la carga y mantenerla fija. La parte del piso del maletero más cercana al portón, por ejemplo, tiene una pieza móvil que se puede colocar en posición vertical, creando de esta manera un tabique que separa el maletero en dos partes (imagen). También tiene cintas elásticas, ganchos metálicos en cada una de las esquinas (útiles para colocar una red), unas pequeñas perchas y una toma de 12 voltios. No puede tener, ni opcionalmente, unos raíles longitudinales metálicos donde colocar distintos elementos de fijación (como el KIA cee´d SW), ni un portón con apertura y cierre automáticos (como el Opel Astra Sports Tourer).
Aunque el Mégane Sport Tourer deriva del Mégane Berlina, tiene una distancia entre ejes (o batalla) 4 centímetros superior (ficha técnica comparativa). Este aumento incide directamente en el espacio disponible para las piernas en las plazas posteriores, que aumenta en la misma medida. A pesar de ello, y de acuerdo con nuestras mediciones, no se trata de un vehículo que sobresalga especialmente en esa cota frente a sus rivales, como se puede observar en este listado comparativo.
La visibilidad hacia detrás y hacia los tres cuartos traseros es peor que en el Mégane Berlina porque la luneta es mucho más pequeña y porque los pilares posteriores son muy voluminosos. Opcionalmente puede tener unos sensores de proximidad y una cámara trasera de ayuda al estacionamiento que facilitan en gran medida las maniobras a baja velocidad cuando se circula marcha atrás.
Salvo por aquellos aspectos que conciernen al maletero y al espacio destinado a las plazas posteriores, las impresiones del interior del Mégane Berlina son perfectamente aplicables al Sport Tourer.