Jeep tiene una gama amplia de modelos con carrocería de todoterreno. Unos destinados principalmente al asfalto (Patriot o Compass); otros con un compromiso entre el uso por carretera o fuera de ella (Cherokee o Grand Cherokee). En el Wrangler todo esta pensado para conseguir el mejor resultado en el campo, especialmente en zonas abruptas y con mala adherencia.
Actualmente el único todo terreno que hay a la venta con el planteamiento del Wrangler es el Land Rover Defender y, en cierta medida, el Hummer H3 o el Mercedes-Benz Clase G. Sin duda alguna, este Jeep es un modelo totalmente recomendable para un uso exigente fuera del asfalto.
El Wrangler que se comercializa actualmente apareció en 2007. Es un modelo nuevo y no una actualización del anterior. Hay dos variantes que se diferencian por su carrocería, una de tres puertas (y cuatro plazas) y otra de cinco puertas (y cinco plazas), denominado Wrangler Unlimited. El de tres puertas mide 4,22 m, el de cinco puertas 4,75 m y tiene una batalla más larga.
El Wrangler está a la venta con tres niveles de equipamiento, desde 33.843 € hasta 41.262 €. El Wrangler más económico («Sport») tiene elevalunas manuales y carece de aire acondicionado. Los otros niveles de equipamiento son «Sahara» y «Rubicon».
Hay un único motor. Es un Diesel CRD de 2,8 l y 177 CV. En el momento del lanzamiento (en el año 2007) se comercializó en España una versión con de gasolina 3.8 V6 de 208 CV.
El motor Diesel de 177 CV mueve con soltura al Wrangler en cualquier circunstancia y da una autonomía suficiente (no es fácil gastar menos de 11,0 l/100 km). Un Land Rover Defender es claramente menos veloz.
Hay una caja automática de cinco marchas o una manual de seis.
Una característica peculiar de este todo terreno es que el techo (que puede ser de lona o de piezas de plástico duro (más información), y las puertas se pueden desmontar (es necesario disponer de una herramienta para soltar la puerta de la bisagra. Imágenes) incluso en las versiones con elevalunas eléctricos y cierre centralizado. Además, el parabrisas se puede abatir sobre el capó.
Con todo quitado, quedan a la vista unas barras antivuelco: Jeep ha tratado de mantener el diseño clásico del Wrangler, con pequeñas modificaciones. Por ejemplo, ahora el parabrisas está ligeramente curvado, pero tan poco que se siguen aplastando contra él casi todos los insectos.
La configuración mecánica del Wrangler es la de un todo terreno clásico. Tiene un chasis de doble viga (el doble de rígido que el del modelo anterior), ejes rígidos, tracción total conectable, dirección de recirculación de bolas y reductora. Sus cualidades más positivas salen a relucir en trialeras o zonas muy complicadas (su altura libre al suelo es grande y los ángulos característicos muy buenos (más información); para un uso así, es uno de los mejores todo terrenos que se pueden comprar. Está bien que Jeep tenga un todo terreno exclusivamente de campo teniendo en cuenta que su gama de vehículos es variada e incluye otros modelos más adaptados a circular por carretera.
En carretera o en aquellas circunstancias donde se pueda rodar a cierta velocidad (como caminos en buen estado), el Wrangler invita a conducir a un ritmo tranquilo porque es poco estable: esto se nota en que la dirección es poco precisa, las irregularidades en curva afectan apreciablemente a la trayectoria y, ni es ágil, ni da sensación de aplomo.
En condiciones normales, el Wrangler es de tracción trasera, con eje delantero acoplable: al seleccionar la tracción total, el semieje delantero y el trasero se hacen solidarios (no tiene diferencial central); por lo tanto, sólo se debe utilizar la tracción total sobre superficies muy deslizantes. Es un error conectarla sobre una superficie adherente porque el coche pierde capacidad de girar (con lo cual se pierde en seguridad activa) y el desgaste de los neumáticos y de ciertos elementos de transmisión puede ser muy elevado.
Para un uso intensivo en zonas complicadas, el Wrangler más adecuado es el «Rubicon». Éste se diferencia de los otros modelos («Sport», «Sport+» y «Sahara») en que tiene un eje rígido delantero más grueso (Dana 44), la estabilizadora delantera es desconectable, los diferenciales delantero y trasero se pueden bloquear, tiene más protecciones en los bajos de la carrocería y una caja de transferencia distinta que hace una reducción extremadamente grande (4,0 a 1, frente a 2,72 a 1 de los modelos «Sport» y «Sahara»). Con una reductora así, se pueden sobrepasar grandes dificultades y pendientes muy inclinadas sin necesidad de tocar el acelerador (a ralentí). Hay pocos todoterreno de serie que tengan tantas cualidades como todoterreno (más información en el apartado de Impresiones de conducción).
En las versiones «Sport» los diferenciales son libres (no tienen bloqueos mecánicos). Es el control de tracción es el que se encarga de frenar las ruedas que pierden tracción (por ejemplo en un cruce de ejes). Es una solución menos eficaz que la posibilidad de bloquear mecánicamente el diferencial.
El modelo «Sahara» es el segundo más adecuado de la gama para un uso intensivo en campo porque opcionalmente puede llevar un diferencial trasero de deslizamiento limitado y la estabilizadora delantera desconectable. No puede llevar, ni como opción, el diferencial delantero bloqueable.
El interior del Wrangler es rudo y ofrece pocas concesiones a la comodidad a sus ocupantes por ruido (tanto el del motor como el aerodinámico cansan para viajar) y confort de suspensión (la suspensión funciona muy bien en zonas trialeras, pero apenas absorbe las pequeñas irregularidades del asfalto, porque es muy dura).
El puesto de conducción tiene defectos, como la ausencia de un apoyo para el pie izquierdo, la falta de mandos para regular los retrovisores (hay que mover directamente el cristal con los dedos) y un reposacabezas duro en exceso. El volante sólo tiene regulación en altura y la palanca que selecciona los diferentes programas de tracción se mueve con dificultad.
El acceso a las plazas traseras es incómodo porque los asientos delanteros se echan muy poco hacia delante. Una vez dentro, hay espacio suficiente para dos ocupantes. Los asientos traseros son abatibles. El maletero es 5 cm más largo que en el Wrangler anterior y tiene un doble fondo que resulta útil para guardar pequeños objetos.
Todos los Wrangler tienen ABS, dos airbags frontales, control de la presión de los neumáticos y control de estabilidad con una función que limita el riesgo de vuelco (más información sobre toda la gama).
Los modelos «Sahara» y «Rubicon» incluyen tapicería textil «YES Essentials» con tejido antimicrobiano, repelente de olores y manchas y resistente a la decoloración. Como en el modelo anterior, en el piso hay previsto un tapón de desagüe para lavar el habitáculo con una manguera.
El Wrangler se fabrica en la planta en Stickney Avenue del Grupo Chrysler en Ohio (EEUU).