De momento, sólo Audi y Mercedes tienen un Diesel comparable al 525d. Con la carrocería del A6 está el 2,5 de seis cilindros en V en dos versiones, una de 150 CV y otra de 180; éste último sólo está disponible con tracción total. El 150 CV no es tan rápido como el 525d ni resulta tan confortable por suspensión ni ruido. En cambio, tiene la ventaja de ser tracción delantera y —además— llevar control de estabilidad. El 180 CV no es mucho más rápido y sí más caro que el 525d; la suspensión trasera de los Audi con tracción total es mejor y tiene control de estabilidad, lo que lo coloca por encima del 525d en seguridad activa. No lo está en confort, a causa de la amortiguación, que puede ser un poco seca.
Mercedes tiene dos modelos próximos al 525d por potencia y precio. Uno es el E 220, más lento menos suave y con más vibraciones en su motor de cuatro cilindros que el 525d. Por encima está el E 270 CDi, que tampoco es un coche mucho más rápido ni más suave (es un cinco cilindros), aunque sí muy silencioso y con una relación entre estabilidad y confort superior a la de Audi y BMW.
Esto es lo que hay en Diesel, pero para muchas personas lo recomendable sería un coche de gasolina. Un Audi A6 con el motor de gasolina de 150 CV es una de las opciones más interesantes para quien quiera un coche así. Cuesta 5.090.000 pesetas; es decir, casi un millón menos que el A6 Diesel de la misma potencia y 1,1 millones menos que el 525d. Su motor pequeño y ligero le da unas prestaciones superiores a las de un A6 V6 TDi y casi al nivel de un 525d. Por mucho que suba la gasolina, la diferencia de consumo no es tanta como para poder amortizar ese millón de pesetas.