Audi Q5 (2021) | Impresiones del interior

09/04/2021 |Pablo David González (@PD_Gonzalez)

La novedad de mayor relevancia en el habitáculo del Audi Q5 se halla en el sistema multimedia. Tiene un procesador más potente, se visualiza siempre en una pantalla de 10,1 pulgadas, de mayor definición, y se maneja pulsando directamente sobre ella. En el Q5 previo a la renovación de 2020 la pantalla era de un máximo de 8,3 pulgadas y no era sensible al tacto. Este cambio ha traído cosas positivas y otras que no lo son tanto.

En el lado positivo está que la pantalla es más grande, que Audi ha instalado su software más reciente y que, a pesar de la gran cantidad de menús que tiene, es sencillo aprender a navegar por ellos con soltura. Además, la resolución es mayor —1540 por 720 píxeles en vez de 1024 por 480 píxeles de la de 8,3 pulgadas— y la densidad de píxeles es más alta —168 píxeles por pulgada frente a 136 ppp—. Como ocurría antes, es una pantalla que se ve bien bajo cualquier condición de iluminación.

En el lado negativo está que la interacción con el sistema es más incómoda. Antes había unos mandos de control en la consola (imagen de estos mandos en un Audi Q5 2017) que se alcanzaban con la mano cómodamente apoyada en el selector del cambio. En el Q5 2021 esos mandos ya no existen y realizar cualquier acción exige levantar y estirar el brazo para llegar la pantalla y atinar con el dedo donde se desee pulsar. En parado no es muy problemático, pero en marcha se vuelve más molesto. Afortunadamente, la climatización se maneja con unos mandos mecánicos, grandes y bien ordenados, dedicados exclusivamente a tal fin.

Con el sistema MMI Navegación plus (de serie en todos los niveles de equipamiento menos en el básico), Audi incluye Audi connect, un servicio online que da acceso a funciones como el cálculo de rutas en función del estado del tráfico y a conocer la previsión meteorológica en el destino. Como es normal en muchos coches modernos, el sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay y Android Auto

En el lugar donde antes estaban los mandos para el control del sistema multimedia hay ahora un hueco (imagen), que puede tener una tapa o no según el nivel de equipamiento. Es pequeño, caben en él unas llaves, unas monedas o el mando del garaje. Lo mismo sucede con el que hay justo por delante de él (imagen) y el fino y alargado que hay a la derecha (imagen). Ninguno de ellos es válido para guardar objetos ligeramente más grandes, pero de uso cotidiano como por ejemplo un smartphone.

Los huecos que sí son grandes y útiles son el que está por debajo del reposabrazos central delantero (es ahí donde se encuentra la superficie para la carga inalámbrica; imagen), el que hay a la izquierda del volante (este es el más profundo que jamás he visto en un coche, casi 30 centímetros, imagen), los de las puertas (las cuatro, caben botellas de 1,5 litros, imagen e imagen) y la guantera (imagen).

La instrumentación puede ser de tipo tradicional (dos indicadores de aguja de gran tamaño, cuentarrevoluciones y velocímetro, y una pantalla central multifunción), o bien, una pantalla de 12,3 pulgadas (Audi virtual cockpit plus, imagen). Esta última tiene el mismo tamaño que la del Audi Q5 previo al restyling, pero su resolución ahora es superior (1920 por 720 píxeles en vez de 1440 por 540) y los gráficos tienen un diseño ligeramente distinto. Muestra mucha información, con un tamaño y una fuente de letra bien legible y los gráficos se mueven con fluidez. Se ve bien con independencia de cómo esté incidiendo el sol. En opción hay disponible un sistema de proyección de datos en el parabrisas (head-up display), elemento que no disponía nuestra unidad de prueba.

No hay novedades en lo que respecta al espacio para los pasajeros y el maletero, por lo que todo lo dicho a ese respecto en las impresiones del interior del Audi Q5 2017 son aplicables al Q5 2020. En resumen, este es un vehículo en el cuatro adultos de 1,85 metros de estatura viajarán con mucho confort. Un quinto pasajero que vaya sentado en la plaza central posterior no irá tan cómodo porque su asiento es más duro y, además, tendrá que dejar entre las piernas un túnel central muy voluminoso. En opción se puede pedir que la banqueta trasera tenga ajuste longitudinal y de inclinación de los respaldos. El volumen del maletero es de 520 litros, por lo que es grande, pero no tanto como el de un BMW X3 y un Mercedes-Benz GLC (ambos tienen 550 l).