Motores
El A5 Sportback con motor Diesel de 2,0 l y 170 CV tiene reserva de aceleración y fuerza para circular con agilidad en la mayor parte de las condiciones. Según nuestras mediciones necesita 6,2 segundos para llegar de 80 a 120 km/h (medición que simula una maniobra de adelantamiento) que es un buen dato para un coche de esta potencia y peso (listado de prestaciones) en comparación a otros vehículos parecidos.
Con el A5 Sportback Diesel de 170 CV se puede adelantar a un vehículo lento con rapidez si se hace bien (consejos para adelantar). Ciertamente, las versiones más potentes —por ejemplo el A5 Sportback de gasolina de 180 ó 211 CV— aceleran más, aunque hasta la velocidad que se circula en España la diferencia no debe ser muy grande (no la hemos medido). En circunstancias excepcionales, como en autopista sin limitación de velocidad pueden mantener un ritmo muy elevado de viaje con mayor facilidad, siempre con un consumo claramente más alto.
El A5 Sportback 2.0 TDI 170 CV gasta poco. En mi recorrido habitual a una media real 120 km/h en un recorrido de ida y vuelta por autopista gastó 5,9 l/100 km. En el mismo recorrido un Audi A4 TDIe 136 CV gastó 5,1 l/100 km y un Toyota Prius 6,1 l/100 km: ninguno da la aceleración del A5 Sportback 2.0 TDI 170 CV.
Para que su consumo sea muy superior, las condiciones tienen que ser más desfavorables o es necesario circular a una velocidad mucho más elevada.
También he conducido aunque durante no muchos kilómetros el A5 Sportback 3.2 FSI de 265 CV y el Diesel 3.0 TDI 239 CV. La ventaja me parece clara para el Diesel: es más veloz (según datos oficiales), gasta mucho menos combustible y es más barato (ficha comparativa). El de gasolina tiene una suavidad de funcionamiento mayor y un sonido que puede resultar muy agradable, pero es difícil que compense su compra al menos en términos de coste por kilómetro atribuible al consumo.
Suspensión
El A5 Sportback con la amortiguación de serie tiene una flexibilidad a mi juicio adecuada porque da comodidad en carreteras bacheadas y permite viajar sintiendo poco el paso de los kilómetros. Aunque es más bien blanda no parece un obstáculo para disfrutar de la conducción porque el tacto que percibe el conductor a través del volante es muy bueno (lo que facilita la conducción y la hace agradable) y el coche es suficientemente ágil.
Puede tener dos tipos de suspensión más duras que particularmente no me parecen muy interesantes por la pérdida de comodidad que dan en firmes bacheados, especialmente la menos flexible («suspensión deportiva S-Line»).
Si alguien desea el mejor compromiso para cada tipo de uso (una suspensión blanda cuando es posible y una dura cuando es necesario) tiene a su disposición la suspensión activa de dureza variable («Amortiguación regulable» o «damper control»). Más comentarios sobre el equipamiento opcional del A5 Sportback.