Volvo V70 (2007 y 2011) | Impresiones de conducción

18/04/2011 |Juan Manuel Pichardo

Hemos conducido las dos versiones con los motores más potentes de cada combustible: el D5, turbodiésel de 185 CV, y el T6, de gasolina con 286 CV. Ya no están disponibles en la gama V70.

El Diesel no destaca por ser particularmente suave ni silencioso, aunque me ha parecido que transmitía menos vibraciones que cuando lo probamos en el S80. En marcha y a velocidad constante esto no es un problema, se nota sobre todo en ciudad o cuando se acelera intensamente.

El motor sobrealimentado del T6 hace del V70 un familiar rápido, pero no hay que esperar de él una aceleración explosiva. La sensación de aceleración es intensa y uniforme, pero no mucho mayor de la que da el D5, si tenemos en cuenta la diferencia de potencia entre ambos. Sí se nota una mayor capacidad de aceleración y recuperación frente al atmosférico 3.2 (238 CV) del que deriva.

El T6 es un motor progresivo en su respuesta, que empuja con fuerza a cualquier régimen hasta que se produce el corte de inyección (unas 6.600 rpm). Aunque no puedo dar una valoración objetiva como la que damos cuando probamos detenidamente un coche, el consumo de combustible no me ha parecido bajo.

Las dos versiones las he conducido con el cambio de marchas automático de seis velocidades y la suspensión de amortiguación variable opcional (denominada «chasis Four C»).

El cambio me parece muy bueno por la suavidad con la que selecciona las marchas, tanto al acelerar como al reducir, aunque no destaca por la rapidez con que lo hace. Teóricamente, la versión T6 lleva una programación distinta, que favorece la velocidad de los cambios en detrimento de la suavidad; no he podido probarlo detenidamente como para afirmar si es así o no.

La suspensión opcional permite, mediante tres programas («Confort», «Sport» y «Advance», por orden de dureza), seleccionar la respuesta de la amortiguación. Me parece que la más recomendable para casi cualquier caso es la selección más blanda, con la que los movimientos de la carrocería están bien amortiguados. La suspensión Sport es una alternativa para quien quiera sentir más la carretera.

Según el manual, el ajuste que da mayor rigidez («Advance») se debe utilizar únicamente sobre firme en buen estado (hace al coche muy duro e incómodo si el asfalto es irregular).