Volvo S40 2.0D (2004) | Un interior con detalles peculiares

26/07/2004 |Enrique Calle

Los asientos del Volvo S40 tienen un relleno con una espuma más bien blanda, el apoyo que dan a la huella que deja la espalda es bueno, pero no recogen mucho el cuerpo porque tienen unos resaltes laterales poco pronunciados. Son parecidos a los que tienen otros Volvo. Hay pocos asientos en los que los reposacabezas queden tan bien situados para proteger al conductor en caso de accidente, a pesar de que no tienen ningún tipo de regulación (algo que es muy inusual).

La banqueta no está situada muy alta, ni puede ir tan baja como en un BMW Serie 3, un Mercedes Clase C, o un Audi A4. El conductor tiene muchas posibilidades de encontrar una posición al volante cómoda sea cual sean sus gustos.

No me parece que falten huecos para dejar objetos en las plazas delanteras, lo que ocurre es que algunos son inusualmente pequeños (como los hay en las puertas, donde apenas cabe una billetera y un teléfono pequeño).

En otros da la impresión de que se ha favorecido el diseño sobre la funcionalidad (es complicado coger cualquier objeto que esté detrás de la consola central «adelantada») y otros tienen unas proporciones inusuales. El ejemplo es la guantera; es estrecha, profunda e incómoda para alcanzar pequeños objetos situados en el fondo y sobre todo para meter la tarjeta SIM del teléfono móvil en el cajetín dispuesto al final y en la parte superior.

En este sentido, la solución del Volvo S60 es —en mi opinión— la mejor posible y la del S40 la peor que he visto en este sentido. Una buena alternativa es tener dos tarjetas SIM, una de ellas para llevarla permanentemente en el coche.

Entre los asientos hay un par de receptáculos para dos envases de bebida con una superficie de goma que se puede quitar para limpiar; estos huecos no tienen la forma adecuada para colocar latas de bebida, sino que están indicados para colocar algunas botellas grandes. Justo detrás hay un apoyabrazos que hace de tapa de un cajón de tamaño mediano.

La cerradura del contacto está en el salpicadero y la llave es de tipo eléctrico, al estilo Mercedes (con la cerradura colocada ahí es muy fácil atinar con la llave).

La instrumentación tiene detalles interesantes: en función de la cantidad de luz que haya en el exterior, el la pantalla de la consola central cambia, automáticamente la combinación del color del fondo con respecto a la información que en ese momento aparezca. No puede tener conexión automática de luces, lo que me parece un fallo en un coche moderno de este tipo.

Cuando el limpiaparabrisas automático está conectado aparece un testigo en la instrumentación; en otros coches este automatismo se acciona colocando la palanca en una posición determinada y en ocasiones cuesta distinguir cuando está conectado y cuando no.

Los botones de la consola central están bien ordenados, pero son pequeños y normalmente no se pueden manejar sin desviar la vista de la carretera.

Opcionalmente puede tener dos equipos de sonido distintos (hasta 12 altavoces), cargador de Mini Disc, brújula en el retrovisor, teléfono manos libres, la posibilidad de elegir diversas llantas de 16 y 17 pulgadas de diámetro o ventanillas laterales laminadas. Me ha parecido muy interesante la opción de faros de doble xenón (de serie en los «Summun») por la excelene luminosidad que dan en luces largas.