Volkswagen Touareg (2018) | Impresiones de conducción

25/02/2020 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

Nuestras impresiones sobre las reacciones del Touareg están referidas a la configuración más costosa posible, la que incluye suspensión neumática, dirección en las cuatro ruedas y estabilizadoras activas. Un conjunto de elementos que cuestan 7130 € cuando no vienen instalados de serie.  

Con estos elementos el Touareg es un coche cómodo y razonablemente ágil. El funcionamiento de la suspensión varía según el programa de conducción elegido, dado que los amortiguadores ajustan su firmeza conforme a la selección realizada. Las carreteras por las que hemos circulado (en Austria) estaban en buen estado, pero la impresión que nos ha dejado la suspensión es que trata con suavidad a los pasajeros y que contienen bien los movimientos de la carrocería.

Las diferencias con el Audi Q7 y el Porsche Cayenne, coches con los que comparte la base, no son grandes pero existen. El primero es más cómodo y el segundo más ágil.

El motor Diesel de 286 CV tiene un funcionamiento suave, se oye poco y mueve con soltura al Touareg. Tanta que seguramente, el motor de 231 CV sea más que suficiente para todos aquellos que no consideren imprescindible una capacidad de aceleración grande.

El cambio automático es de ocho marchas, con convertidor de par y engranajes epicicloidales. Hace los cambios con suavidad y rapidez aunque en ocasiones, nos ha ocurrido circulando rápido por una carretera de montaña, es preferible usarla manualmente para evitar que meta una marcha superior en situaciones en las que no es lo deseable.

El sistema de alumbrado más avanzado y costoso —«IQ.Light LED Matrix»— alumbra un área extensa con intensidad. La generación de zonas oscuras donde hay otros conductores se produce de forma progresiva, por lo que su funcionamiento no es molesto, como sí ocurre en el Volvo XC90. Hay más información en el apartado de técnica.

El sistema de proyección de la información sobre el parabrisas me ha gustado menos que los que emplean, por ejemplo, Audi, BMW y Mercedes-Benz. No es por falta de información (esta es abundante: velocidad a la que se circula y velocidad programada, señales de tráfico, indicaciones del navegador y gráficos de los asistentes de salida y cambio de carril y del programador de velocidad) sino porque se muestra de una manera que me ha costado más consultar. Quizás sea solo una cuestión de costumbre.