Volkswagen Touareg (2007) | Impresiones de conducción

26/07/2013 |Alfonso Herrero

El Touareg está disponible con distintos tipos de suspensión: una es de muelles helicoidales y otras dos de tipo neumático (una normal y la que Volkswagen denomina «deportiva»). Además, para la de muelles helicoidales hay una opción («tren de rodaje deportivo») que rebaja la altura del coche unos 25 mm. Lo que no tiene es el sistema de estabilizadoras activas del Cayenne.

La suspensión neumática con gestión electrónica es regulable en cuatro niveles (más información sobre los niveles de altura de la suspensión neumática normal) y tres grados de dureza: «Sport», «Auto» y «Confort» (más información sobre la amortiguación).

La suspensión neumática deportiva modifica además la altura de la carrocería en función del programa de amortiguación seleccionado (tabla con todas las alturas según el tipo de suspensión).

Todas las versiones tienen de serie la suspensión por muelles helicoidales excepto el V10 TDI y el W12 que llevan la neumática normal.

El Touareg que hemos probado más detenidamente, un V6 TDI, estaba equipado con la suspensión neumática deportiva y unos neumáticos de medida 275/45 R19.

Con esta configuración, aunque no deja de sentirse que estamos conduciendo un todo terreno, la respuesta del Touareg en carretera de un único carril por sentido es sorprendente para tratarse de un coche de casi 2.400 kg y 1,73 cm de alto.

Comparativamente, me parece que tiene mejor respuesta en las curvas lentas que en las rápidas, donde exige más confianza al conductor (algo que no se nota tanto en el Porsche Cayenne). Si seleccionamos el modo «Confort» en vías con curvas de radio amplio, como una autopista, puede ser igual de cómodo o incluso más que algunos turismos porque la suspensión responde con movimientos lentos y suaves a las irregularidades filtrando de forma eficaz los baches.

En todo caso es un coche relativamente estable, capaz de circular a un ritmo elevado sin que le afecte en demasía el estado del asfalto. A diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en un Range Rover Sport, en el Touareg el control de estabilidad no entra en funcionamiento constantemente si se circula rápidamente. Cuando entra en funcionamiento, no da la impresión de que frena al coche en exceso.

Probamos la suspensión de muelles helicoidales brevemente durante la presentación del Touareg. Es algo menos seca y hace que la carrocería oscile de forma lenta y con mucha amplitud, un movimiento que puede desagradar a algunas personas.

El motor V6 TDI da 239 CV (impresiones de conducción de la versión anterior del motor 3.0 TDI de 225 CV) y es una opción intermedia entre los otros dos motores Diesel, el cinco cilindros de 174 CV y el diez cilindros de 313 CV (prueba de la anterior versión V10 TDI).

Probamos el Touareg con motor Diesel de 313 CV al incio de su comercialización. Sus prestaciones son impresionantes y su consumo es elevado. Al ralentí, se aprecia el traqueteo característico de un motor Diesel, pero en marcha resulta mucho más suave.

La insonorización es buena y en el interior se escucha más el sonido de rodadura que el propio motor. Desde poco más de 1.500 rpm ofrece un empuje extraordinario hasta 4.000 rpm. Aunque la zona roja del cuenta vueltas comienza a 4.400 rpm, el cambio automático nunca sube de marcha más allá de 4.200 rpm; no merece la pena apurar tanto. De hecho, jugando con el cambio automático en su modalidad de uso manual secuencial podemos llegar a rebajar unas décimas de segundo en aceleración si realizamos los cambios con precisión antes de superar las 4.000 rpm. En nuestras mediciones, hemos apreciado diferencias en las prestaciones según la selección de cambio utilizada. En cualquier caso, la diferencia es tan escasa que me parece mucho más lógico dejar al cambio que haga su trabajo de forma automática.

El Touareg V10 TDI gastó una media de 13,2 l/100 km en un uso mixto por carretera y ciudad a ritmo suave. En las mismas condiciones de uso mixto pero a ritmo ágil, la cifra aumentó hasta 16,4 l/100 km. En conducción a fondo por carretera y campo, la media de consumo ha llegado hasta los 22,9 l/100 km, sin duda unas cifras a las que no estamos habituados en un coche con motor turbodiesel.

El motor gasolina de ocho cilindros en V y 350 CV (más información técnica sobre este motor) proporciona un empuje uniforme durante un régimen muy amplio y hasta que alcanza el régimen máximo de giro, que está poco antes de 7.000 rpm y tras dar la potencia máxima (6.800 rpm). Va acoplado a una caja de cambios automática, con función secuencial, de seis velocidades.

Este motor mueve con facilidad los 2.332 kg que pesa el coche. Según los datos oficiales, el Touareg V8 alcanza 234 km/h (244 km/h con la suspensión de muelles neumáticos), acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 s y consume 13,8 l/100 km. Funciona con gasolina de octano 95 o mayor.

El de gasolina de 280 CV tiene seis cilindros, 3,6 l de cilindrada e inyección directa (más información del motor). Con él, el Touareg alcanza 215 km/h (218 km/h si equipa la suspensión neumática) y acelera de 0 a 100 km/h en 8,7 s. El consumo medio es 13,8 l/100 km. Es un motor con una relación normal entre consumo y prestaciones. Hace más ruido a velocidad constante que el de 350 CV.

El cambio automático (tiptronic) tiene tres modalidades de uso seleccionables mediante la palanca de cambios: «D» (automática directa), «S» (automática sport) y manual con un mando secuencial. En cualquier de los modos, el cambio selecciona una marcha superior al llegar al límite de giro del motor.

Es un cambio satisfactorio para un uso normal pero si se quiere aprovechar todo el potencial dinámico del Touareg resulta lento; además, en el modo manual la palanca queda retrasada para accionarlo; esto es solucionable pidiendo la opción de levas en volante: están fijadas a la columna de dirección por lo que su accionamiento es posible incluso girando el volante. Las levas tienen un tamaño que permite usarlas sin mover las manos de volante.

La palanca de la versión 3.0 TDI con cambio manual tiene unos recorridos largos pero las marchas entran con facilidad.

La dirección tiene 2,9 vueltas de volante entre topes y un radio de giro que hace al Touareg manejable para su tamaño. El grado de asistencia es variable con la velocidad; de este modo, al callejear por ciudad requier poco esfuerzo girar el volante, mientras que por carretera tiene un tacto más firme que le resta imprecisión.

El Touareg es capaz de detenerse en pocos metros gracias al correcto funcionamiento del ABS y a un generoso equipo de cuatro discos ventilados con pinzas monobloque de seis y cuatro pistones respectivamente en el eje delantero y trasero.