Volkswagen Touareg V10 TDI 5.0 (2003) | Puesto de conducción como un turismo de lujo

01/10/2004 |Víctor M. Fernández

El puesto de conducción es muy similar al de un turismo de lujo y resulta muy cómodo. Tiene regulación eléctrica del volante y de los asientos delanteros, con múltiples reglajes que permiten encontrar la posición más cómoda de forma milimétrica. Los asientos delanteros son cómodos y están calefactados, algo que se agradece en los meses de frío, pero ofrecen una sujeción lateral escasa. Los pedales están acabados en aluminio con pequeñas bandas de goma antideslizante. Aun así, pueden resultar resbaladizos cuando se conduce con las suelas mojadas.

Además de encontrar numerosos huecos y guanteras donde alojar distintos objetos, todos los mandos se accionan con facilidad, su manejo es muy intuitivo y su distribución es acertada, aunque algunos conmutadores de la parte derecha de la consola central pueden quedar algo alejados del conductor dadas las dimensiones interiores. Me ha gustado especialmente el diseño, tamaño y ubicación de las levas del cambio secuencial que hay detrás del volante. A pesar de que son opcionales (870 €), su manejo es comodísimo a la hora de cambiar, aunque también han desplazado un poco hacia abajo a las palancas de conexión de los intermitentes y limpiaparabrisas.

El volante tiene integrados unos mandos para el manejo del equipo de sonido, el control de velocidad de crucero, el teléfono manos libres, ordenador de viaje y el navegador (opción de 2.475 €). Mediante un botón se van seleccionando los distintos menús que se visualizan en la pantalla en color de la instrumentación. Dichos mandos del volante se pulsan con facilidad, pero están tan agrupados que obligan a mirarlos para saber cual pulsamos.

La instrumentación es abundante en información y el generoso tamaño de sus indicadores permite una lectura rápida, aunque durante el día se pueden producir reflejos que dificultan su visión. La pantalla en color permite también advertir posibles averías mecánicas, nos marca la temperatura exterior, hora y fecha, nos indica si están abiertas puertas o capós y nos ofrece la completa información del ordenador de viaje que realiza tres mediciones al mismo tiempo: desde la salida, desde el último repostaje y total. Además, nos muestra el tipo de cambio y marcha seleccionada, el nivel de la suspensión y su dureza o hasta verificar la presión de cada neumático de forma independiente (el control de presión es una opción de 455 €).

Otro de los elementos que me ha parecido muy cómodo en el Touareg V10 es el sistema «Keyless Access» de apertura, arranque y cierre sin necesidad de introducir la llave en ningún lugar, basta llevarla en el bolsillo. El botón de arranque está situado junto a la palanca de cambios en forma de «T» que está rematada en cuero y madera de raíz de nogal.

La visibilidad hacia atrás sería correcta si no fuera por el reposacabezas central trasero, que es de gran tamaño y tapa la visión por el retrovisor interior. Durante la prueba yo opté por quitar dicho reposacabezas y la amplitud visual mejoró de forma radical. Por el contrario, los parasoles delanteros son dobles, lo cual resulta muy práctico para impedir que nos deslumbre la luz que puede entrar por el lateral.