Volkswagen New Beetle 1.6 y 1.8T (2000) | El Beetle más potente

25/05/2000 |Víctor M. Fernández

Con el motor 1.8 Turbo 20 válvulas de 150 CV, el carácter del New Beetle cambia. Este motor es muy progresivo y elástico, lo que hace muy agradable la conducción ya que —incluso en marchas largas— disfrutamos de una buena respuesta.

En el New Beetle 1.8 T, la sensación de aceleración y velocidad es destacable, capaz de satisfacer a conductores que buscan buenas prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h anunciada en 9,1 segundos. Sin embargo, su mala aerodinámica (con un Cx 0,38) le impide superar los 203 km/h de velocidad máxima, cuando el Volkswagen Golf (Cx 0,31), con el mismo motor de 150 CV, alcanza 216 km/h.

Como Volkswagen no ha pretendido realizar un deportivo radical, sino un coche ágil y fácil de conducir, la amortiguación cumple un compromiso intermedio entre confort y estabilidad. Las suspensiones no son por tanto muy duras y también presentan rebotes que, en una conducción muy exigente, pueden restar confianza. El New Beetle 1.8 T tiene unas reacciones progresivas y una elevada estabilidad, pero el eje trasero es más sobrevirador de lo normal al «ahuecar» en medio de un apoyo con el control de estabilidad (ESP) desconectado.

En condiciones normales (es decir, con el ESP activado) el comportamiento es bueno y el sistema de control de estabilidad nos ayuda a corregir pérdidas de adherencia con facilidad. Sin ser un verdadero deportivo, con el New Beetle 1.8 T se puede disfrutar de una conducción deportiva y rodar a un ritmo muy rápido.

El alerón escamoteable que se ha situado sobre la luna posterior es el único elemento que permite distinguir exteriormente al 1.8 T del resto de los New Beetle. Dicho alerón incrementa aerodinámicamente el apoyo de las ruedas traseras y sale de forma automática en cuanto el coche supera los 150 km/h, aunque también podemos extraerlo a través de un botón escondido bajo el salpicadero. Y digo escondido porque tuve que preguntar dónde estaba ya que fui incapaz de encontrarlo, y mira que busqué por todas partes.