Volkswagen Lupo 3L TDI (1999) | Para cuatro personas y con escaso equipamiento

19/09/2000 |Víctor M. Fernández

El Lupo 3L TDi tiene la desventaja de estar homologado para sólo cuatro pasajeros. Dos pasajeros de talla media viajan en las plazas traseras con cierta amplitud, con una altura libre al techo y un espacio para las piernas suficiente.

El acceso a las plazas traseras no es demasiado incómodo siempre que los asientos delanteros no estén muy atrás. El respaldo posterior tiene dos posibles inclinaciones que permiten aumentar ligeramente el volumen del maletero. En cualquiera de las dos posiciones se viaja cómodamente. Con tan sólo 130 litros de volumen, el maletero se llena con dos bolsas de viaje. Es pequeño, con escasa profundidad y poca altura. Con los asientos traseros abatidos aumenta la capacidad de carga hasta 830 litros.

El puesto de conducción es correcto y el volante (de magnesio) se puede regular en altura, aunque el tacto de su aro de plástico es mejorable. Los asientos sujetan bien el cuerpo y tienen un mullido duro que se agradece en los viajes largos al mantener la espalda más erguida.

La visibilidad desde el interior es buena y todos los mandos están situados en una posición lógica, aunque los de la climatización quedan un poco lejos. En la instrumentación, el termómetro de agua se ha sustituido por un indicador de consumo instantáneo y también encontramos un medidor digital de consumo medio.

El equipamiento del Lupo 3L es escaso, para aligerar peso; no tiene elevalunas eléctricos, cierre centralizado, dirección asistida o aire acondicionado, ni siquiera en opción. A cambio, equipa de serie doble airbag delantero, ABS, cuatro reposacabezas, reglaje de altura de faros desde el interior y un radiocasete con cuatro altavoces. Los airbags laterales delanteros se ofrecerán opcionalmente en este coche a partir de otoño.

El acabado interior es correcto, pero los materiales plásticos utilizados en el salpicadero no me acaban de convencer, sobre todo, el plástico rugoso utilizado en la parte superior, que además de dificultar su limpieza, tiene un tacto muy áspero. Por otro lado y, aunque cuenta con múltiples huecos para depositar objetos, en el Lupo 3L se echa en falta una guantera con tapa.