Toyota Urban Cruiser (2009) | Impresiones del interior

14/12/2010 |Alfonso Herrero

A pesar de la altura de la carrocería, que supera el metro y medio, el interior no tiene mucho espacio para personas de gran estatura, especialmente en las plazas traseras. Tampoco tiene mucha anchura interior.

El puesto de conducción es correcto. Durante el tiempo que he tenido el coche no me he sentido a gusto con el respaldo del asiento; como no tengo claro si ha sido cosa mía o no, recomiendo probarlos. En todo caso, y gustos personales a parte, para una conducción por carreteras de curvas les falta proporcionar mayor sujeción.

Las plazas traseras, con una configuración 60:40 (imagen), pueden deslizarse longitudinalmente unos 14 cm —excepto en la versión de tracción total—. Este sistema, que creo debería estar disponible en todos los coches o al menos en los de pequeño tamaño, permite configurar las necesidades de espacio en las plazas traseras o el maletero.

Por ejemplo, si una pareja se va de viaje con su equipaje, se pueden adelantar los asientos traseros y ganar sitio en el maletero. Con los asientos retrasados caben dos maletas —una pequeña y otra mediana— y sobra espacio (imagen). Con los asientos totalmente adelantados, hay sitio suficiente para llevar tres maletas de distinto tamaño (imagen).

Una silla infantil, en función del modelo, puede ser difícil trasportarla. Nosotros hemos probado con dos modelos: Loola Up! de bebécomfort y Chicco (imagen); la primera iba muy justa, la segunda, que es menos voluminosa, entraba cruzada.

El Urban Cruiser tiene una cerradura para desconectar el airbag frontal del pasajero delantero. De este modo es posible llevar una silla infantil del Grupo 0+ (que son las que se llevan en sentido contrario a la marcha); este tipo de silla también se puede colocar detrás (imagen) con no mucha dificultad. Lo que no es del todo cómodo es la utilización del cinturón trasero central.

Como en otros coches, cuando no se utiliza se recoge en el techo; para emplearlo, hay que fijar dos anclajes: la hebilla normal que hay que enganchar en cualquier cinturón (rojo) y otra segunda hebilla (negra) que hace de segundo punto de fijación al otro lado de la cadera (junto con el del techo y la hebilla normal forman los tres puntos de anclaje). Si no se va a utilizar esa plaza y queremos recoger el cinturón en el techo es necesario la llave del coche o una herramienta similar a la espada de una llave para poder desenclavar la hebilla negra. Imagino que será así por algún motivo pero no se me ocurre cual. Las dos plazas traseras próximas a las puertas tienen unos anclajes Isofix para sillas infantiles.

No tiene materiales lujosos de recubrimiento. Todos los plásticos son duros y, en general, tienen buena presencia. Como es habitual en Toyota, todas las piezas están bien encajadas entre sí.

Además de la doble guantera del salpicadero (imagen), hay un hueco muy útil en la parte inferior de la consola con un fondo inclinado que impide que lo que dejemos ahí colocado salga despedido en las curvas o si aceleramos mucho. Esta zona está iluminada.

El cuadro de instrumentos es muy sencillo. Está dividido en tres zonas, en la central está el velocímetro y el cuentarrevoluciones (imagen); en la izquierda un indicador digital de nivel de combustible, el de recomendación de cambiar de marcha y diversos testigos; en el derecho, el ordenador y otras indicaciones (imagen). Éste da datos del consumo instantáneo, medio, velocidad y distancia recorrida. Según el manual de instrucciones, la velocidad y el consumo medio se pueden poner a cero pulsado un botón; en nuestra unidad al menos, la velocidad se reiniciaba al poner el motor en marcha y el consumo al repostar.

De los mandos que hay en el volante sólo están iluminados el redondo que hay a cada lado (imagen) —si no lleva Bluetooth, sólo hay mandos en el lado izquierdo (imagen) para el equipo de sonido—. Tampoco están iluminados los que sirven para regular los retrovisores y plegarlos.

Maletero

No me ha gustado el gran escalón que hay desde el borde de carga hasta el piso. Esto dificulta cargar objetos voluminosos, como una maleta pesada o un carro infantil.

La bandeja que oculta el equipaje va anclada a los dos puntos de pivote directamente, sin ningún casquillo de plástico; me parece una solución barata y poco efectiva (se me ha soltado varias veces la bandeja al golpear contra ella el equipaje que llevaba en el maletero).

El volumen de carga se puede ampliar abatiendo los asientos traseros. Primero hay que levantar la banqueta hacia delante y luego bajar el respaldo. La superficie que queda no es una continuación plana del piso del maletero (hay un escalón grande; imagen).