Toyota Prius (2016) | Impresiones de interior

23/11/2016 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

El Prius es un coche con una amplitud normal salvo por la anchura disponible en las plazas traseras, que es menor de lo habitual en los coches de longitud parecida (tabla comparativa). En general, apenas hay diferencia con el modelo anterior (más información del Prius 2009). Es posible que el acceso a las plazas traseras (imagen) sea más incómodo, pues el techo está más bajo, la puerta es más pequeña y cuesta más pasar el pie entre la banqueta y el pilar central.

En las plazas delanteras se tiene una mayor sensación de espacio porque Toyota ha cambiado la consola de tipo «puente» por una de diseño más convencional, que va más abajo. Por el contrario, esto ha supuesto que la palanca selectora del cambio (imagen) esté más lejos del volante y no caiga tan a mano. Los marcos que rodean la palanca, parte del volante y la superficie superior de la consola son de un plástico blanco brillante (imagen) sea cual sea el color de la carrocería. No son las únicas piezas brillantes, también lo es, aunque en este caso de color negro, el marco que rodea la pantalla y los mandos de la climatización (imagen). Este plástico se ensucia con facilidad (o al menos resulta muy evidente cuando no está perfectamente limpio) y produce brillos en función de la posición del sol.

Los asientos delanteros (imagen) son nuevos, dan más sujeción y nos han parecido cómodos. Tienen ajustes manuales excepto para el apoyo lumbar, que es eléctrico (elemento del que sólo dispone el conductor). Los botones de la calefacción siguen estando en un lugar incómodo de utilizar (debajo de la consola; imagen del botón del asiento delantero). El volante (imagen) está menos tendido que antes (20 grados en vez de 24) y se puede regular en altura y profundidad. Incluso las personas altas que han probado el coche han encontrado una posición de conducción cómoda.

El cuadro de instrumentos —compuesto por dos pantallas a color de 4,2 pulgadas (imagen)— sigue estando colocado en el centro y muestra abundante información sobre el funcionamiento del sistema híbrido. Desde esa pantalla y haciendo uso de los mandos del volante, se pueden controlar muchas funciones como cambiar la temperatura del climatizador, activar o desactivar los sistemas de ayudas a la conducción y controlar la radio. Otras cosas más específicas hay que manejarlas desde la pantalla grande del salpicadero (imagen), que no conviene manipular en marcha porque no tiene mandos que se puedan encontrar al tacto.

La guantera (imagen) sigue sin estar iluminada (además es pequeña y no está forrada), como tampoco lo está el cajón que hay bajo el apoyabrazos central, al que ahora se accede levantando la tapa hacia un lateral (imagen) en vez de hacia arriba. Esta apertura es conveniente para el conductor (pues no tiene que apartar tanto el brazo) pero no para el acompañante.

En la consola hay dos portalatas y una superficie de recarga inalámbrica para móviles (imagen) que dispongan de esta tecnología. También es un espacio en el que se pueden dejar algunas cosas pero teniendo en cuenta que, depende de lo que sea, es posible que se deslice en las curvas por el plástico blanco y acabe cayendo en la zona de los pies del conductor o del pasajero. No hay palanca de freno de mano que moleste, pero no porque Toyota emplee un freno de estacionamiento eléctrico, sino porque sigue siendo mediante un pequeño pedal colocado a la izquierda del freno normal.

El climatizador tiene en cuenta qué plazas están ocupadas (la del pasajero delantero mediante un sensor en el asiento y las traseras teniendo en cuenta si se han abierto) para reducir el flujo de la climatización en los lugares donde no hay ocupantes. En las plazas traseras sólo hay salidas del sistema de climatización en los pies. Tampoco hay luces de lectura (está la luz del plafón del techo, pero no unas destinadas exclusivamente a ese fin). Quien tenga que colocar sillas de niño con anclajes ISOFIX agradecerá que ahora estos vayan enmarcados en unas piezas de plástico, lo que facilita la colocación de la silla (imagen de los asientos traseros). 

El maletero tiene 502 litros de capacidad, 57 más que antes. Es un volumen grande para un coche de esta longitud (el de un BMW Serie 3 tiene 480 litros). El aumento se consigue, en parte, gracias a que la batería ha pasado de estar colocada tras los asientos traseros a estar bajo ellos, pero, sobre todo, porque ahora el Prius viene con un kit de reparación de pinchazos (imagen) en vez de con una rueda de emergencia, por lo que se ganan 11 cm de altura. Aun así, el maletero es poco alto dado que solo hay 43 centímetros entre el piso y la cortinilla que lo cubre. En los mercados en los que el Prius lleva rueda de emergencia, la capacidad del maletero es 457 litros.

El portón deja un acceso amplio al maletero y el equipaje se puede ocultar con una bandeja textil enrollable que no siempre es fácil de colocar a la primera porque Toyota sigue sin poner unas guías en los laterales para que se desplace por ellas. 

En los laterales hay dos pequeños ganchos escamoteables donde colgar bolsas, pero no hay una toma de corriente. Sí la hay en las plazas traseras y en las delanteras, ambas de 12 V. Delante también hay una conexión USB.