Toyota Prius (2006) | Prueba de 165.000 km | Desarrollo de la prueba

30/10/2007 |Redacción de km77.com

Toyota Prius. Prueba de larga duración.

km77.com ha llevado a cabo una prueba de larga duración del Toyota Prius. Utilizamos el coche de forma normal por todo tipo de carreteras y por ciudad. El objetivo no fue ni provocar un desgaste acelerado ni —por el contrario— evitar en lo posible el desgaste y buscar el mínimo consumo. Tampoco fue nuestro objetivo hacer el mayor número de kilómetros en el menor periodo posible.

Actualizamos los comentarios de la prueba una vez cada 15.000 km (el periodo de revisión) y siempre que hubo alguna incidencia. Actualizamos regularmente el historial de consumo, los gastos de mantenimiento, el resumen de incidencias y una versión extractada de los que nos parece lo mejor y lo peor del coche hasta ahora.

Realizamos la prueba con carburante BP Ultimate.

Prueba comparativa con un Prius nuevo a los 164.000 km. 30-10-2007

La prueba de larga duración terminará a los 165.000 km, con la primera revisión después de que expire la garantía del sistema híbrido (que dura ocho años o 160.000 km).

Con algo más de 164.000 km, hemos hecho una comparación entre nuestro Prius y una unidad de prensa que tenía 6.500 km, con el objetivo de comprobar las diferencias de funcionamiento, manejo y estado general.

Al comparar el funcionamiento, queda claro que el Prius está concebido y fabricado para funcionar un número de kilómetros mucho mayor del que hemos hecho. La aceleración de nuestra unidad es exactamente la misma que la de la unidad nueva; la diferencia que podemos registrar es despreciable y a favor del nuestro. Si se pone un coche a lado del otro y los conductores aceleran al mismo tiempo, aparentemente ninguno se separa del otro.

Nuestro Prius, con 164.000 km, gasta menos que el nuevo. Es algo que nos ha resultado chocante, sobre todo porque nuestro Prius tiene unas ruedas con más agarre (Continental PremiumContact2) y supuestamente más resistencia a la rodadura que las Michelin Energy que llevaba el Prius nuevo.

Precisamente por lo chocante del dato hemos medido varios recorridos de consumo, siempre con el mismo resultado: el nuevo gasta más. La diferencia varía según el tipo de recorrido. En un recorrido por carretera de doble sentido con un desnivel mediano (más información sobre este recorrido) y aceleraciones fuertes, el nuevo ha gastado 6,2 l/100 km y el nuestro, 5,7.

En un recorrido por carretera de sentido único que comienza y termina en el mismo sitio, con menos cambios de carga y menos desnivel que en el primer recorrido pero a una velocidad media más alta (135 km/h en el programador), el nuevo ha gastado 6,0 l/100 km y el nuestro, 5,7.

En circulación normal por ciudad y alrededores también queda claro que el nuevo gasta algo más. Con el nuestro lo normal es bajar de 6 l/100 km y con el nuevo hay que tener un poco de cuidado para bajar de esa cifra.

Al margen de que las pequeñas diferencias entre unidades favorezcan a la nuestra, la única explicación que encontramos es que el nuevo no este perfectamente rodado con 6.500 km. En nuestra unidad también ocurrió que el consumo cuando estaba nuevo era algo más alto (quitando los primeros kilómetros, en los que circulamos despacio para rodar el motor), pero la diferencia no era tan grande como la que hay entre esa unidad de pruebas y la nuestra con 164.000 km.

Sea como fuere, queda claro que el motor y el sistema eléctrico de nuestra unidad funcionan perfectamente, dado que no ha habido pérdida de prestaciones, aumento del consumo de carburante o lubricante (que es prácticamente nulo).

En el manejo, la diferencia más evidente es el tacto de los frenos. El nuestro tiene menos mordiente y un tacto más esponjoso. Nos cambiaron las pastillas de freno delanteras a los 66.500 km cuando les quedaban más de la mitad. Después de otros 98.000 km, a las pastillas delanteras les queda un cuarto de vida útil y los discos delanteros habrá que cambiarlos con el próximo juego de pastillas. Las pastillas y discos traseros prácticamente no tienen desgaste.

La segunda diferencia de manejo importante se debe a los amortiguadores. Nuestra unidad tiene mejor agarre y tacto de dirección debido a los neumáticos (agarran más y duran menos), pero va más suelta que la unidad nueva. Al pasar por ciertas irregularidades, el movimiento vertical de la carrocería se ve mucho menos amortiguado y la precisión de la trayectoria en curva también es menor sobre firme irregular.

Las dos diferencias de manejo se deben al desgaste de dos elementos —frenos delanteros y amortiguadores— que han durado en buen estado mucho más de lo normal.

En el estado general del coche es claramente perceptible cuál es el nuevo y cuál es el viejo. Lo que resulta muy difícil es deducir, por el desgaste aparente, que el viejo tiene 164.000 km. El cuero del asiento está más agrietado (imagen), hay rayas en algunos de los elementos de plástico del salpicadero, el cuero del volante está más brillante (imagen) y alguna de las palancas ha perdido el aspecto mate (imagen).

Las diferencias de estado general son principalmente de acabado, no hay elementos que funcionen peor. Por ejemplo, el relleno del asiento no ha cedido y —de hecho— es imposible saber cual es el nuevo sólo con sentarse en él. Los elementos que se mueven, como el mismo asiento, los retrovisores, las puertas o las palancas, lo hacen con la misma firmeza en las dos unidades.


El acelerador se ha atascado a fondo varias veces. Cambiamos de nuevo el parabrisas. 17-09-2007

A lo largo de la prueba, el pedal del acelerador se ha quedado enganchado cuando estaba a fondo en cinco ocasiones. En dos de ellas, esto ha sucedido unos instantes, antes de volver a su posición más alta. En las otras tres, el conductor ha tenido que meter el pie por debajo del pedal para levantarlo.

Hasta la última vez que ha sucedido, estábamos convencidos de que era a causa de la alfombrilla, que estaba mal colocada. Cuando lo compramos, no le colocaron las alfombrillas que corresponden a este coche.

La última vez que ha ocurrido, al levantar el pedal ha sonado algo que podría ser metálico y que definitivamente hace pensar que no es la alfombrilla. Hemos intentado reproducir el fallo pero no lo hemos conseguido. Ha ocurrido siempre en carretera y en caliente.

Con algo más de 156.000 km, de nuevo hemos tenido que sustituir el parabrisas (la primera vez fue con 51.000 km, hace algo más de un año). Esta vez, en lugar de ir a un concesionario oficial, nos dirigimos al servicio de cambio rápido de lunas que la empresa Carglass tiene en la calle Benidorm nº 26 de Madrid. Llamamos el miércoles 29 de agosto; como no tenían existencias del parabrisas del Toyota Prius, nos dijeron que nos avisarían cuando estuviese. El lunes siguiente nos llamaron y quedamos para el martes. Llevamos el coche sobre las 10.00 de la mañana y lo recogimos sobre las 12,30 h. El trato fue amable y nosotros no tuvimos que hacer ninguna otra gestión porque ellos se ocuparon de hablar con la compañía de seguros (hay ciertas compañías de reparación de lunas que trabajan directamente con compañías de seguros). Cuando recogimos el coche, en el suelo había numerosos restos del material sellante de la luna que retiraron. El parabrisas parece idéntico al original y también tiene impresa la marca "Toyota".

Tras reparar el parabrisas, uno de los dos ruidos de carrocería que tenía el Prius ha desaparecido. Era un ruido que parecía provenir de la base del parabrisas. Hay otro ruido que permanece, es como si una lámina metálica vibrara en una frecuencia alta. No suena siempre y, cuando lo hace, no dura mucho. No parece que haya unas condiciones que favorezcan la aparición de este ruido; puede aparecer en frío o en caliente, por carreteras lisas o bacheadas.

Comprobación de amortiguadores y revisión de los 150.000 km. 22-08-2007

Últimamente hemos notado que en ocasiones la carrocería del Prius tiene unos movimientos de cabeceo y balanceo mayores que cuando era nuevo, así que fuimos a comprobar los amortiguadores a las instalaciones que el concesionario Supra Gamboa tiene en la calle Antonia Rodríguez Sacristán de Madrid. El resultado de la comprobación fue que «los amortiguadores delanteros están al 71 y 73% de efectividad, los traseros al 55 y 56%». Nos recomendaron cambiar los amortiguadores traseros, con un presupuesto aproximado de 500 euros.

Sin embargo, la máquina que usaron para la comprobación no da como resultado el porcentaje de efectividad de los amortiguadores, sino un parámetro que da poca información sobre el estado de desgaste de los amortiguadores (más información). La mayoría de las máquinas que se emplean para comprobar amortiguadores son de este tipo. Por otras comprobaciones que hemos realizado parece que los amortiguadores de nuestro Prius no están excesivamente desgastados, pero de momento no hemos conseguido saber con precisión cuál es el desgaste. Sí que creemos que, aunque ese desgaste sea escaso, influye en el tacto de conducción (quizá esa diferencia de tacto también tenga que ver con los neumáticos, diferentes a los anteriores juegos).

Los neumáticos actuales (Continental Premium Contact 2) tienen más agarre que los anteriores dos juegos que hemos montado (Michelin Pilot Primacy), cosa que se percibe sobre todo en carreteras lentas. Por ahora hay mucha diferencia de desgaste: los actuales llevan menos de 30.000 km de uso y les queda un tercio de dibujo útil, por lo que -si el desgaste sigue a este ritmo- durarán unos 40.000 km, mucho menos que los dos primeros juegos (66.000 y 60.000 km).

Ya llevamos más de 20.000 km recorridos con la actualización del navegador instalada y seguimos sin notar grandes diferencias con respecto a la versión que nuestro Prius tenía de fábrica; desde luego las diferencias parecen mucho menores de las que muestran los mapas de cobertura que hay en la web de Toyota. En general, no creemos que sea recomendable desembolsar los 159 € que cuesta.

La revisión de los 150.000 km la hicimos en Compostela Móvil, concesionario oficial de Toyota en Santigo de Compostela. Los trabajos que llevaron a cabo no fueron perfectos, pero fue de las mejores que hemos realizado hasta el momento.

El trato fue inmejorable; nos atendieron inmediatamente, con amabilidad y cumplieron con los tiempos de revisión. Sin embargo, el trabajo llevado a cabo pudo ser mejor: no comprobaron la presión de la rueda de repuesto (a la que le faltaba aire) y no repararon una bombilla de posición del piloto derecho, que no lucía.

El proceso de recepción del vehículo fue tan atento y coordinado que nos llegó a dar la impresión de que sabían que se trataba del vehículo de pruebas de km77.com. Mientras recepcionaban el coche y elaboraban la documentación, un mecánico comprobaba en el elevador -con los puntos de apoyo bien colocados- que el coche no tuviera ningún daño o desgaste imprevisto. Además, nos dieron la oportunidad de hablar con el mecánico.

Por teléfono solicitamos el «Servicio Express» (efectúan la revisión en menos de una hora), pero no nos aseguraron que pudieran hacerlo porque esa revisión requiere más trabajo que las anteriores (la sustitución del líquido anticongelante del motor térmico y del inversor del circuito eléctrico). Una vez allí, dijeron que tardarían una hora en revisar el coche y una hora y media si queríamos que lo lavasen.

El tiempo de espera estuvo dentro de lo previsto y nos entregaron el coche muy limpio por fuera (y seco) y aspirado por dentro. También lavaron el motor con agua a presión y detergente (ha quedado muy bien). La carrocería la lavan con una máquina de rodillos de las que tienen tiras de espuma, en lugar de hilos de plástico.

Sin solicitarlo, nos entregaron una comprobación del estado de los amortiguadores, de la alineación de la dirección y de la potencia de frenado (todo con maquinaria de la marca «Ryme»).

En este caso el resultado fue de los amortiguadores delanteros fue un 66 y 65% (izquierdo y derecho, respectivamente) y los traseros un 59 y 62%. No nos recomendaron cambiarlos: nos informaron de que un valor por encima del 50% significa que la suspensión está en buenas condiciones. Es el mismo tipo de máquina que utilizaron en el taller donde llevamos a que comprobaran los amortiguadores, así que en este caso tampoco tenemos datos sobre el estado de desgaste de los amortiguadores.

También nos entregaron una hoja con los resultados obtenidos por el ordenador que comprueba si el coche tiene fallos memorizados (no tenía ninguno) y otra con el resultado de la comprobación de la batería (que está en buenas condiciones).

Dentro del coche, en una bolsa, nos dejaron los dos filtros que reemplazaron y el sobrante del bote de líquido de frenos (Dot4). A la salida del concesionario nos pareció que el nivel de aceite era correcto, pero al volver a controlarlo, después de que reposara toda la noche, comprobamos que estaba por encima del máximo (tenía 300cc de más). El anticongelante del motor térmico también estaba por encima del máximo (550 cc de más).

El coste total de la factura fue 202,95 €, un 21% menos de lo previsto en la calculadora de mantenimiento de Toyota (257€) .

Como en otras ocasiones, dos días después de la revisión recibimos una llamada del concesionario para saber si estamos satisfechos con el servicio. En concreto nos preguntaron sobre el procedimiento de recepción, de elaboración del presupuesto y el resultado final del servicio.

Actualización del navegador y revisión de los 135.000 km. 18-06-2007

El vienes 18 de mayo hicimos el pedido de la actualización del DVD del navegador; utilizamos la página web de Toyota. Enseguida nos llegó una confirmación del pedido y el martes 22 llegó el DVD con la actualización. El proceso de actualización fue muy sencillo: sólo hay que expulsar el DVD anterior, introducir el nuevo y esperar a que el sistema se actualice.

En teoría, la diferencia de cobertura en España entre la versión que teníamos y la nueva es importante, pero nosotros no hemos notado las diferencias prácticas que cabe esperar; como se puede ver en ese mapa de cobertura, todavía hay extensas zonas en España en las que no hay información detallada.

La información que tienen los compradores sobre el sistema de navegación y sus actualizaciones es muy escasa; puede llevar a pensar que se está adquiriendo un sistema con más prestaciones de las que en realidad tiene (más información).

La información de los mapas procede de la empresa Navteq. La forma en que cada marca de coches hace uso de esta información y la rapidez de implantación de la misma varía. Hemos probado coches que también usan los datos de Navteq, con una información sobre zonas que en el sistema actualizado del Prius aún no figuran.

En el servicio de la página web de Toyota nos cobraron por la actualización 131,40 € más un 21% de impuestos, 159,00 € en total. No es aconsejable comprarlo a través de Internet, es mejor encargarlo en un concesionario (más información).

Hemos pasado la revisión de los 135.000 km en las instalaciones que el concesionario oficial Toyota «Cumaca Motor» tiene en la Avenida Velázquez de Málaga. Ha sido uno de los peores que hemos visitado.

Cuando dejamos el coche, nos entregaron un presupuesto previo que incluía tres unidades de «bote agua destilada»; nos informaron de que se usaba para «rellenar los líquidos lavaparabrisas y anticongelante». Aunque en el momento de la recepción todavía no podían saber si hacía falta rellenar esos líquidos, sí tenían claro que lo iban a cobrar. Lo hicieron, aunque todos los niveles estaban al máximo.

Mientras esperábamos, nos informaron de que era necesario cambiar las pastillas de los frenos; les transmitimos nuestra extrañeza porque ya nos las cambiaron (a medio uso) cuando el coche tenía 66.000 km. Insisitieron porque «estaban muy gastadas y había que sustituirlas». Finalmente no lo hicieron, porque les faltaba el recambio. Las pastillas más desgastadas (las delanteras) todavía están a mitad de uso, pueden recorrer más de 60.000 km antes de que sea recomendable cambiarlas.

Antes de entregar el coche, deshinchamos uno de los neumáticos para poder comprobar si corregían la presión. Corrigieron la presión del neumático desinchado, pero no nos advirtieron de que perdía aire.

Para que no nos pusieran aceite de más (como ha ocurrido en todas las revisiones), dijimos que queríamos 3,2 l en lugar de los 3,7 que se debe poner. Fue inutil, nos pusieron 250 cm³ de más y nos cobraron 4,0 l en vez de 3,7.

A la hora de recogerlo (se retrasaron media hora con respecto a la hora pactada) nos entregaron el coche lavado con máquina de rodillos, cosa que hasta ahora siempre hemos evitado. En esta ocasión no tuvimos la precaución de advertir que preferíamos que no lo hicieran. El importe total fue 89,64 €, ligeramente menor que el previsto en la calculadora de mantenimiento de Toyota (91 €).

Cambio de neumáticos y presencia en Motortec. 16-05-2007

El segundo juego de neumáticos ha durado 60.000 km, 6.000 km menos que el primero. Los dos eran de la misma marca y modelo (Michelin Pilot Primacy) y en ambos casos los hemos ido rotando según las instrucciones del manual (hasta tres rotaciones por juego).

El uso ha sido muy similar y las condiciones también, salvo que el primer juego lo hemos utilizado de abril a octubre y, el segundo, de octubre a abril (un periodo más frío y mucho más húmedo). Habida cuenta de la diferencia de duración, cabe pensar que los neumáticos que tenía el coche de serie no eran iguales que los de reposición. En los dos casos el desgaste ha sido uniforme entre los cuatro y en toda la superficie de cada uno de ellos.

Hemos realizado el cambio con unos 2 mm de dibujo; es decir, algo antes de llegar a los testigos que indican que hay que cambiarlos. Hemos aguantado tanto para poder comparar la duración de este segundo juego, pero en los últimos viajes con el Prius no estábamos a gusto. Con 2 mm de dibujo, la estabilidad empezaba a ser inquietante cuando había mucha agua en la carretera.

Nos parece que lo más recomendable es cambiarlos con unos 3 mm de dibujo; aguantar hasta los 2 mm en vez de cambiarlos con 3 mm supone ahorrar 72 € (siempre y cuando se hayan rotado los neumáticos y el desgaste sea uniforme). Es una cantidad despreciable con relación a otros gastos que genera el coche; en algunos de los últimos viajes, habríamos pagado más de eso por tener unos neumáticos que fueran mejor sobre agua.

Los nuevos neumáticos que hemos elegido son unos Continental Premium Contact 2, con las medidas y especificaciones originales (195/55 R16 87 V). Tenemos buenas experiencias con los primeros Premium Contact y curiosidad por ver cómo van los Premium Contact 2. Descartamos neumáticos más baratos (como Hankook Ventus Prime K105 o Yokohama C.Drive) y más caros (por ejemplo Goodyear Eagle NCT5 y los Michelin Pilot Primacy).

Los encargamos en neumáticos-online.com; el precio total del cambio fue 438,81 € (IVA Incluido). Para los mismos neumáticos y servicio de montaje (con equilibrado y cambio de válvula), en las tiendas Aurgi nos dieron un presupuesto de 531,40 €, en FeuVert 550,24 € y en Norauto, 565,40 €.

En general, hemos quedado satisfechos con el servicio de neumáticos-online.com y del taller al que nos dirigimos, aunque con algunas reservas (más comentarios). Para que este servicio de compra por Internet sea satisfactorio, hay que tener programado el cambio con cierta antelación porque el plazo de entrega es algo mayor que en una tienda.

Si el segundo juego de neumáticos no ha durado tanto como el primero, con las escobillas del limpiaparabrisas ha ocurrido lo contrario. Las primeras las usamos poco y las tuvimos que cambiar pronto. Las segundas (compradas en Toyota por 43,38 €) llevan mucho más uso y siguen barriendo bien.

El Toyota Prius con el que estamos haciendo esta prueba de larga duración estuvo expuesto en la feria Motortec, en el stand de Berton, los fabricantes del sistema de diagnóstico con el que monitorizamos el coche.

 

Revisión de los 120.000 km. 16-04-2007

Pasamos la revisión de los 120.000 km en Tauro Motor Car, en Cordovilla, Navarra. El encargado nos atendió rápidamente y el trato fue bueno. Les advertimos de que en todas las revisiones anteriores nos han puesto aceite de más; nos dijeron que tendrían cuidado con eso, y que efectivamente no es recomendable llevar el nivel de aceite por encima del máximo.

Cuando les preguntamos si iban a lavar el coche, nos dijeron que lo hacían siempre y cuando «tuvieran tiempo». Les pedimos que sólo lo lavaran si iban a hacerlo a mano o con un lavado automático que no dañara la pintura del coche (de tiras, no de cepillo). Al final, no lo lavaron.

Cuando lo recogimos, el nivel de aceite estaba unos 4 mm por encima del máximo. Subieron el coche a un elevador, le quitaron más aceite del necesario y le tuvieron que añadir otra vez para que quedara en el máximo. Quien movió el coche para realizar la operación tenía las manos sucias de grasa y manchó el volante (ya le habían quitado el protector).

Todo esto hizo que, aunque en principio cumplieron la hora de entrega que nos habían dicho (las 12:00 h), finalmente salimos de allí a las 13:00 h.

Lo peor de la revisión fue que levantaron el coche apoyándolo en dos puntos que no están previstos para ello y doblaron los perfiles de chapa que recorren la parte inferior del coche, en el final de su parte delantera (imagen). Es la segunda vez que nos doblan estos perfiles (la primera vez no estamos seguros de dónde ocurrió). Como ya los hemos desdoblado dos veces (después de la primera vez ya los enderezamos), la chapa ha empezado a resquebrajarse (imagen).

El resto de trabajos de la revisión fue correcto, excepto que no montaron correctamente el amortiguador de la guantera (hay que desmontarla para sustituir el filtro del habitáculo). Comprobaron y corrigieron correctamente las presiones de los neumáticos.

En el informe que normalmente entregan después de la revisión, había algunas casillas que no rellenaron correctamente, como la «comprobación del líquido del embrague». En referencia a las ruedas delanteras, calificaron como incorrecto el estado, la banda de rodadura, el desgaste y la presión, cuando lo único «incorrecto» (entre comillas porque aún está dentro del margen legal) es el desgaste. En el apartado de comentarios del informe de mantenimiento, señalaron la necesidad de cambiar las ruedas delanteras. Esta observación también la hizo quien recepcionó del coche.

Al pagar, la misma persona que hizo la recepción del coche nos explicó cada uno de las operaciones realizadas y los importes. El precio total (161,03 €) fue muy parecido al que figura en la calculadora de mantenimiento de Toyota (163,00 €) y al que nos dijeron que costaría la revisión en el momento de la recepción.

Revisión de los 105.000 km. El Prius funciona igual que cuando estaba nuevo. 21-02-2007

Después de haber recorrido más de cien mil kilómetros, no hemos notado síntomas de envejecimiento o desgaste en el funcionamiento normal del Prius.

Sólo se nota que no es un coche nuevo en cosas como el brillo de algunos mandos o botones (incluido el cuero del volante), en que la tapicería del asiento está menos tensa, en el roce que hay en el enganche de la cortina del maletero o en algunas picaduras en la pintura en la parte delantera. No hemos notado holguras o ruidos que hayan aparecido o aumentado con el paso del tiempo.

Nunca hemos lavado el coche en túneles de rodillos, por lo que la pintura conserva un aspecto semejante al que tenía cuando el coche estaba nuevo. Esto también se debe a que, aunque hemos recorrido más de cien mil kilómetros, el coche sólo tiene diez meses y medio.

Hemos vuelto a medir la aceleración de 80 a 120 km/h. El resultado ha sido idéntico al que medimos a los 15.000 y a los 60.000 km: 8,9 segundos.

En este gráfico se puede ver que, al margen de los picos debidos a las distintas condiciones de circulación y de uso, el consumo se mantiene estable en torno al consumo medio que llevamos (6,4 l/100 km).

Los neumáticos tienen actualmente 39.000 km desde que los pusimos nuevos y 23.000 km desde que los rotamos por última vez. El desgaste sigue siendo uniforme y quedan aproximadamente 4 mm de dibujo, tanto en los delanteros como en los traseros.

Para tener un mayor control del coche contamos con un equipo de diagnosis TDU Telebox H2001 de Berton. Este equipo nos permite comprobar distintos valores en marcha (entre otros muchos, régimen del motor, carga del motor o temperatura de distintos elementos). También sirve para verificar códigos de avería.

Para la séptima revisión, que sólo incluye el cambio de aceite y su filtro y las comprobaciones habituales, elegimos el concesionario oficial Japan Car de Lejona, en Bilbao. Después de varias llamadas (no conseguíamos hablar con los encargados de reservar las citas del taller, porque estaban atendiendo a clientes) nos dieron fecha para la semana siguiente. La hora de entrega del coche eran las 15:15, y nos aseguraron que esa misma tarde nos lo devolverían terminado.

Cuando lo llevamos les hicimos saber que en las demás revisiones siempre nos ponen aceite de más (más información), y les rogamos que comprobaran el nivel antes de entregárnoslo; los encargados tomaron nota amablemente. En el momento de dejarlo en la revisión, el nivel del anticongelante del motor estaba en la marca del mínimo.

Por la tarde nos avisaron de que ya estaba hecha la revisión. De nuevo el aceite superaba la línea del máximo, ante la incredulidad de quien nos atendió.

Cuando se lo mostramos, intentó convencernos de que «esa cantidad por encima del máximo es normal» (en ese momento eran unos tres milímetros, aunque no sabemos cuanto tiempo hacía que el motor estaba parado). Los mecánicos ya se habían marchado.

Al día siguiente extrajimos el aceite que había por encima del máximo (unos 400 cm³). También añadimos 250 cm³ de anticongelante para dejarlo al máximo; no lo debieron comprobar en la revisión, puesto que seguía al mínimo.

En el taller sí que comprobaron las presiones de los neumáticos. El precio total de la revisión fue 79,32 €, algo menos de lo que prevé la calculadora de mantenimiento de Toyota (89 €) incluso cuando en la revisión nos añadieron lavaparabrisas por un importe total de 4,67 €.

En este servicio técnico nos llamó la atención un cartel que informa de la posibilidad de actualizar los mapas del navegador, al precio de 135 € + IVA. Desde el principio nos hemos encontrado carreteras que no figuran en el mapa, así que suponemos que esta actualización mejorará la información que da el navegador. Nos ha extrañado que Toyota no se haya puesto en contacto con los usuarios para informarles de esta actualización (al menos, en nuestro caso no lo ha hecho). Parece una actualización importante, sobre todo en algunas zonas (mapas de cobertura).

Hemos visto que también se pueden comprar estas actualizaciones en la web de Toyota, aquí.

Revisión de los 90.000 km. De Barcelona a Sevilla con un consumo de 4,86 l/100 km. 14-12-2006

Entre las revisiones de los 75.000 y los 90.000 km hemos decorado el Prius con los colores de BP Ultimate, que patrocina la prueba. Con esta decoración hicimos un recorrido entre Barcelona y Sevilla por carreteras secundarias, con una media de 81,0 km/h y un consumo de 4,86 l, lo que permitió hacer ese trayecto sin repostar (reportaje de este viaje).

Al examinar cómo había quedado la decoración de vinilo, nos dimos cuenta de que la chapa en los bajos del coche, cerca de las ruedas delanteras, está doblada. Alguna de las veces que han subido el coche con un elevador lo han hecho mal. Puede haber sido en las tiendas Aurgi donde cambiamos los neumáticos o en cualquiera de los servicios técnicos de Toyota en donde hemos realizado el mantenimiento.

A los 82.400 km, 16.000 km después de poner los neumáticos nuevos, hemos rotado las ruedas según aconseja el manual: las delanteras pasan atrás en su mismo lado, las traseras pasan delante cambiando de lado. Cuando las rotamos, las delanteras tenían un dibujo de 5,5 mm de profundidad y las traseras, de 7,0 mm.

Para la revisión de los 90.000 km, hemos llevado el Prius a Autobafer SL. Además del incidente del lubricante que ocurre siempre (más información), no nos han cambiado las bujías (el cambio se debe hacer en esta revisión).

Cuando llamamos para pedir cita, nos pidieron que enviáramos la documentación del vehículo por fax. No pudimos hacerlo porque el coche estaba de viaje. Cuando llegamos a la revisión, nos dijeron que no nos podían cambiar las bujías porque no tenían el número de bastidor del coche por adelantado. Si nos hubueran pedido el número de bastidor, en vez de «la documentación» se lo habríamos dicho.

En esta revisión nos han vuelto a cambiar el líquido de frenos. Es chocante que Toyota, que limita el coste de mantenimiento en cosas como el lubricante (pone mineral, no sintético, hasta en el motor Diesel de 177 CV), nos haya cambiado el líquido de frenos del Prius tres veces en nueve meses, cuando lo normal es una vez cada dos años. El problema no es tanto el coste del cambio (el líquido que ponen es un DOT5 más bien barato), sino por el desperdicio de tirar algo que aún sirve.

Con el lubricante ocurre algo parecido. La próxima generación del Prius debería tener un sistema de cálculo de intervalo de servicios, como tienen ya otros muchos coches. Con los intervalos fijos de 15.000 km estamos tirando en cada revisión 3,7 l de un lubricante que está en buenas condiciones.

Revisión de los 75.000 km. Comentario sobre la resistencia al viento lateral. 31-10-2006

Para realizar la revisión de los 75.000 km acudimos a la concesión que Toyota tiene en la avenida Tres Cruces de Valencia, Chuyval Seido. S.L. Con tal fin, habíamos concertado telefónicamente una cita mediante la cual solicitamos el servicio Toyota Express. Según afirma Toyota en su página web, este servicio «ofrece la oportunidad de realizar el mantenimiento de su Toyota en menos de una hora».

Nos dieron cita a las 11:00 de la mañana y nos indicaron que debíamos ser puntuales. Llegamos a las 10:45 y el responsable del taller nos atendió rápidamente; tras el papeleo, nos dijo que podíamos acudir una hora más tarde. Cuando metieron el coche en el taller les advertimos que —hasta ahora— en todas las revisiones habían dejado el nivel de aceite muy por encima del máximo.

Acudimos a la hora indicada y nos confirmaron que ya habían terminado la revisión. Al recoger el coche comprobamos el nivel del aceite y, una vez más, superaba el máximo (un centímetro por encima de la marca). Así se lo hicimos saber al responsable, que lo comprobó y nos pidió disculpas.

El Prius tiene un circuito de refrigeración para el sistema eléctrico, separado del que tiene el motor térmico; el manual se refiere al depósito de ese circuito como «depósito de reserva de inversión». Cuando recogimos inicialmente el coche (al comprarlo), ese líquido estaba entre el máximo y el mínimo; cuando acudimos a la revisión de los 75.000 km, el nivel estaba 1 cm por debajo del mínimo. En la revisión no añadieron líquido; tras indicarlo, nos dijeron que el nivel era suficiente pero que lo rellenarían. Preguntamos qué era ese líquido y nos contestaron que «refrigerante del motor».

Rápidamente volvieron a meter nuestro Prius en el taller. Tras esperar casi tres cuartos de hora porque el mecánico encargado de sacar el aceite sobrante estaba probando otro coche fuera de las instalaciones, tardaron cinco minutos en devolvernos el Prius con todo aparentemente correcto. Nos pidieron varias veces disculpas por la tardanza. Al final, salimos del taller dos horas después de haber dejado el coche.

Según la calculadora de mantenimiento de Toyota, el precio de esta revisión es 79 € (cambio de aceite motor, filtro del mismo y revisión de algunos elementos). A nosotros nos han cobrado 68,15 €, 10,85 € menos, y eso que han repuesto el líquido del limpiaparabrisas (según la factura, 1 l con un coste de 2,60 €).

Cuando nos entregaron la factura, no nos explicaron los trabajos y comprobaciones que habían llevado a cabo, algo que sí ha sucedido en otros talleres. El trato fue correcto en todo momento.

Tras abandonar el taller revisamos la presión de la rueda trasera derecha, que habíamos dejado con menos presión que las otras. En este caso sí la habían revisado y corregido.

Tras estos 75.000, tenemos ya la firme convicción del que el Prius es excesivamente sensible al viento lateral.

Juzgar si un coche es sensible al viento lateral es difícil, porque no es posible hacer experimentos repetibles que permitan comparar coches distintos (salvo en las instalaciones apropiadas). En un viaje normal, es imposible cuantificar la fuerza del viento de forma exacta, mediante una manga u otros indicios de que hay viento. El movimiento depende de la fuerza del viento y también la brusquedad con que se aplica esa fuerza (por ejemplo, al adelantar a un camión).

No obstante, después de las experiencias que hemos acumulado en todo este periodo, hemos podido comprobar que efectivamente el viento afecta al Prius más de lo normal. Es algo que sucede con otros coches que tienen un coeficiente aerodinámico Cx muy bajo. En el Prius se da la circunstancia, además, de que la vía trasera es relativamente estrecha y que no es un coche pesado para sus dimensiones.

Si el viento es fuerte y empuja súbitamente al Prius, la reacción es algo más brusca de lo normal. Pese a todo, hasta ahora no nos ha ocurrido que, por uno de estos movimientos, haya tenido que entrar en funcionamiento el control de estabilidad.

Nos cambian las pastillas delanteras cuando aún no estaban gastadas. 09-10-2006

Desde que el coche tenía unos 50.000 km, podíamos oír un ruido al frenar. No era ni fuerte ni constante, muchas veces intentábamos reproducirlo para oírlo mejor y no era posible. No extrañaba que fueran las pastillas, ya que en un coche normal, con una conducción como la que hemos hecho, duran más. Del Prius, en el que no siempre actúan los frenos cuando se pisa el pedal, nos esperábamos mucha mayor duración.

Sin embargo, el manual del coche advierte que: «Los indicadores de desgaste de las pastillas de los frenos de disco emitirán un ruido de advertencia cuando las pastillas de los frenos se desgasten y sea necesario cambiarlas» (un poco más adelante dice «deje de conducir si oye este ruido»).

Eso contrastaba con el hecho de que a las pastillas delanteras les quedaban unos 11 mm de grosor en total, de los que unos 6 eran de material frenante.

Cuando decidimos el cambio de neumáticos, el ruido seguía sin ser constante. Sólo se oía claramente en el momento de parar, si la frenada era más bien fuerte y no siempre. No obstante, había veces que el ruido era muy intenso (y estridente); ante la posibilidad de estar dañando el disco, decimos llevarlo al taller.

Fuimos a Hersamotor (Avenida Valdelaparra 3 de Alcobendas, Madrid). El trato fue correcto. Inicialmente nos dijeron que -si íbamos a primera hora de la mañana- lo probarían y si eran las pastillas las cambiarían en una hora. Cuando llegamos, no lo pudieron probar. Lo dejamos a las ocho y media y nos llamaron a las once, confirmándonos que habían comprobado que el problema era que las pastillas estaban gastadas y que ya las habían cambiado.

Efectivamente, después de que pusieran unas pastillas nuevas el coche dejó de hacer ruido de frenos. Sin embargo, el cambio ha sido prematuro: una pastilla nueva mide 16,5 mm de grosor, de los que 11 son de material frenante; la vida útil del material frenante termina cuando le quedan 2 milímetros, momento en el que empieza a sonar el testigo de desgaste. Es decir, el ruido que oíamos no era producido por los testigos de desgaste, y no deberían haber sustituido las pastillas para corregirlo. Todavía les quedaba más de la tercera parte de su vida útil: de haber seguido haciendo el mismo uso de los frenos que hasta entonces, esas pastillas nos habrían durado hasta aproximadamente los 108.000 km.

El cambio nos costó en total 100,53 €, incluidas las pastillas y 0,7 horas de mano de obra.

Cambio de neumáticos tras 66.000 km. 09-10-2006

Hemos cambiado los cuatro neumáticos después de que el Prius llegara a 66.000 km. Nos parece una duración muy satisfactoria.

Los neumáticos no estaban agotados, quedaba algo de goma hasta llegar a los testigos de desgaste y el dibujo era uniforme en las cuatro ruedas (imagen). Si el desgaste ha sido tan uniforme, se debe a que hemos rotado los neumáticos como indica el manual en cuatro ocasiones.

Es importante hacerlo con esta frecuencia porque, si los neumáticos delanteros se desgastan mucho, ya no se pueden colocar en el eje trasero. Los neumáticos menos gastados tienen que estar en el eje trasero (en cualquier coche); si los delanteros se llegan a desgastar mucho, lo más recomendable es comprar dos nuevos y pasar los traseros hacia delante.

La profundidad del dibujo, antes del cambio, era 2 mm; había al menos medio milímetro antes de llegar a los testigos de desgaste. Es posible que hubieran aguantado casi hasta los 70.000 km, pero pensamos que no tiene sentido hacerlo. El objetivo no es hacer que los neumáticos duren, sino circular con seguridad. Hasta ahora, el Prius solo ha circulado en primavera y verano; ahora aumentan las posibilidades rodar sobre mojado.

Tampoco tiene sentido retrasar el cambio por motivos económicos: habida cuenta de lo que cuestan los neumáticos, el medio milímetro que aún se podía aprovechar valía unos 40 €.

Hemos escogido la misma marca y modelo de neumáticos que tenía el coche de serie (Michelin Pilot Primacy 195/55 R16 87V). No lo hemos hecho porque estemos particularmente satisfechos con estas ruedas, sino para comparar el rendimiento entre las de serie y las de reposición.

Consultamos el precio de los neumáticos en cuatro establecimientos. En FeuVert nos dijeron que «no tenemos esa medida». En Servirueda nos pidieron por cada neumático (con equilibrado, válvula nueva y montaje) 156 € y en Norauto, 153 €. Finalmente los cambiamos en Tiendas Aurgi (Avenida de Valdelaparra 67, en Alcobendas, Madrid) por 125 €, incluidos el equilibrado y las válvulas. Ciertamente, la medida de ruedas que tiene el Prius es inusual y no es fácil encontrarla de un día para otro.

El servicio fue poco satisfactorio, aunque nos caben dudas de que se pueda conseguir algo mejor. Al dejar el coche nos dijeron que estaban trabajando en uno, el siguiente era el nuestro. Nos dijeron que estaría listo «en una hora u hora y media» y tardaron dos horas y media. Los contrapesos de equilibrado son muy gruesos, lo que provoca que los tapacubos no queden perfectamente ajustados a la rueda.

No consultaron la presión de hinchado que hay que poner; pusieron 2,2 kg/cm² en todas, cuando en el Prius las ruedas delanteras van más hinchadas que las traseras (entre 2,4 y 2,6 las delanteras y entre 2,3 y 2,5 las traseras, según la velocidad a la que se circule). El apriete de las tuercas de las ruedas fue excesivo (esto es mejor mirarlo en el momento y en un lugar cómodo, no esperar a que sea necesario). Las tuercas estaban apretadas, como mínimo, a 120 Nm; el manual del coche recomienda 103 Nm.

Cuando fuimos a pagar no nos cobraron lo mismo que nos presupuestaron. Argumentaron que habían cambiado las ofertas justo mientras llegaba nuestro pedido, lo que provocó un ligero incremento de los precios (finalmente 503,96 €, en lugar de 500).

Las ruedas que pusieron eran recientes; tres están fabricadas a mediados de julio de 2006 y una a mediados de agosto de 2006. Las que traía el coche cuando lo compramos (finales de marzo de 2006) estaban fabricadas a finales de octubre de 2005. No hay diferencia aparente entre las ruedas nuevas y las de reposición.

Cuarta revisión. Nos cobran el filtro de aire y no lo cambian. 25-09-2006

Acudimos al concesionario Fergomotor, en la calle Santa Eugenia nº 6 de Madrid. Inicialmente, este servicio técnico nos dejó una impresión muy buena por el trato y la formalidad.

Dejamos el coche el lunes 25 de septiembre a las 10:15, según lo convenido. Nos dijeron que pasáramos a recogerlo el mismo día a las 13:15 y que, en caso de no estar listo a esa hora, nos advertirían ellos mismos (no hacía falta llamar para ver si estaba).

Antes de dejar el coche hicimos las advertencias que hacemos siempre: una, que preferíamos que no lavaran el coche a que lo hicieran en un túnel con rodillos; la otra, que no dejaran el aceite por encima del máximo. Sin decir nosotros nada, nos preguntaron si queríamos que añadieran líquido del limpiaparabrisas en caso de que faltara.

Cuando recogimos el coche (tardaron unos minutos, pero nos lo entregaron recién lavado a mano), el recepcionista nos explicó detalladamente qué es lo que le habían hecho al coche y los conceptos de la factura. Entre las operaciones por las que preguntamos especificamente, además de por el aceite, fue por las presiones de los neumáticos, ya que deliberadamente habíamos dejado una rueda más baja que las otras (trasera derecha). La revisión de la presión de los neumáticos es parte de la revisión y aparecía en el papel que nos dieron como «revisado» y «corregido» en las cuatro ruedas.

En el mismo concesionario pudimos comprobar que, como hasta ahora, el aceite estaba por encima del máximo. En este caso, a diferencia de otras revisiones, nos habían cobrado 4,0 l, no los 3,7 l que entran en el motor y que nos han cobrado en otras ocasiones.

El recepcionista nos preguntó que si queríamos que sacaran parte del aceite. Dijimos que sí y lo hicieron al momento.

Al llegar a la redacción, comprobamos que la rueda que estaba baja de presión seguía más baja que las otras (1,9 bar, en lugar de los 2,4 que debe tener). Nos entró la duda de qué más no habrían comprobado, miramos el filtro de aire y estaba sin cambiar.

Acudimos esa misma tarde al servicio técnico donde verificaron que efectivamente el filtro era el viejo y nos pusieron uno nuevo. Preguntamos por el filtro de polen y nos dijeron, después de comprobarlo, que ese sí lo habían cambiado. La explicación que nos dieron fue que ha cambiado el periodo de sustitución del filtro de aire en el Prius. Quien hizo la factura lo sabía y por eso lo incluyó, pero quien hizo la revisión del coche no lo sabía y no lo cambió.

Si efectivamente fue eso lo que ocurrió no lo podemos saber, pero sí nos consta que los periodos para reemplazar el filtro de aire en el Prius han cambiado en España. La explicación que nos dieron es coherente con ese hecho. Por eso y por la actitud de quien nos dio las explicaciones, la impresión que nos queda es que ha sido un error.

También reconocieron que una de las ruedas estaba baja; es decir, implícitamente, que no lo habían comprobado aunque parte del trabajo por el que han cobrado consistía en hacerlo. Sobre eso no nos dieron ninguna explicación (tampoco se la pedimos).

El importe de la revisión ha sido 146,60 €; según el calculador de mantenimiento de Toyota deberían ser 151 €. Dentro de la factura que nos han cobrado figuran algunas cosas que no están en el calculador de mantenimiento (y que nos debían cobrar, como el liquido para el limpiaparabrisas). En el calculador hay errores: dentro de lo que está presupuestado para la revisión de los 60.000 km aparecen cosas como «reemplazar el aceite de la caja de transferencia» o «reemplazar aceite del diferencial trasero» (el Prius no tiene ninguna de las dos cosas).

50.000 km en un viaje por Europa. Se rompe el parabrisas. Tercera revisión. 25-08-2006

Después de alcanzar 50.000 km (imagen), las conclusiones más claras para nosotros son dos: por una parte, que el coche es funcionalmente igual a cuando era nuevo.

Hasta ahora, no hay ningún aspecto que haya empeorado con los kilómetros, no hemos notado diferencias en prestaciones o en consumo, ni hay ningún elemento que haya dado problemas. Hay un ruido en los frenos y otro en la parte interior de la carrocería; cuando los hayamos observado mejor, trataremos de que los eliminen.

Por otra parte, después de pasar tres revisiones y visitar otros servicios técnicos por otros motivos, no hemos encontrado uno plenamente satisfactorio.

Por lo visto hasta ahora, la diferencia que hay entre el Prius y otros coches no la hay entre la la red de Toyota y la de otros fabricantes.

Hemos pasado la revisión de los 45.000 km en el concesionario Team's Motor de Barcelona. Teníamos cita a las once y, por distintas razones, no nos atendieron hasta las once y veinte.

Como siempre, pedimos que no lavaran el coche con rodillos y la contestación fue «¿hay que lavarlo?». En los carteles del taller, donde aparecen los «Compromisos de Toyota», uno de los puntos es entregar los coches limpios.

El importe de la revisión ha sido 96,53 €, que no coincide con los 91,0 que salen en el calculador de mantenimiento de Toyota a pesar de que no hay ningún cargo extra. En este concesionario, la revisión ha costado 16,41 € más de lo que costó la revisión de los 15.000 km.

Como en las dos ocasiones anteriores, dejaron el nivel de aceite por encima del máximo. Cuando fuimos a buscarlo, miramos el nivel antes de arrancarlo y —mientras sacábamos la varilla— el encargado pasó por detrás y nos dijo «está caliente. No dará el nivel correcto». El nivel estaba unos 7 mm por encima del máximo, sobre lo que el encargado comentó: «no puede estar mal, lo metemos con la máquina». Cuando preguntamos si habían cambiado el filtro, el encargado sugirió que el nivel estaba por encima del máximo porque el motor de gasolina no había arrancado y no había entrado aceite en el filtro (antes había dicho que el motor estaba caliente).

No nos sorprendió que, al día siguiente y después de circular normalmente con el coche, el nivel de aceite siguiera exactamente en el mismo sitio. Volvimos al concesionario para que sacaran lo que sobraba y lo dejaron algo por debajo del máximo.

Ante el riesgo de que se volvieran a pasar del máximo, y dado que el coche no gasta nada de aceite, preferimos que se quedara así.

Después del la revisión de los 45.000 km una china lanzada causó una grieta en el parabrisas, que impedía repararlo. Dado que el cambio del parabrisas requería al menos dos días, el coche hizo de esa manera un viaje por el este de Europa de unos 6.000 km.

Todo el viaje ha transcurrido por autopistas en buen estado, salvo unos 300 km por Eslovenia donde la autopista era muy ondulada, 800 km por carreteras secundarias y unos 300 km por ciudad (principalmente Praga y Budapest).

El coche llevaba a cuatro personas y una cantidad de equipaje tal, que no era posible cerrar la cortinilla que lo cubre. El ritmo de viaje por Alemania ha sido muy alto, prácticamente al límite de las posibilidades del coche (la velocidad máxima según el velocímetro es 182 km/h, a partir de ahí no acelera ni cuesta abajo). El consumo ha sido más o menos el normal; con un depósito, en algunas ocasiones hemos gastado 7,0 l/100 km y otras 5,7, depende de las condiciones. Lo normal era un consumo ligeramente superior a 6,0 l/100 km.

Tras el viaje fuimos a reparar el parabrisas al servicio ténico A.E. Llorente de la calle Bravo Murillo 64, en Madrid. Según lo convenido anteriormente por teléfono, dejamos el coche el jueves 17 de agosto a las ocho de la mañana.

Después de que el perito del seguro hubiera verificado la rotura, nos comunicaron que no nos podían cambiar el parabrisas porque «el encargado de pegarlos no viene hasta mañana».

Quedaron en llamarnos a lo largo del viernes 18, cosa que hicieron a las doce y media para informarnos de que no acudiéramos hasta las dos y media, para dar tiempo a que se secara el pegamento del parabrisas.

A las dos y media fuimos y nos encontramos que el coche tenía dos trozos de cinta adhesiva, chapuceramente colocados sobre el parabrisas y el techo. Nos advierten de que no ha dado tiempo a secarse y que no debemos «ni lavar el coche en un lavadero de rodillos ni cerrar la puerta muy fuerte». Como el aspecto del coche con la cinta, las explicaciones de quien nos atendió inspiraban poca confianza, volvimos para preguntar si podíamos circular con el coche así. En esta segunda ocasión nos advirtieron de que «no saliéramos a carretera».

Después de salir del concesionario, se cayó el espejo retrovisor interior al intentar ajustarlo; estaba mal colocado (además de muy sucio). Metimos el coche en el aparcamiento tan pronto como fue posible y no volvimos a moverlo hasta el día siguiente, por si acaso.

Sacamos el aceite sobrante, rotamos las ruedas y pinchamos. 02-07-2006

Después de la revisión de los 30.000 km nos dejaron el aceite por encima del máximo, pero más aún que después de la revisión de los 15.000 y que cuando recogimos el coche nuevo. El nivel en la varilla estaba 1 cm por encima del límite máximo. Para estar seguros de cuánto aceite tenía el coche, lo vaciamos por el cárter y vaciamos también el filtro.

De este modo, extraímos 4.250 cm³. El manual señala que la cantidad de aceite que debe llevar el motor es 3.700 cm³ y que es perjudicial para el motor y para el sistema híbrido que tenga más de esa cantidad.

Hay que tener en cuenta, además, que el hecho de que el motor y motor del filtro de aceite no esuvieran completamente secos indica que el exceso de aceite es aún mayor. Para dejar el nivel en la marca del máximo de la varilla, hemos tenido que poner poco más de 3.500 cm³, en lugar de los 3.700 cm³ requeridos.

La primera rotación de ruedas la hicimos a los 11.000 km, cuando había 1 mm de diferencia entre las delanteras y las traseras (6 y 7 mm, respectivamente). Con 32.000 km, las delanteras volvían a estar más desgastadas (4,5 mm en el centro y 4,0 en el surco exterior, por 5,0 y 4,6 mm en las traseras). Hemos vuelto a rotarlas como indica el manual (las delanteras pasan atrás en su lado, las traseras pasan adelante cambiando de lado).

Justo después de rotar las ruedas, pinchamos. Algo metálico entró en la rueda, de manera que no dejaba escapar el aire y permitía seguir rodando; gracias a ello, no utilizamos la rueda de repuesto. Desmontamos la rueda pinchada (trasera izquierda) en el aparcamiento de la redacción y la llevamos a reparar.

La persona que la reparó examinó brevemente la pieza metálica que se clavó y dijo con autoridad: «un tornillo de cuarto de vuelta del cubrecárter de un Audi». También dijo con autoridad que la reparación no nos daría ningún problema. Esperemos que, al menos en lo segundo, esté en lo cierto.

Viaje por Alemania, comparación con un Civic Hybrid y revisión de 30.000 km. 23-06-2006

Durante este periodo hemos hecho un viaje por Alemania que hemos aprovechado para circular a la velocidad máxima del coche.

Durante un trayecto largo hemos ido a 181 km/h de marcador (poco más de 170 km/h reales). A esa velocidad hay una limitación que impide seguir acelerando, aunque las condiciones lo permitan.

El consumo en esas condiciones era 7,3 l/100 km. También cruzamos Francia por la noche a una velocidad alta, lo que ha subido el consumo en general y —especialmente— el de autopista.

En este periodo también hemos circulado por España en unas condiciones difíciles para el coche: una carretera de la red secundaria, sin ningún tipo de aviso, se convirtió en un camino de tierra. Hicimos algo más de 20 km en esas condiciones, a no más de 40 km/h.

Hemos tenido ocasión de comparar directamente nuestro Prius con un Honda Civic Hybrid. En general, el Prius nos parece un producto más logrado, aunque hay algunos aspectos en los que el Civic es superior (prueba del Civic Hybrid).

Uno de ellos es que en el Civic es mucho más difícil que en el Prius perder la reserva de batería que interviene cuando el conductor acelera mucho. Al subir puertos de montaña y encarar rampas fuertes en autovía, el Prius era más rápido, hasta que la asistencia de la batería se terminaba.

Hemos observado, además, que la asistencia de la batería en el Prius depende de la temperatura del sistema. La primera vez que subimos una rampa del seis por ciento en la comparación con el Civic, la asistencia que dio la batería fue suficiente para que el Prius fuera claramente más rápido. La segunda vez, el ventilador de la batería del Prius se puso a funcionar como nunca habíamos visto hasta ese momento, y el impulso del sistema eléctrico era mucho menor (costaba más adelantar al Civic).

Hemos llevado a cabo la revisión de los 30.000 km en el servicio Blanco Vehículos de Zaragoza, que ya conocíamos. El trato ha sido correcto, igual que cuando hemos llevado otros vehículos de forma particular.

Entregamos el coche el viernes 16 de junio a las 9:45 de la mañana, según habíamos convenido por teléfono dos semanas antes. Nos dijeron que estaría listo a las 17:30 de ese mismo día y, finalmente, lo estuvo una hora antes.

Según la calculadora de tarifas de mantenimiento de Toyota, el coste de la revisión debería haber sido 122 €. Sin embargo, nos han cobrado 149,27 €.

Parte de la diferencia se debe a que han cambiado el filtro de aire, cuya sustitución no está programada hasta los 60.000 km. No nos importa que lo hayan cambiado, sobre todo después de que el coche circulara por un camino de tierra, pero hubiéramos preferido que nos consultaran antes o que, después, nos dieran alguna explicación.

Tampoco nos han gustado que, con la factura de la revisión, nos han dado una lista de las cosas que había que cambiar o revisar, y absolutamente ninguna estaba marcada. No sabemos si no lo han revisado o si no lo han marcado.

El coche llegó sucio a la revisión, tras un viaje de 1.000 km. En esta ocasión tampoco lo lavaron. Aunque no lo pedimos, preferimos que no lo laven porque nunca ha pasado por túnel de rodillos, ni queremos que pase. Lo lavamos siempre con manguera para ver cuánto aguanta la pintura si se tiene un poco de cuidado con ella.

15.000 km. Primera revisión. 09-05-2006

El 4 de abril de 2006 llamamos a varios concesionarios de distintas provincias para concertar la revisión de los primeros 15.000 km. La fecha en la que podían recibirnos variaba entre un día y dos semanas. Finalmente concertamos cita para el día 9 de abril en Mingorauto, un servicio de Toyota en Segovia.

Esta primera revisión consiste en sustituir el aceite del motor y su filtro e inspeccionar el filtro de aire, las pastillas y discos de los frenos y los neumáticos, luces, escobillas del limpiaparabrisas y líquido del lavaparabrisas.

Además, desde que nos entregaron el Prius tenía el volante ligeramente girado a la izquierda al circular en recta, así que aprovechamos esta primera revisión para pedir que lo corrigieran.

Entregamos el coche sobre las once de la mañana, tal y como estaba previsto. En principio nos iban a devolver el coche ese mismo día pero, en el momento de dejarlo, el encargado nos advirtió de que probablemente estaría al día siguiente.

Nos advirtió de que, si fuera necesario alinear la dirección, no entraría en garantía. No sabía exactamente lo que cuesta alinearla: «veintitantos ó treinta euros».

Al día siguiente sobre las 13:00, sin noticias del taller, llamamos y nos comunicaron que ya estaba. Cuando lo recogimos, el encargado nos dijo que nos lo entregaban sin lavar porque en ese momento no funcionaba la máquina. La factura fue finalmente de 126,52 €.

Si no hubiéramos encargado alinear la dirección, la factura hubiera sido de 80,12 €: algo mayor de lo que prevé la calculadora de tarifas de mantenimiento de Toyota (69 €).

Cuando llevamos el coche a la revisión, el aceite seguía en el mismo nivel que cuando nos lo entregaron nuevo: por encima del máximo (imagen); aparentemente, en estos primeros 15.000 km no ha consumido absolutamente nada de aceite. Después de recogerlo hemos comprobado que el aceite nuevo vuelve a estar por encima del máximo. El manual dice que si se sobrepasa el punto del máximo, el sistema híbrido podría sufrir daños.

Si la dirección estaba ligeramente torcida es porque el coche ha salido mal de fábrica o porque ha recibido algún golpe durante el transporte. El hecho de que un tapacubos estuviera rajado cuando nos entregaron el coche nos inclina a pensar lo segundo. Según el concesionario, habría que haberlo advertido inmediatamente (cosa que fue imposible, ya que salimos de viaje con él en cuanto nos lo entregaron).

La alineación ha costado 46,40 € y, aparentemente, ha quedado bien. Es posible que ahora esté ligeramente girada a la derecha, pero es tan poco que preferimos que se quede así a que lo sigan tocando. Hasta ahora, el coche ni tiraba hacia un lado en recta ni ha desgastado desigualmente los neumáticos.

Hemos comprobado que revisaron las presiones de los neumáticos. También han manchado el montante central izquierdo en su cara interior, probablemente de grasa.

La entrega. 07-04-2006

La entrega del Prius fue en las instalaciones del concesionario Supra Gamboa en la calle Antonia Rodríguez Sacristán de Madrid.

El comercial que nos hizo la entrega, distinto del que nos vendió el coche, conocía bien el funcionamiento básico del Prius y la explicación que nos dio sobre su funcionamiento fue satisfactoria.

No sabía tanto como para explicarnos el funcionamiento de los mandos por voz («hay que hablar en inglés o en alemán»). Tampoco sabía exactamente si al coche había que hacerle rodaje (el manual no dice nada sobre ello), pero nos aconsejó una conducción suave durante unos 2.000 km.

Nos regalaron (sin pedirlo) los triángulos de emergencia y unas alfombrillas, dos para la parte delantera y una para la trasera. No son las específicas del modelo, previstas para que se puedan fijar al suelo, pero es de agradecer en todo caso. Se les olvidó quitar los plásticos que van en los dos montantes delanteros.

Cuando recogimos el coche, tenía 4 km y poca gasolina, pero no estaba encendido el testigo de reserva; la autonomía era suficiente para llegar a una gasolinera lejana. El indicador marcaba que la batería estaba a media carga.

El gancho que sirve para remolcar el coche estaba evidentemente usado (detalle) y el comercial no supo darnos una explicación de por qué.

Aún dentro de las instalaciones de Supra Gamboa pero ya fuera de donde nos entregaron el coche, comprobamos que el elemento de plástico que está bajo la parte derecha del paragolpes trasero estaba suelto (imagen).

Por las manchas en la carrocería (imagen) y la tierra depositada dentro de ese elemento de plástico, da la impresión de que el coche ha podido rodar con ese elemento desprendido. Volvimos a llevar el coche a donde lo habíamos recogido y otra persona (no el comercial) se lo llevó y, media hora después, volvió con ese elemento fijado.

Consultamos a esta misma persona por qué podía haber sido usado el gancho de remolque y, supongo que para tranquilizarnos, aventuró una explicación poco tranquilizadora: «quizá durante el transporte, porque no todo el mundo sabe cómo funciona este coche». El Prius sólo se puede remolcar del gancho si el cambio está en la posición «N», confiamos en que eso sí lo supiera quien lo remolcó. La tapa de la rosca para la argolla de remolcar estaba colocada en su sitio pero no sujeta por su tira de plástico, como debe estar.

Después de repostar por primera vez, comprobamos que la presión de las ruedas y todos los niveles estaban más o menos bien, salvo el de lubricante del motor que estaba unos tres o cuatro milímetros por encima del máximo. El motor no estaba limpio y tenía indicios de que lo había secado (un trozo de papel enganchado). En la tapa de balancines y en un soporte del motor hay rastros de algo que podrían ser manchas de líquido o corrosión y en la tapa del lubricante hay marcas de que se ha mojado con un líquido distinto del lubricante (imagen).

Unas dos horas después perdimos el tapacubos de la rueda trasera derecha, con el coche en marcha. Como era el tapacubos que estaba junto a la pieza de plástico que hubo que fijar, pensamos que podían haberlo quitado y no lo habían fijado adecuadamente. Si el tapacubos no estaba mal colocado, entonces es que era defectuoso, porque la llanta no tiene ningún golpe que pueda haberlo desprendido (imagen).

Después de una semana de uso y poco más de 4.000 km, nos hemos dado cuenta de que el tapacubos de la rueda izquierda (imagen) está rajado. Ni el tapacubos ni la llanta tienen señales (golpes o arañazos), sólo hay una fisura que recorre uno de los radios.

Proceso de compra. 07-04-2006

Nos hemos dirigido a siete concesionarios de cinco provincias (Guadalajara, Madrid, Pontevedra, Vizcaya y Zaragoza). En todos los casos nos hemos mostrado decididos a comprar el coche desde un principio (no nos han tenido que convencer para comprarlo).

Lo queríamos con todo el equipamiento disponible pero, cuando lo compramos, no estaba disponible el sistema de aparcamiento IPA. El coche que queríamos, por tanto, era un Prius 2006 con pintura metalizada, navegador y tapicería de cuero, cuyo precio de tarifa era en el momento de la compra 29.850 €.

El precio que nos han dado estaba entre 29.000 y 30.300 €. La diferencia de precio no se debe sólo al coche, sino también a los gastos de matriculación y entrega; casi todos cobran 350 €, en el concesionario Fertota de Pontevedra cobran 450 €. En casi todos los concesionarios donde lo hemos preguntado, se mostraban dispuestos a bajar el precio hasta dejarlo cerca de la oferta de otro concesionario.

En los distintos concesionarios donde preguntamos nos informaron de que, en ese momento, había disponibles dos unidades con ese equipamiento, una de color verde y otra plateada. Cualquiera de los dos se podía entregar en un plazo de dos semanas; si hubiéramos querido otro color, habría tardado más.

Dado que la diferencia de precio no era determinante, nos decidimos finalmente por comprarlo en el concesionario de Supra Gamboa en la calle General Ricardos de Madrid, por cómo nos han atendido en esta y en otras ocasiones. Elegimos la unidad plateada y hemos pagado 29.179 €.

En general, los comerciales tenían información suficiente del Prius. Es relativamente frecuente que los comerciales digan que el precio del coche es inferior a lo que debería, bien porque «está subvencionado por el Gobierno» o bien porque «Toyota pierde dinero con este coche».