Toyota Prius (2004) | Información general

23/04/2004 |Juan Manuel Pichardo

Recomiendo a cualquier persona que quiera una berlina de unos 25.000 € y circule mucho tiempo en tráfico denso, que pruebe el Toyota Prius antes de tomar una decisión por cualquier otro coche. También recomiendo que lo prueben quienes anteponen a las prestaciones la suavidad, un consumo y unas emisiones reucidas, y una buena relación entre precio y equipamiento.

Es un coche único en el mercado porque funciona con gasolina pero gasta menos que un Diesel. No cabe esperar, no obstante, que por su bajo consumo dé un gran beneficio económico en comparación con un Diesel, a causa de la diferencia de precio entre la gasolina y el gasóleo. El coste por kilómetro del Prius, atribuible al consumo, es semejante al de los Diesel de su tamaño con mejor consumo.

Su bajo consumo es posible por tres causas: primera, porque, cuando el coche está parado, el motor también está parado (salvo algunas excepciones).

Segunda, porque tiene un sistema eléctrico que, en algunas situaciones, puede recuperar parte de la energía que ha costado poner al coche en movimiento.

Tercera, porque ese sistema eléctrico hace que el motor de gasolina funcione cerca de las condiciones más favorables para el rendimiento. En coches normales, muy raramente se alcanzan esas condiciones ideales para el motor.

La razón para preferirlo a cualquier Diesel de prestaciones semejantes y bajo consumo es que, por ciudad y carreteras de tráfico muy denso, funciona con una suavidad y un silencio que no tiene ningún coche del mercado, Diesel o gasolina. En esas condiciones de circulación, es frecuente que su motor de gasolina deje de funcionar y el coche avance con propulsión eléctrica, de manera que no hay ni consumo de combustible, ni ruido del motor, ni contaminación.

Cuando el coche comienza a moverse, lo hace eléctricamente si la aceleración es suave. Si la aceleración que requiere el conductor es fuerte, el motor de gasolina se pone en funcionamiento automática y casi imperceptiblemente. La suavidad y el silencio con que se deslaza el Prius por ciudad y tráfico denso no se encuentra en ningún otro coche, siempre que el conductor no dé acelerones fuertes. Si los da, es igualmente suave, pero su motor ya hace ruido.

Es más fácil de conducir que cualquier coche de cambio manual y que muchos de cambio automático. Al principio puede chocar que esté en disposición de moverse sin que el motor se ponga en marcha, pero sólo sorprende las dos o tres primeras veces.

La palanca de cambio tiene un movimiento completamente secuencial; no hay posiciones fijas para la marcha adelante (D), la marcha atrás (R), la posición neutra (N, que en este coche sólo vale para remolcarlo) y la función de máxima retención (B). Es más sencilla de manejar que el de otras palancas pero, al ser diferente, requiere un pequeño periodo de adaptación. Una vez en marcha, el Prius se conduce igual que cualquier otro coche de cambio automático.

Por carretera, es muy indicado para quienes conduzcan con suavidad y aprecien que el coche responda también con suavidad. Es un coche muy seguro y estable, pero no es cómodo porque la suspensión es más bien dura.

El ruido que hace es difícil de calibrar a oído, como el de cualquier coche que no tenga relaciones directas entre velocidad del coche y régimen del motor térmico (los de cambio por variador continuo). Hay a quien le molesta el ruido que hace al acelerar a fondo porque es constante; no cambia de volumen ni de tono, como sí ocurre en un coche con marchas.

A una velocidad cercana a la máxima, sí hace más ruido que en otros coches a esa misma velocidad. Al fin y al cabo, lo que tiene este coche es un motor de gasolina pequeño y de baja potencia, que a 170 km/h va a tope de régimen y carga. Otros coches con motores más potentes hacen menos ruido a esa velocidad (porque van a menos carga y régimen).

Incluso si se acelera a fondo, su respuesta es suave. Por esta causa también es difícil apreciar cual es verdaderamente su aceleración. Lo cierto es que, hasta unos 140 km/h, su aceleración es semejante a la de un gasolina de unos 125 CV o un turbodiésel de unos 115.

La mayoría de los coches que tienen un tamaño, un precio y un consumo semejantes al Prius son más rápidos (tabla comparativa). Todos ellos lo son si la variable que consideramos es la velocidad máxima, en vez de la aceleración; la velocidad máxima del Prius es 170 km/h.

Ninguno de ellos tiene de serie elementos que sí lleva el Prius, como un sistema de manejo por pantalla táctil de 7” o desbloqueo automático de cerraduras. No todos ellos tienen de serie control de estabilidad, climatizador, seis airbags y un buen equipo de sonido (JBL con cargador de 6 CD y nueve altavoces), elementos que sí son equipo de serie en el Prius.

El espacio para los pasajeros es amplio si van cuatro, porque hay mucho espacio para las piernas pero falta anchura atrás y tampoco sobra altura. El maletero es mediano para el tamaño del coche (tabla comparativa).

Tiene una garantía de ocho años para los elementos del sistema eléctrico de propulsión, y de cinco años para los demás elementos del coche. Toyota estima que la duracción de la batería será la misma que la del coche, no está prevista su sustitución, salvo caso de acidente. En tal caso, el coste sería de unos 1.000 €.

La única precaución especial que hay que tomar con este coche es que, según el manual: «si no se utiliza el vehículo durante un tiempo prolongado (dos o más semanas) la batería del vehículo híbrido y la batería auxiliar se descargarán y su estado se deteriorará». Eso no significa que las baterías se descargan completamente, sino que bajan del nivel de carga óptimo para su conservación. Para que eso no ocurra, el manual indica que, si el vehículo no se mueve en dos semanas, hay que tenerlo en marcha durante treinta minutos, con todos los consumidores eléctricos apagados.

Preguntas y aclaraciones sobre este modelo en el foro de km77.com.