Toyota Land Cruiser KX y KXR (2005) | Pensados para un uso fuera de carretera"

10/09/2005 |Alfonso Herrero

Toyota añade dos versiones a la gama Land Cruiser llamadas KX y KXR, ambas con carrocería de cinco puertas, el motor Diesel 3.0 D-4D de 166 CV y la caja de cambios manual de seis velocidades.

La versión KX cuesta lo mismo que la versión GX (36.295 €), tiene algunos elementos menos de equipamiento (relación de los que le faltan con respecto al GX) y otros diferentes (relación de ellos). Mecánicamente no hay diferencias: la suspensión, el motor y los frenos son iguales.

El KXR es igual que el KX en equipamiento, pero tiene algunos elementos que mejoran su eficacia al circular fuera de carretera (relación de ellos) y cuesta 41.220 €, 4.925 más que el KX.

Otros modelos similares son el Mitsubishi Montero Sahel 5p 2.5 TDI (más información), que es mucho menos potente y cuesta 26.550 € o el Land Rover Discovery 3 PRO TDV6 2.7 S (prueba del Discovery 3 TDV6 2.7), que está más equipado, es más potente y más caro (39.202 €).

Durante la presentación, conduje por pistas en las que predominaba la arena blanda y algunos tramos con muchas piedras; también tuve ocasión de probarlos en una zona de dunas. Las dos versiones eran capaces de pasar por todos los obstáculos sin necesidad de modificar la presión de los neumáticos (que no era la idónea para arena) ni necesitar ayuda externa.

Cuando se circula por pistas muy bacheadas, la principal diferencia entre estas dos versiones es que el KX requería ir más despacio para evitar que, con el cabeceo, los bajos del coche golpeasen contra el suelo. Por el hecho de tener una suspensión más blanda, también es más cómodo en estas condiciones.

El KXR tiene una suspensión más dura y que deja el coche más alto, con la que la carrocería no tiene tanto movimiento de cabeceo y es más difícil tocar con el suelo. Lleva un conjunto de muelles que eleva la carrocería 55 mm delante y 35 mm detrás. Los amortiguadores tienen depósito de aceite independiente y son regulables (imagen). Con esta suspensión, el Land Cruiser no es tan cómodo como el KX.

El motor Diesel de 3,0 l da 166 CV. Es progresivo y tiene fuerza en un margen muy amplio de su capacidad de giro. No es frecuente que un motor Diesel empuje desde un régimen tan bajo como lo hace éste. El 2,7 l que lleva el Land Rover Discovery o el Range Rover Sport es claramente peor en este aspecto, aunque tiene un funcionamiento mucho más suave.

La caja de cambios es de seis relaciones. Aunque se acciona con suavidad es algo imprecisa en algunos cambios. Los recorridos de la palanca son largos. No puede llevar cambio automático.

Tiene tracción total permanente. La reductora se activa mediante una palanca y los diferenciales central (autoblocante de tipo «Torsen») y trasero se pueden bloquear manualmente, el primero mediante la palanca de la caja de transferencia y el segundo con un conmutador que hay en el salpicadero (imagen). El diferencial delantero es libre.

Las dos versiones llevan las mismas llantas de chapa (7,5"x17") y los mismos neumáticos, Pirelli Scorpion AT 245/65R17 105 S. Me han causado buena impresión por la capacidad de tracción que tienen en firmes con poco agarre, como la arena. En los pasos de ruedas se ha añadido una moldura de plástico negro (las definitivas serán diferentes a las de las fotos) para poder homologar el nuevo conjunto de llanta y neumático.

También se ha modificado en los dos la instalación eléctrica con un alternador de mayor capacidad (130 A) y dos baterías en vez de una (imagen), para permitir un consumo eléctrico más elevado. El motor de arranque también es más potente (2,7 kW en vez de 2,2).

Ambas tienen un dispositivo que calienta el líquido refrigerante del motor para conseguir que la calefacción de calor lo más rápidamente posible. Un rotor, bañado en aceite de silicona, va conectado a través de un embrague electromagnético a la correa auxiliar del motor. Mediante un pulsador se acopla el embrague y el aceite comienza a agitarse, calentándose y cediendo ese calor al líquido refrigerante del motor.

La versión KXR lleva una toma de admisión elevada tipo «snorkel» (en el lado derecho) y un cabrestante delantero (marca «Ramsey») empotrado en el paragolpes con capacidad de 4.070 kg y mando a distancia (imagen), estribos de acero inoxidable y protecciones de plancha de acero de 3 mm para el cárter motor, la caja de transferencias y los diferenciales (imagen del trasero). También lleva deflectores de aire en las ventanillas delanteras, protección para los faros delanteros, faros antiniebla y luces de largo alcance auxiliares.

El KXR no sale de fábrica con los elementos que lo diferencian del KX. Éstos los añade Toyota en unas instalaciones que tiene en Santander (lugar donde desembarcan), están homologados y no modifican la garantía del vehículo. Estas dos versiones se venderán únicamente en España.