Toyota Corolla Verso 2.0 D4D (2004) | Seguro y con movimientos de carrocería bien contenidos

17/05/2004 |Enrique Calle

El Toyota Corolla Verso no es el monovolúmen más estable, pero creo que puede ser una alternativa muy recomendable si no se busca la máxima agilidad en carreteras lentas. En este sentido están como referencia el Focus C-Max, el Seat Altea o el Volkswagen Touran (con la opción de suspensión deportiva).

Me ha gustado especialmente su suspensión porque, sin ser dura (aunque sí más que en otros casos), está muy bien ajustada para limitar convenientemente los movimientos de balanceo o cabeceo que tiene la carrocería de muchos otros coches de este tipo.

No estoy seguro de si el Corolla Verso va mejor que un Mégane Scénic desde el punto de vista del agarre lateral o agilidad, lo que es evidente es que el Renault, el Focus C-Max o el Opel Zafira, tienen un balanceo más acusado, unos movimientos verticales más amplios y menos controlados cuando pasa por encima de determinadas irregularidades (como badenes o cambios de rasante) y más rebotes de suspensión. Un Altea va mejor en este sentido.

El Corolla no es un coche que se note ligero, porque tiende a subvirar y no reacciona rápidamente al volante, pero tampoco da la sensación al conductor de ir en un coche alto y voluminoso.

Desde el punto de vista de la seguridad activa, el Corolla está a la altura de los mejores. Tiene control de estabilidad (de serie y no desconectable), que tiene muy poco trabajo en sobreviraje porque es un coche complicado de descolocar. Lo normal es que actúe en subviraje con una eficacia intermedia entre los mejores controles de estabilidad y los peores.