La cámara de ayuda en intersecciones y la de ayuda al aparcamiento son muy útiles por la valiosa información que dan al conductor en determinadas circunstancias.

La primera da una idea bastante precisa de lo que se aproxima perpendicularmente al frontal del coche. Da una visibilidad aproximada de 20 metros a cada lado, y las imágenes se reflejan en la pantalla del navegador. Esta cámara se activa mediante un botón situado debajo de la consola central y siempre que el coche circule a una velocidad muy baja. No tiene ninguna utilidad para aparcar, pero me ha parecido muy valiosa en los cruces estrechos y sin visibilidad o para salir de un garaje.

La que sí sirve para aparcar es la cámara de la parte trasera. Da una imagen de lo que está inmediatamente detrás del coche (incluso objetos que levantan muy poco del suelo y están muy cerca) y de lo que queda a unos 10 metros de distancia, en una perspectiva de gran angular. Lo que no cubre bien son las zonas próximas a las esquinas de los paragolpes.

Esta cámara es un elemento mucho más útil para aparcar que los sensores de aparcamiento sonoros, por varias razones. La primera es que da una idea muy precisa de la distancia que hay entre el coche y los posibles obstáculos. La segunda es que se puede combinar la imagen con dos tipos de ayudas para el aparcamiento: una para aparcar en fila y otro para hacerlo en batería.

Estas ayudas se componen básicamente de unas guías de diversos colores que informan (entre otras cosas) de la anchura de nuestro vehículo, del momento óptimo para realizar los giros en la maniobra, y de la distancia con respecto al obstáculo. Para aparcamientos en línea, también hay una guía (silueta) activa, que el conductor cambia de posición con el volante y que da una idea de dónde quedará el coche aparcado si el conductor comienza a dar marcha atrás desde una posición determinada.

Sacar partido a las guías de aparcamiento requiere adaptación y práctica (preferentemente en lugares sin obstáculos).

El inconveniente es que estas dos cámaras son una opción que cuesta 800 Euros y que va unida necesariamente al navegador que cuesta 2.500 Euros; es muy caro teniendo en cuenta que no funciona de manera muy precisa. Es decir, quien quiera las cámaras debe desembolsar 3.300 € y adquirir la versión «Sol»

La pantalla táctil multifunción del navegador incluye interesantes funciones, como la posibilidad de programar (por tiempo o distancia) la sustitución de —por ejemplo— pastillas de freno, líquidos o el lubricante, por poner sólo unos ejemplos. También incluye un calendario fechado hasta el año 2022 donde se pueden incluir notas a modo de recordatorio.