Toyota Avensis 2.2 D-4D (2003) | Impresiones del interior

03/08/2005 |Alfonso Herrero

El puesto de conducción es bueno en casi todas sus facetas. El asiento sujeta bien la cadera y menos bien la espalda, al menos con la tapicería de cuero que lleva de serie la versión con el motor de 177 CV. Los reglajes son eléctricos, incluido el del apoyo lumbar (de serie).

Delante, aunque hay espacio para personas de poco más de 1,90 m, hay un par de detalles que no lo hacen recomendable (al menos, no tanto como otros) para personas de esa estatura: el primero es que el reposacabezas queda bajo. El segundo es que el volante queda lejos si se coloca el asiento muy retrasado.

La presentación interior es buena. La mitad superior del salpicadero está hecha con plástico sobre una capa no muy gruesa de espuma. La mitad inferior es un plástico duro con el tratamiento superficial que le da un aspecto mate y un tacto como de goma. Este tipo de material es el que está en la parte superior de las puertas que, por debajo, llevan cuero (d.

No he encontrado plásticos mal rematados pero sí algunos desajustes, en concreto el del tapizado del techo en la zona del parabrisas (cabía un dedo) y en los dos marcos de plástico que rodean a las argollas que van en la zona próxima al portón del maletero.

El equipamiento referente a la seguridad es abundante: hay airbags frontales, laterales delanteros, de cortina y de rodillas para el conductor, ABS, control de tracción y estabilidad; no puede tener airbags laterales traseros.

Los faros de xenón que vienen de serie no me han parecido buenos porque hay mucho contraste entre la zona iluminada y la que no lo está. Esto obliga a usar las largas constantemente para ver que hay más allá de la zona fuertemente iluminada (quizás estaban mal regulados).

La unidad que hemos probado ( Avensis Wagon 2.2 D-4D 177 CV «Clean Power» Executive ) tenía la opción del navegador con pantalla en color de 7" y reconocimiento por voz (2.500 €). A diferencia de otros sistemas de navegación que emplea Toyota, la pantalla no es táctil y las funciones del sistema se manejan con un mando colocado junto al freno de mano. El mando se puede extraer (es de infrarrojos) o usar en su alojamiento. Que sea así es cómodo si lo va a usar algún pasajero; para el conductor no lo es pues obliga a alejar la vista de la carretera. En ciertas ocasiones resulta difícil leer la pantalla por los reflejos, a pesar de que se puede modificar su inclinación.

En esta pantalla también se muestran los datos de ordenador de consumo: autonomía, velocidad media, consumo instantáneo y consumo medio. Este último lo pone a cero automáticamente cuando se reposta. No me parece un sistema últi porque no se puede calcular el consumo en un trayecto dado (salvo que repostemos al inicio) y porque no siempre se pone a cero (al menos en repostajes inferiores a 10 l).

El maletero de la versión familiar tiene 520 l de capacidad. Tiene un doble fondo, dividido en varios compartimentos, que se puede abrir en varias secciones en vez de una sola. Está iluminado, completamente tapizado y cubierto por una bandeja enrollable.