Suzuki S-Cross (2014) | Impresiones del interior

22/01/2014 |Fernando Ríos

Según nuestras mediciones (tabla comparativa de mediciones del interior), el espacio disponible en el S-Cross es suficiente para que cuatro adultos y su correspondiente equipaje viajen con comodidad y desahogo. Es amplio por espacio para las piernas, normal por anchura y pequeño por altura . En las versiones con techo de cristal panorámico (de serie con el nivel de equipamiento «GLX-EL» y no disponible en los demás), un conductor de más de metro noventa de estatura irá con la cabeza muy cerca del techo y en las plazas traseras, eso mismo ocurre si se mide más de metro setenta.

El maletero tiene unas formas muy aprovechables y diversas soluciones para mantener la carga sujeta u oculta. Por ejemplo, tiene una tabla divisoria que se puede colocar en dos alturas distintas; si se coloca en su posición más alta, se crea un doble fondo muy útil para dejar cosas que no queremos que estén a la vista y si la dejamos en la posición más baja, permite acomodar cargas más voluminosas. En las paredes laterales tiene dos piezas de plástico desmontables que cuando están fijas forman unos huecos adicionales donde podemos dejar objetos sin que se muevan (imagen). También hay ganchos para colocar redes de sujeción, perchas para colgar bolsas u otros elementos (imagen), una toma de 12 V y un plafón de iluminación en la pared derecha (imagen). El borde de carga queda situado a 70 centímetros del suelo, que no es poco, y bajo el piso del maletero hay un kit de reparación de neumáticos (imagen); no hay posibilidad de optar por una rueda de repuesto, ya sea de emergencia o convencional.

Para abatir los asientos posteriores hay que accionar los tiradores que se encuentran en la parte superior del respaldo. Si la tabla divisoria está colocada en la posición más alta, la superficie del respaldo queda a la misma altura, aunque en ligera pendiente (imagen); si por el contrario se coloca en la posción inferior, queda un escalón de unos 12 cm (imagen). Hay anclajes «Isofix» para sillas infantiles en los dos asientos de los extremos y «TopTether» en la parte posterior de los tres asientos traseros.

El volúmen del maletero es 430 litros, es decir, mayor que el de un Opel Mokka (356 l) o un Peugeot 2008 (338 l), similar al de un Mitsubishi ASX (416 l) o un Nissan Qashqai (439 l) y más pequeño que el de un Dacia Duster (475 l) o un Hyundai ix35 (465 l). Abatiendo los asientos, el volumen de carga aumenta hasta 1269 litros aunque no hay red ni anclajes para evitar que la carga pueda desplazarse hacia las plazas delanteras. El respaldo de los asientos posteriores se puede regular en inclinación a través de los mismos tiradores que sirven para abatirlos.

El acceso al habitáculo a través de las cuatro puertas es cómodo, ya que éstas se abren en un ángulo amplio y además los asientos se sitúan en una posición más alta de lo habitual, evitando tener que agacharse para sentarse en ellos. Salir del habitáculo del S-Cross no es tan cómodo como entrar porque el piso del coche está muy por debajo del marco de la puerta y para sacar los pies fuera hay que salvar ese obstáculo.

La postura de conducción del S-Cross es buena porque las regulaciones del volante y del asiento son amplias y permiten que personas de diversa envergadura se acomoden. Los asientos tienen un mullido blando que los hace cómodos, pero no proporcionan demasiado agarre lateral al conducir por carreteras de curvas. En las versiones con el nivel de equipamiento más alto, «GLX-EL», están tapizados de una piel muy agradable al tacto, pero con una superficie muy deslizante que provoca que el cuerpo se mueva más aún. Tienen un sistema de calefacción regulable en dos intensidades que funciona de manera rápida y eficaz.

El interior del S-Cross tiene un buen número de huecos portaobjetos, aunque ninguno de ellos es de tamaño grande. Por ejemplo, frente a la palanca de cambios hay un hueco en el que poder dejar una cartera, unas llaves o un teléfono móvil. Tras ella hay un par de huecos portabebidas. Bajo el reposabrazos hay un cajón profundo que alberga la toma USB (imagen); no está tapizado, por lo que las cosas que ahí depositemos irán moviéndose al acelerar o frenar. La guantera que hay frente al pasajero no es grande, aunque cabe sin problemas la documentación del coche y un chaleco reflectante (imagen). En la parte inferior de cada una de las cuatro puertas hay huecos que permiten depositar una botella de 1,5 litros (imagen).

Todos los mandos quedan muy a mano y son fáciles de utilizar, salvo los dos botones que sirven para pasar de una función a otra del ordenador de viaje, situados en el propio cuadro de instrumentos y que obligan a apartar la vista de la carretera para utilizarlos. De los 14 pulsadores que hay en el volante, ninguno de ellos sirve para ésta función. La cámara de visión posterior es de serie en los dos niveles de equipamiento más altos —«GLX» y «GLX-EL»—, proporciona una imágen con poca resolución, pero cumple perfectamente su cometido incluso en condiciones de luz adversas o cuando llueve (imagen).

Debido a que la carrocería del S-Cross va más alta que en un turismo, la visibilidad también es algo mejor, exceptuando la visión hacia los tres cuartos traseros.