Subaru XV (2012) | Impresiones del interior

15/10/2012 |Jaime Arruz

El habitáculo del Subaru XV tiene suficiente espacio como para que cuatro adultos viajen con comodidad. El mayor hándicap puede ser que su maletero no es grande.

Frente a otros modelos comparables, el XV tiene unas plazas delanteras amplias y unas traseras con un buen espacio para las piernas pero no mucha anchura y altura (tabla comparativa). Aún así, una persona de 1,80 metros no llegará a rozar con su cabeza en el tapizado del techo.

Como en casi todos los turismos y todoterrenos de su tamaño —unos 4,50 metros—, no hay anchura suficiente para que tres adultos se encuentren cómodos en las plazas traseras. Además, el piso no es plano —hay una resalte grande tras la consola— lo que dificulta colocar los pies si se va sentado en la plaza central. Dos adultos o niños corpulentos sí se encontrarán a gusto detrás tanto por anchura como por altura y espacio para las piernas. En las plazas delantera sucede igual.

El conductor no va tan alto como en los modelos con carrocería de todoterreno. La posición de conducción es más parecida a la de un turismo. Me ha parecido muy cómoda, con todos los mandos a mano y fáciles de accionar. Es posible lograr una posición adecuada sin dificultad gracias a los amplios reglajes del asiento y el volante. El resposapiés no es muy grande pero sí cómodo de utilizar.

Los asientos con tapicería de material textil tienen un relleno de dureza normal y sujetan bien el cuerpo. Me han parecido confortables tanto en trayectos cortos como en viajes largos. A mi compañero Enrique Calle, en la presentación del XV, los asientos con tapicería de cuero, exclusivos de la versión más costosa («Executive Plus»), le parecieron agradables en términos generales aunque son un poco resbaladizo en carreteras de curvas.

El acceso al habitáculo es cómodo porque las puertas tienen un buen ángulo de apertura, los asientos no quedan muy altos y el espacio que queda es suficiente para pasar sin dificultad.

Como en otros modelos de Subaru, los materiales de recubrimiento no son lujosos pero todo el interior transmite la sensación de que está bien hecho. La mayoría de los plásticos son duros, menos agradables al tacto que los blandos, pero transmiten sensación de solidez y de aguantar bien el paso del tiempo.

Los ajustes entre piezas son muy buenos. No hay holguras ni piezas mal encajadas. Al circular por carreteras muy bacheadas, no se oyen ruidos procedentes de los plásticos del habitáculo. Los mandos tienen buen tacto. En este sentido, sobresale el volante y el pomo del cambio.

La instrumentación es sencilla y clara. Opcionalmente puede llevar una pantalla en el salpicadero (imagen) en la que es posible consultar mucha información, desde los datos del ordenador de viaje —consumo medio e instantáneo, kilómetros recorridos, autonomía y velocidad media en dos parciales— hasta la hora y la temperatura (imagen), el estado de algunos sistemas del coche o, algo poco habitual, como la dirección en la que se avanza y el ángulo de giro del volante mediante un gráfico del chasis y las ruedas. Se maneja mediante tres botones que hay tras el volante.

El navegador —de serie en las versiones de equipamiento «Executive» y «Executive Plus»— tiene pantalla táctil. Incluye además el equipo de sonido y la conexión manos libres Bluetooth para teléfonos móviles. El manejo táctil no está tan logrado como en otros fabricantes. En ocasiones no respondia inmediatamente o era necesario apretar con fuerza para que realizara la acción seleccionada. Los gráficos del navegador son buenos, no así algunas indicaciones e instrucciones de voz —son de poca calidad—.

En el interior se pueden echar de menos algunas cosas, como por ejemplo iluminación en los parasoles o una toma de 12V para las plazas traseras —hay una en el interior del reposabrazos delantero, junto a la conexión Aux-In y USB para fuentes de sonido externas (imagen), además de la que se encuentra frente a la palanca de cambios (imagen)—.

Maletero y huecos para objetos

El XV tiene una capacidad de maletero de 380 litros. Se puede llegar a 1270 litros disponibles reclinando los respaldos de los asientos traseros —no queda un fondo de carga plano, pero el escalón entre los respaldos y el piso del maletero queda medianamente cubierto por una pieza del tapizado—. La operación para abatir o subir los respaldos posteriores es sencilla de realizar porque pesan poco.

A la vista, el maletero parece pequeño (imagen). Si se compara con el de otros modelos de carrocería todoterreno y tamaño similar, se comprueba que es de los menos capaces. Así, por ejemplo, un Honda CR-V tiene 209 litros más y un SsangYong Korando 106 litros más. Los más parecidos al XV son el Nissan Qashqai+2 y el Toyota RAV4 (listado comparativo).

El maletero tiene formas regulares —facilita colocar adecuadamente los objetos a transportar—. El borde de carga no queda bajo, lo que puede dificultar el introducir objetos pesados (mediciones del maletero). Hay una cortinilla cubrequipaje extraíble que no tiene ningún tipo de tirador pero, como no tiene mucha superficie, se llega fácil a ella cuando está enrollada y queda cerca de los respaldos posteriores.

Hay cuatro perchas para poder sujetar unas bolsas, dos en cada lateral del maletero. Además, hay cuatro argollas que pueden servir para fijar una red y asegurar la carga. El plafón de iluminación da poca luz. No hay una toma de 12V en la que conectar aparatos eléctricos.

Bajo el piso hay un cajón en el que guardar objetospequeños, como los triángulos de emergencia o unas herramientas. En España, todas las versiones llevan equipo de reparación de pinchazos. El hueco de la rueda de repuesto se ha aprovechado para colocar una pieza de plástico de forma redondeada que incluye el cajón bajo el piso, el gato, unas herramientas y el kit antipinchazos. Para cerrar el portón hay que hacer más fuerza de lo normal.

En el interior hay huecos que permiten dejar los que se suele llevar encima, como un teléfono móvil, unas gafas, unas llaves o una cartera. Los espacios de la zona baja de las puertas no son grandes. La guantera es pequeña, lo que se compensa en parte con el espacio que hay bajo el reposabrazos central. En las plazas posteriores solo hay unos pequeños huecos en las puertas y el respaldo del asiento del pasajero delantero.