SsangYong Actyon (2009) | Impresiones del interior

20/10/2009 |Jaime Arruz

El habitáculo del Actyon es amplio. En las plazas delanteras y en las traseras hay espacio suficiente para personas corpulentas, tanto por altura como por anchura y longitud. En las posteriores, tres adultos de hasta 1,80 m se pueden acomodar con facilidad. En este caso, la caída del techo (silueta similar a un cupé) no resta demasiada altura gracias al escalón del tapizado interior. Eso sí, las personas de más de 1,90 m es posible que lleguen a tocar con la cabeza en el techo.

Debido a la distancia que hay desde el suelo hasta la carrocería, el acceso al habitáculo puede resultar algo complicado para personas de poca estatura o con dificultades de movilidad.

El puesto de conducción es adecuado para personas de casi cualquier talla excepto por la altura: si se coloca la banqueta del asiento en su posición más baja, la cabeza de un adulto de 1,80 m queda a sólo 9 cm del tapizado del techo.

Tanto el volante como la palanca de cambio y los mandos situados a la izquierda y a la derecha de la columna de la dirección quedan a una distancia adecuada (el volante sólo tiene regulación en altura).

Los asientos de cuero que lleva la versión que pude probar brevemente (200Xdi «Limited») son cómodos, tienen un buen mullido y su banqueta se puede regular en altura en dos partes (delantera y trasera). Su único problema, que no dan demasiada sujeción lateral. Estos asiento de cuero, con calefacción, sólo están disponibles en las versiones «Limited» (de serie).

El condutor no tiene reposapiés pero sí mucho espacio para poner la pierna izquierda.

Los plásticos del salpicadero, la consola central y los revestimientos de las puertas dan la sensación de ser resistentes y de aguantar bien el paso del tiempo, aunque no son muy agradables al tacto. Todos son duros y tienen algunos bordes muy marcados, como en las bolsas para objetos ubicadas en las puertas.

Todos los plásticos son de color negro, salvo los de las salidas del sistema de climatización y los de los tiradores y los cierres de las puertas, que van pintados en color gris plata.

La unidad que conduje en la presentación del Actyon modelo 2009 llevaba dos accesorios que se montan en concesionario, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros y un navegador TomTom. En el primer caso, la pantalla que muestra la distancia entre el paragolpes del Actyon y el objeto más cercano no parece de gran calidad (aunque cumple su función a la perfección).

Además, no tiene un lugar fijo de instalación (en la unidad que probé iba colocada a la izquierda del cuadro de instrumentos, junto a la luneta, mientras que en otra que conduje brevemente estaba ubicada entre la columna de la dirección y el plástico transparente del cuadro de instrumentos, entre los dos indicadores principales).

El navegador TomTom va instalado en la consola central, por encima de los mandos del sistema de climatización y junto al equipo de sonido. A diferencia de otros modelos con navegadores de esta marca, como el Renault Clio, en el Actyon este elemento no es fijo sino que se puede extraer (como también pasa en el SEAT Ibiza). Por ello, es altamente recomendable retirarlo cuando se deja el coche aparcado para que no lo roben.

Su situación hace que el conductor tenga que desviar la vista de la carretera para poder consultarlo. Además, al tener una pantalla no demasiado grande, en ocasiones resulta complicado ver determinadas indicaciones (como el nombre de las carreteras o las calles por las que se circula).

En el Actyon se echa en falta un ordenador de viaje que informe de la autonomía o el consumo. Únicamente hay una pantalla en el cuadro de instrumentos, entre los dos indicadores principales, con un cuentakilómetros total y dos parciales.

Todos los mandos tienen un tacto mejorable (están algo por debajo en calidad a los de, por ejemplo, un Nissan Qashqai). Además, algunos de ellos tienen un accionamiento duro. Esto es especialmente evidente en la palanca de cambio de las versiones automáticas. El paso de P (parking) a N (punto muerto) y a D (automático) requiere algo de fuerza.

Todos los elevalunas eléctricos, salvo el del conductor, no son de un solo toque (es necesario mantener pulsado el mando para que el cristal suba o baje completamente).

Los mandos situados en el volante, que permiten manejar el equipo de sonido y subir o bajar de marcha, son sencillos de accionar, aunque están hechos de un plástico algo basto. No ocurre lo mismo con los del programador de velocidad (situado tras el volante, en la parte derecha de la columna de la dirección), el equipo de sonido y el sistema de climatización; parecen de mejores materiales.

El maletero, de 321 l de capacidad, tiene una buena profundidad, aunque tiene poca altura si se utiliza la cortinilla plegable que sirve para ocultar lo que se transporte en él. Lleva una toma de 12V en la parte derecha y varios ganchos para sujetar una red. Bajo el piso del maletero hay tres huecos para dejar objetos, uno más grande en la zona central y dos más a los lados, aunque el del derecho está ocupado por el gato para levantar el coche en caso de pinchar. El Actyon puede llevar rueda de repuesto de emergencia o kit reparapinchazos. En el primer caso, el hueco central bajo el piso del maletero está ocupado por la rueda.