smart forfour 1.3 95 CV (2004 ) | Plazas traseras amplias y funcionales

01/06/2004 |Juan Manuel Pichardo

Para entrar o salir por las puertas hay que salvar una parte sobresaliente que queda más o menos a la altura de la cadera. Por lo demás, no resulta difícil hacerlo dadas las dimensiones y la forma de la puerta, y el escalón que hay que salvar.

El espacio detrás es grande si tenemos en cuenta las dimensiones del coche. La versión que hemos probado tenía el asiento opcional de tres plazas, que cuesta 60 €. Hay mucha altura si medimos desde la banqueta hasta punto que está sobre el centro de la cabeza; tiene el inconveniente de que el techo desciende mucho en los laterales, de manera que queda relativamente cerca de la sien (sobre todo el asidero). Quizá no ocurra así en el asiento trasero de serie, que tiene dos plazas.

El respaldo trasero tiene un ajuste muy amplio de inclinación en cada una de sus partes; se puede viajar muy incorporado (más que en el asiento delantero) y cambiar de postura en un viaje. El reposacabezas trasero está excesivamente lejos para que impida el movimiento hacia atrás de la cabeza, esté donde esté el respaldo.

Opcionalmente, los respaldos delanteros se pueden abatir hacia delante («Lounge Concept», 200 €). A diferencia de otros coches en los que se puede hacer esta operación, en este caso el manual no advierte de que sea peligroso hacerlo si detrás viaja alguien. Si efectivamente no es peligroso, me parece que es recomendable para que quien viaja atrás vea la carretera (algunas personas se marean menos si la ven).

La única luz disponible es una común con el maletero, que queda por detrás de los pasajeros y me parece incómoda para leer. Los únicos espacios para guardar cosas son las bolsas de las puertas y un pequeño hueco al final de la consola, por detrás del freno de mano.

El asiento trasero corre sobre un carril y tiene 15 cm de desplazamiento longitudinal; se puede mover muy fácilmente bien desde las mismas plazas traseras con una barra horizontal, o bien con un mando accesible desde el maletero. Cuesta poco hacerlo porque no hay mucho rozamiento y porque los asientos pesan muy poco; con cualquiera de los dos mandos se puede mover con una sola mano.

El asiento trasero se puede plegar completamente (respaldo y banqueta). Las dos partes del respaldo se pueden abatir en cualquier posición longitudinal del asiento; la banqueta se puede plegar sólo cuando el asiento está en la posición más avanzada. Cuando el asiento está completamente plegado hacia delante, la forma de sujetarl

o en esa posición es con una cinta unida a un gancho de plástico, que se engancha en una de los soportes de los reposacabezas traseros. Quizá haya sido por un uso inadecuado, pero lo cierto es que el gancho de nuestra unidad de pruebas estaba roto y no tenía un aspecto muy sólido.

El suelo del maletero es un plano hasta donde llegan los asientos cuando están en la posición más retrasada. Si se adelantan los asientos hay un declive, y si se pliegan queda una forma muy irregular. El borde de carga del maletero está más bien alto (71 cm) con relación al suelo y forma un escalón de 23 cm con relación al plano del maletero.

Al menos en la unidad que hemos probado (pulse) en el maletero no hay argollas, ganchos ni huecos para dejar objetos pequeños. Pero la carencia que me parece más importante (e incomprensible) es que no tiene bandeja ni ningún otro sistema que esconda lo que hay en el maletero; lo que haya, queda completamente a la vista de quien pase cerca del coche.

Hay una opción llamada «persina para la luna trasera» que cuesta 65 € y que no tenía la unidad que hemos probado. No sé hasta que punto esa persiana puede ocultar lo que hay en el maletero.