SEAT León TDi 110 CV Stella (2000) | Algunos elementos de equipamiento

28/12/1999 |Javier Moltó

Casi todo ha funcionado bien en los primeros 30.000 km del León. Sigue sin consumir aceite, el motor responde perfectamente, con unas prestaciones impecables y bajo consumo. La visibilidad a través de la luneta posterior sigue siendo mala. El cambio va algo más duro que al principio. Los frenos no mejoran. El tacto sigue siendo esponjoso, a pesar de que hemos purgado el circuito en varias ocasiones. Los asientos tampoco y la suspensión menos. Nada ha cambiado con respecto a los primeros 15.000 kilómetros. Nada, excepto un cambio de neumáticos a los 26.400 kilómetros cuando las gomas habían llegado al límite. El desgaste ha sido anormal. La parte interna de las ruedas delanteras estaba ya en las lonas metálicas y la externa todavía tenía dos milímetros de dibujo.

El consumo se mantiene prácticamente como durante toda la prueba. El promedio ha bajado últimamente, pero más por un descenso de los promedios en los recorridos que hemos realizado que por que el coche consuma menos por estar más suelto. En cualquier caso, las cifras a velocidades moderadas siguen siendo excelentes.

El aspecto de la tapicería, del asiento del conductor y el interior del coche en general se mantiene como el primer día. No se aprecian zonas desgastadas por el uso ni desajustes. La radio dejó de funcionar un día en mitad de la carretera cuando el conductor estaba cambiando de canal (se puso en modo SAFE) como si alguien hubiera intentado robarla, pero no fue por eso. Un mal contacto debió provocar la desconexión. Introducir de nuevo el código es suficiente para seguir escuchándola.

Nos vendieron el coche con una antena defectuosa que impedía obtener un buen sonido. En un lavado automático, a los 20.000 kilómetros, la antena salió despedida (en teoría era antirrobo y no se debería poder separar del coche). En la primera revisión, en Valderribas Motor, se olvidaron de mirar por qué no se oía bien la radio (no lo apuntaron en la hoja aunque se lo dijimos. Fue un despiste). Cuando salió disparada la antena lo supimos enseguida. La radio se oía mejor. En la revisión de los 30.000 km, en Mistral Sarrià (en Barcelona), consideraron que una antena defectuosa no entraba en la garantía y nos cobraron la antena nueva (1.954 pesetas, más IVA).

Cambiamos los neumáticos a los 26.400 kilómetros con un desgaste muy irregular. Con los nuevos el coche va mucho peor

Los «Firestone Firehawk 680 fuel saver» que traía el coche de origen han durado 26.400 km. Pero no por culpa de los neumáticos, sino de que pisaban muy mal. Las reacciones del coche en las curvas eran buenas y la caída de los neumáticos no era demasiada, pero la goma de los neumáticos delanteros se ha gastado por el interior hasta desaparecer, mientras que por el exterior no llegaba todavía a los testigos de desgaste.

En realidad, había que haber cambiado las ruedas unos 1.000 km antes, pero nosotros las hemos apurado para dejar más claro el desgaste irregular. El desgaste no ha sido uniforme a lo largo de estos kilómetros; cuando el coche tenía 15.000, la profundidad del dibujo era 3,6 mm en la rueda delantera derecha y 4,2 en la izquierda. En los últimos 10.000 km la parte interior del dibujo en las ruedas delanteras literalmente se ha borrado.

Llamamos por teléfono a Valderribas motor, donde hicimos la revisión a los 15.000 km, para contar que nuestro coche probablemente tenía un defecto de alineación:
— ¿es un TDi —preguntaron en Valderribas Motor—.
— Sí, un 110.
— Pues entonces es normal.
— Hombre, las tendrán que mirar ¿no? El coche tiene poco más de 26.000 km.
— No hace falta, todos los TDi las desgastan muy pronto.

Insistimos en que las mirasen y las miraron. Después de hacerlo reconocieron que efectivamente tenía un defecto en la alineación.
— A los 15.000 km revisamos el coche aquí —informé— y no nos dijeron que la alineación estaba mal.
— Eso puede haber sido después. Con un bordillazo se estropea la alineación.
— No le hemos dado ningún bordillazo y hemos ido siempre por buenas carreteras. Además, tendríamos que haber dado el mismo bordillazo en cada rueda, porque están las dos igual de mal ¿eso es posible?
—Perfectamente. Unas ruedas se van en 5.000 km.

Con la esperanza de que nuestra rueda nuevas no se fueran tan pronto, hemos ido a Neumáticos Nermóvil, una cadena de tiendas distribuida por toda España. Nos informan en Nermóvil que nuestro problema ha sido exceso de convergencia: «el desgate por exceso de convergencia es mucho más rápido que por exceso de caída negativa porque, con mucha convergencia, el coche va arrastrando la rueda cuando va recto».

Hemos puesto unas Michelin Pilot Primacy, con las cuales el León va mucho peor que con las Firestone. Nos hemos quedado todos muy sorprendidos, pero es la pura realidad. El coche ha perdido agarre una vez está ya en apoyo, se nota en las distancias de frenado. Hemos hecho ya 10.000 km con los nuevos neumáticos y no hay mejora. Una diferencia radical.

Por estas nuevas gomas, en Nermóvil nos han cobrado 14.198 pesetas, más 302, por cada válvula. Más 974 pesetas por el equilibrado de cada neumático, más 388 pesetas de montaje por unidad. En total, casi 62.000 pesetas + IVA cambiar los cuatro neumáticos (de medida 195/65 R15).

En este taller (en la calle Granada 53 de Madrid), el encargado se mostró muy atento, aunque nos hicieron esperar mucho tiempo para el cambio de las cuatro ruedas. Este hombre nos dijo también que era muy habitual este desgaste irregular de los neumáticos en los Toledo turbodiésel de 110 CV. No estaría de más que otros conductores contaran su experiencia en el foro, porque nosotros no tenemos ninguna noticia de eso.

Tras la sustitución de neumáticos hemos vuelto a revisar las cotas del eje delantero, para ver si conseguimos un desgaste menor con este segundo juego de neumáticos. Sin embargo, conseguir una buena alineación parece una misión imposible. De momento, no hemos encontrado a nadie que diga cómo estaba el coche y cómo lo han dejado. En los sitios mejores te dan un papel (que no dicen si es de antes o después de hacer el paralelo) en el que por ningún lado reflejan cuáles son las cifras que recomienda el fabricante ni explican porque te han dejado esas cotas y no otras. Y eso nos pasa a nosotros que sabemos de qué va esto.

Desde luego que se echa de menos talleres que den un servicio profesional. Que cuenten el antes y el después y las especificaciones que da el fabricante. Por realizar el paralelo en Nermóvil nos cobraron 4.741 pesetas más IVA. La próxima vez que lo hagamos, sea dónde sea, pediremos que nos muestren las especificaciones que recomienda el fabricante (es muy probable que en muchos talleres no las tengan, porque las actualizaciones de datos son caras) y que nos digan cómo estaba el coche antes y cómo queda después.

En total, con el IVA incluido, la sustitución de las cuatro ruedas y la alineación del eje delantero nos costó 75.840 pesetas.

La revisión en Mistral Sarrià (Barcelona) es cara y el servicio, deficiente

Reservamos en Mistral Sarrià, de Barcelona, con una semana de antelación por teléfono. Estábamos acostumbrados a Valderribas Motor en Madrid (donde tampoco nos dieron buena información sobre las cotas del eje delantero, todo sea dicho de paso) que cuando entregamos el coche nos dijeron el precio de la revisión, lo que le iban a hacer al coche y lo que nos iba a costar. En Mistral Sarrià no nos han dicho nada de eso y cuando hemos preguntado el precio tampoco nos lo han precisado.

Han cobrado cosas como media hora de mano de obra por desmontar la plancha insonorizante situada sobre el motor (se tarda medio minuto en sacarla). La inspección entera ha sido dos horas de mano de obra (además de esa media) por el servicio de inspección propiamente dicho. La mano de obra en Mistral Sarrià la cobran a 5.500 pesetas la hora y en Valderribas Motor a 4.410.

La revisión nos ha costado 34.363 pesetas IVA incluido y la de 15.000 km nos costó 12.115 pesetas IVA incluido; en Valderribas la misma revisión habría costado 30.000 pesetas, IVA incluido. Tiene sentido que sea más cara, porque se revisan más cosas y se cambia también más, pero no tanto. La única diferencia en elementos sustituidos es que ahora han añadido un litro de líquido del limpiaparabrisas (491 pesetas), han cambiado el filtro de polvo y polen (5.441 pesetas), el filtro del aire (2.156 pesetas) y la antena (1.954 pesetas).

A pesar de ser algo más caros, las instalaciones no tienen mejor aspecto y el trato es mucho peor. Ni informan con claridad, ni atienden con amabilidad. Al devolvernos el coche ni siquiera nos han dado el sobrante del aceite que han puesto en el coche (y lo cobran un 25 por ciento más caro que en Valderribas). El coche después de la revisión sigue yendo muy bien. El motor especialmente.