SEAT Ibiza 5p y SC (2008) | Impresiones del interior

21/11/2011 |Redacción km77.com

La carrocería del SEAT Ibiza modelo es claramente más grande que la del modelo anterior, sin embargo es más pequeño por dentro. Sólo aumenta el tamaño del maletero.

La cota que más disminuye es la anchura, que en las plazas traseras está entre las menores de los coches de su categoría (mediciones interiores). Sorprende más que el espacio longitudinal para las plazas traseras también se reduzca, cuando el nuevo modelo es más largo por fuera (10 cm).

En las plazas traseras la altura no es grande, pero el mayor problema es que los reposacabezas quedan muy bajos —podrían ir un poco más altos porque sus guías son suficientemente largas, pero sólo tienen un punto de enclavamiento que los deja en una posición baja para muchas personas—. Como en casi todos los coches de este tamaño, la anchura trasera es escasa, siendo demasiado estrecho para que tres adultos viajen cómodamente.

La versión de tres puertas tiene un espacio interior similar (mediciones interiores). En esta versión, el acceso a las plazas traseras hay que hacerlo por el asiento del acompañante, porque es el único que tiene un sistema previsto para abatir el respaldo, y a la vez, adelantar la banqueta. De esa manera, queda un hueco suficientemente amplio para pasar detrás sin dificultad. Este asiento tiene memoria, es decir, vuelve a su posición original sin necesidad de recolocarlo.

Lo mejor del interior del Ibiza está en las plazas delanteras. Es una de las mejores alternativas para quien de valor a un buen puesto de conducción. La excepción es que los cinturones de seguridad no tienen regulación en altura, por lo que no quedarán bien a los ocupantes delanteros más menudos.

Los asientos nos han parecido muy cómodos y con buena sujeción en todas las versiones. Los asientos delanteros de las versiones «Sport» son mejores, ya que cuentan con un mayor sujeción. El volante tiene un aro grueso y cómodo, sin posibilidad de mandos incorporados en ningún caso —estos mandos van en un satélite situado en la columna de dirección—. En las versiones «Sport» y «Stylance» el aro va recubierto con cuero y se agradece frente al plástico del «Reference».

Con relación al modelo precedente, el asiento tiene una posición más baja, en torno a 15 mm. Lo pueden agradecer aquellos que prefieren conducir en esa posición. El volante se regula ampliamente en profundidad y altura. La posición relativa de volante, pedales y caja de cambios está muy conseguida, al menos para personas desde 1,70 m de altura o superiores. Además, el apoyo para el pie izquierdo es muy bueno.

Si se opta por montar el apoyabrazos central opcional, conviene que tener en cuenta algunos aspectos. Si se lleva bajado, queda demasiado alto para cambiar con facilidad, mientras que si se lleva elevado —forma un ángulo de 90º con la horizontal— resulta molesto a la hora de cambiar para conductores que lleven el asiento más bien retrasado.

La calidad de acabado es claramente mejor que en el modelo anterior. No obstante, el salto de calidad aparente es mucho menor que el que hubo entre el Peugeot 206 y el Peugeot 207 o entre el Renault Clio de 2009 y el precedente. En general, el acabado del Ibiza es correcto y no tiene defectos importantes, salvo algún filo cortante en las partes bajas del salpicadero y algún cableado que queda muy expuesto.

Algo que no nos ha gustado, en el caso del Ibiza SC, es que la agarradera interior para cerrar la puerta queda muy adelantada, y como la puerta es tan larga hay que hacer mucha fuerza para que la puerta quede bien cerrada.

Tampoco nos ha gustado el funcionamiento del climatizador cuando la temperatura exterior es muy baja: la posición mínima de temperatura es de 18º, la siguiente es «Low». Se da la circunstancia que en muchas ocasiones programando 18º, el aire sale demasiado caliente y en «Low», como es normal, sale helado. Sí nos ha gustado su capacidad para enfriar el habitáculo cuando la temperatura exterior es muy alta.

Otro aspecto mejorable es la iluminación interior: en las plazas traseras no hay un grupo de luces y las delanteras resultan poco intensas como para iluminar las plazas traseras.

Hay varios huecos para dejar cosas pequeñas: bolsas en las puertas, un pequeño compartimento a la altura de la rodilla izquierda del conductor, un pequeño compartimento bajo el climatizador y dos posavasos —uno de ellos va ocupado por un cenicero extraíble—. También lleva un portamapas junto a la puerta, a la altura del pie derecho del acompañante. Opcionalmente, puede tener unos cajones bajo los asientos delanteros.

La guantera es muy pequeña: apenas cabe la documentación y no está iluminada. No hay posibilidad de llevar cómodamente una botella de 1,5 litros, ni en las puertas ni en la consola central. La conexión USB, que bien podría estar ubicada en un sitio más accesible (imagen), es compatible con iPod —hay un lugar previsto para encajarlo—.

El Ibiza puede llevar una preinstalación para un navegador TomTom —compuesta de soporte, antena y toma de corriente—. El navegador queda muy alejado del conductor y del acompañante para programarlo en marcha, ya que para llegar a él hay que separar completamente la espalda del asiento. No obstante, esto no es preocupante ya que, según la legislación vigente, no está permitido manejarlo en marcha.

Para seleccionar una dirección de forma cómoda, habrá que desacoplar el navegador de su alojamiento y luego volver a instalarlo en su fijación, lo que se hace con gran facilidad. Para seguir las instrucciones, su ubicación sí nos parece buena porque está cerca del campo de visión del conductor y no hay que separar la vista de la carretera. El funcionamiento de este navegador es correcto y sencillo.

Maletero

Prácticamente toda la ganancia de tamaño exterior del Ibiza se traduce en el incremento de volumen del maletero. Con respecto al modelo anterior, el maletero gana 25 l de capacidad. Tiene un volumen de 292 l en la versión de cinco puertas y 284 l en la de tres puertas. Además de ser relativamente grande, tiene unas formas que favorecen su aprovechamiento.

Está iluminado y tiene un alojamiento previsto para la caja del juego de luces de reserva y otro para los dos triángulos de emergencia. Además, lleva ganchos para colgar objetos y anillas para fijar una red sujetaequipajes. En el interior del maletero, va alojada una rueda de repuesto de tamaño grande —lo que no necesariamente significa que sea una rueda idéntica a la del resto del coche—.

Para ampliar el volumen del maletero, los respaldos de los asientos posteriores se pliegan en un proceso que consta de dos fases. En primer lugar hay que hacer bascular la banqueta para dejarla vertical, por delante del asiento. En el segundo paso, hay que desbloquear la fijación del respaldo con un tirador situado en una posición incómoda —sobre el respaldo y tirar hacia arriba con fuerza— y plegar el asiento. El respaldo queda completamente horizontal si se coloca el reposacabezas en la posición más baja. En esta posición, se forma un escalón en el piso del maletero tan alto como grueso es el respaldo.