Saab 9-3 (2007) | Impresiones del interior

01/04/2008 |Enrique Calle

El Saab 9-3 es un coche que tiene una calidad de acabado por encima de la media. Tiene un aspecto de calidad no muy lejano al de un Audi A4, un BMW Serie 3 o un Lexus IS. Eso sí, se nota que lleva mucho tiempo en el mercado (aunque Saab lo ha actualizado a finales de 2007, el 9-3 es de 2000) en que su diseño quizá no sea tan fresco como otros coches más modernos.

La sensación que da de calidad viene reforzada porque todas las piezas están bien ajustadas y resultan sólidas. Todo el salpicadero está hecho con plástico y espuma, un material que muchas marcas reservan sólo para las partes más visibles. También es de este material el recubrimiento interior de las puertas, incluso en su parte más baja, que normalmente en otros coches es de plástico duro y poco tratado.

En el 9-3 con equipamiento «Vector» y «Aero» tiene de serie unos asientos que Saab denomina deportivos. No hemos probado los asientos de la versión más económica.

Para mi gusto y por el confort que ofrecen, los asientos delanteros son de lo mejor que se puede encontrar en un coche de su precio. Sí que es cierto que quien prefiera unos asientos duros y que den mucha sujeción al cuerpo, preferirá los deportivos que tiene opcionalmente un BMW Serie 3.

A algunos conductores puede que el asiento del conductor pueda ir colocado más abajo de lo que puede ir en este Saab. Sin embargo, a varios miembros nos parece que la altura que va, sin llegar a ir alto, resulta cómoda para entrar y salir del coche.

Los apoyacabezas de las plazas delanteras y de las exteriores traseras son de los que necesariamente hay que llevar a la altura correcta para que no molesten. Sólo se regulan en altura, pero no hace falta más porque ya quedan perfectamente colocados a la altura correcta y la distancia adecuada: unos reposacabezas cuanto más cerca queden, más seguros son. Saab utiliza reposacabezas del tipo activo («SAHR»; Saab Active Head Restraint), que disminuyen el latigazo cervical en caso de alcance.

Lo que no nos ha gustado del nivel de equipamiento «Aero» es que el volante no tiene un aro completamente redondo y tiene molduras de plástico duro que impiden que la mano se adapte perfectamente.

El Saab 9-3 de 2008 tiene algunos cambios respecto al modelo anterior. El cambio estético es que la mayor parte del interior es una tonalidad más oscura. También hay ciertos cambios prácticos: el navegador es diferente (ahora tiene una pantalla táctil, muy fácil de manejar) y el ordenador de viaje se maneja desde el volante, en lugar de desde un botón en el salpicadero.

Nuestra unidad de pruebas tenía ciertos errores en la configuración del idioma: aunque se seleccione Español en el menú de configuración, hay ciertas indicaciones que siguen apareciendo en inglés (como la velocidad media o la autonomía restante).

El 9-3 sigue teniendo elementos de equipamiento diferenciadores de Saab, como el «Night Panel» (que resulta útil) o el contacto de puesta en marcha entre los dos asientos delanteros. A diferencia de otros Saab, en el 9-3 no es necesario engranar la marcha atrás para poder sacar la llave.

El limitado espacio en las plazas traseras y el volumen de maletero (algo escaso para una berlina de esta longitud) es el aspecto del interior menos favorable del 9-3. De cara a los pasajeros, la única diferencia entre el 9-3 con la carrocería familiar («Sport Hatch») y la de cuatro puertas («Sport Sedán») es que la primera ofrece 5 cm más de altura en las plazas traseras, a causa de la forma del techo.

Las diferencias de volumen de maletero entre ambas versiones (6 l a favor del «Sport Sedan») también son insignificantes; este volumen es pequeño en ambos casos. Ahora bien, los 419 l del «Sport Hatch» son más aprovechables.

El familiar es más cómodo de cargar porque tiene portón en lugar de tapa de maletero y porque el borde de carga (altura mínima que hay que levantar un objeto del suelo para introducirlo en el maletero) está cerca del suelo a sólo 58 cm. En el 9-3 Sport Hach la longitud máxima del maletero es 107 cm, la anchura máxima 132 cm y la mínima (limitada por los pasos de rueda) es 100 cm.

El 9-3 familiar lleva cuatro argollas metálicas distribuidas en cada una de las esquinas y una cortina retráctil para cubrir el maletero. Además de las dos posiciones normales, completamente extendida o recogida, puede ir colocada en otra posición intermedia en la que se eleva varios centímetros por una guía que hay en los pilares del portón. Este movimiento se realiza automáticamente, con sólo girar el extremo de la cortinilla. Es una solución muy cómoda porque, al elevarse por la guía siguiendo el ángulo del montante trasero, también retrocede varios centímetros y permite alcanzar ciertos objetos del maletero sin necesidad de enrollar toda la cortinilla.