Es un motor de aluminio (Serie K de Rover) derivado del 1,8 litros atmosférico que también puede llevar el Rover 75.

El turbocompresor es un Garrett de nuevo tipo (más información). Con él, Rover no ha buscado una potencia máxima alta, sino más bien un rendimiento bueno cuando el motor no está funcionando a plena carga. Para ello, ha mantenido la relación de compresión en un valor relativamente alto (9,2 a 1) y utiliza una presión de sobrealimentación moderada. La potencia máxima aumenta un 25 por ciento con relación a la versión atmosférica (de 120 a 150 CV).

Como otros motores de gasolina turboalimentados, éste tiene el par máximo constante: 215 Nm entre 21.00 y 4.000 rpm; el motor Audi de 1,8 litros y 163 CV da 225 Nm entre 1.950 y 4.700 rpm. Otras marcas prefieren un par máximo más alto aunque no sea constante, como Renault para el motor del Laguna o Saab para el 9-3.

Es un motor relativamente ligero (100 kg de peso); con él, el Rover 75 pasa de los 1.390 kg que pesa el 1.8 atmosférico a solo 1.415. El peso del 1.8 T es 55 kg menor del que tenía el 2 litros V6. El motor de «tipo K» tiene un tipo de construcción donde hay unos largos pernos que unen la culata y las dos partes del bloque. La cilindrada exacta es 1.795 cm³ y es de carrera larga (80 x 89.3).