Peugeot 307 3p 2.0 HDi 90 (2001) | Una gran sensación de amplitud

03/07/2001 |Juan Manuel Pichardo

Hay tres factores que contribuyen a que el 307 dé una gran sensación de espacio en los asientos delanteros: el ancho interior, la altura interior y lo lejos que está la base del parabrisas. Las dos primeras cualidades tienen un efecto práctico valioso: por una lado, hasta las personas más altas pueden encontrar la posición adecuada. Por otro, el pasajero no molesta al manejar el cambio, incluso si su asiento está muy adelantado. Que el parabrisas esté lejos no es realmente bueno o malo, pero algunas personas aprecian la sensación que da.

En las plazas traseras también hay una gran altura libre, una anchura normal y un espacio para las piernas algo justo. El maletero tiene una forma regular y un volumen normal entre los coches de tres puertas con su tamaño (tabla comparativa)

En esta carrocería, la puerta del 307 pesa mucho y su eje de giro no es perfectamente perpendicular. Más allá de la primera posición (34° de apertura), cuesta sujetarla y puede golpear contra lo que haya al lado, antes de llegar a la segunda posición (58°).

El paso hacia las plazas traseras es bueno. Los asientos se desplazan hacia delante (banqueta y respaldo) sin tener que hacer un esfuerzo grande. Es más fácil que en un BMW Compact, pero no tanto como en un A3 o un Golf.

El puesto de conducción es satisfactorio. El asiento no es blando y recoge bien el cuerpo, tanto las piernas como la espalda. Las posibilidades de ajuste permiten dar con la posición más conveniente. El mando para el ajuste de altura parece bueno, pero el de inclinación del respaldo es duro y poco accesible.

La visibilidad es buena, atendiendo a la amplitud del campo visible. Los limpiaparabrisas, que barren en sentido inverso uno de otro, dejan un área amplia cuando llueve. El principal inconveniente para la visibilidad es que, como en otros muchos coches que tienen el parabrisas muy inclinado, el montante es largo y grueso, lo que puede estorbar en curvas cerradas a izquierda.

El aire acondicionado que tiene de serie enfría mucho, si es preciso. Ahora bien, para que lo haga se deben usar las salidas de aire del salpicadero. Es difícil no recibir la corriente de aire de alguna de ellas, si van dos personas delante. Cuando no es preciso el aire acondicionado, también hay que llevar conectado el ventilador porque, si no, no entra aire.