Opel Meriva (2010) | Impresiones del interior

20/12/2010 |Redacción km77.com

Puertas traseras

Actualmente sólo el Rolls Royce Phantom tiene un sistema de puertas y apertura similar al del Opel Meriva. Las traseras se pueden abrir aunque las delanteras estén cerradas (imagen), a diferencia de las que lleva por ejemplo el Mazda RX-8 o las dos laterales derechas de un MINI Clubman.

Dado que puede ser más peligroso que estas puertas se abran durante la marcha que unas de apertura convencional, llevan un sistema que las bloquea automáticamente al sobrepasar los 4 km/h de velocidad. A velocidades inferiores, una luz LED verde se enciende junto a la palanca de la puerta en el interior del vehículo para indicar que se puede abrir.

Las bisagras de las cuatro puertas aplican una pequeña resistencia en cuatro puntos intermedios. De esa manera es posible abrir las puertas parcialmente, sin que se desplacen más de lo deseable. También sirve para frenarlas al abrirlas en una pendiente.

Las puertas traseras del Meriva tienen la ventaja de que se abren mucho (las cuatro 84º). Sin embargo, esto no evita que en determinadas circunstancias sea más complicado salir y entrar del vehículo que en un coche de puertas tradicionales. Cuando se aparca en batería muy cerca de una pared o de otro coche y, aunque se abran por completo las puertas, los ocupantes de la plaza delantera y trasera del mismo lado no podrán entrar o salir a la vez del coche ya que no hay espacio suficiente (vídeo).

Cuando la puerta trasera no puede abrirse completamente, el acceso al interior es claramente más dificultoso que con una puerta convencional. Se debe a que el hueco de acceso queda muy lejano al asiento (casi tan lejos como en un coche de tres puertas) y es necesario subir al asiento posterior de la misma forma que en un coche de tres puertas: primero los pies, para subir todo el cuerpo al coche antes de sentarse. En un coche con puertas posteriores normales, basta con subir un pie y dejar reposar los glúteos sobre el asiento antes de subir el otro pie. Este no es el caso del Meriva. Conscientes de esta dificultad, en Opel han instalado un agarrador sólido en el montante central, para ayudarse a subir y bajar del coche (imagen) cuando las puertas no pueden abrirse en toda su amplitud.

 

Teóricamente, que las puertas traseras se abran en sentido opuesto a las delanteras deja más espacio para, por ejemplo, colocar a un niño en su sillita. No hemos podido llevar a cabo esta acción pero sí montar la silla y no hemos apreciado ninguna ventaja con respecto a un coche con carrocería de cuatro o cinco puertas. Las puertas son altas, pero no más las de otros monovolúmenes. Unas puertas así resultan especialmente cómodas para trabajar en el interior desde fuera y también para personas mayores, que no tienen que agacharse para acceder al coche.

Otro inconveniente del sentido de apertura de las puertas es que no se cierran con facilidad desde el interior cuando están completamente abiertas. En las puertas que se abren de forma convencional, en ocasiones el tirador queda demasiado lejos y cuesta llegar a él. Ése no es el problema del Meriva. Su problema es que para alcanzar el tirador, el brazo del pasajero sentado atrás va en paralelo a la puerta, en una posición desde la cual no es fácil hacer fuerza para tirar de ella.

Plazas traseras

Cada una de las tres plazas traseras se puede abatir y desplazar de forma individual. También es posible ajustar la inclinación de cada respaldo.

Lo que lo distingue de muchos monovolúmenes de tamaño parecido es que se puede llevar una configuración de cinco, cuatro, tres o dos plazas sin necesidad de sacar ningún asiento del habitáculo (vídeo).

El asiento central se puede plegar (de hecho, los respaldos de las plazas laterales no se pueden abatir si el de esta plaza no lo está). Al hacerlo, existe la posibilidad añadida de dejar los dos asientos laterales donde estaban o alejarlos 50 milímetros de las puertas (esta operación también es posible en un Skoda Roomster o en un Ford C-MAX). Sólo hay que desplazar los asientos a través de unas guías; requiere cierto esfuerzo moverlos con los brazos por ello es más fácil sentarse sobre ellos y ayudarse con el impulso del cuerpo.

Una cosa que está muy bien hecha en el Opel es que cuando se prescinde de plaza central no ocupa sitio; en un C-MAX esta plaza ocupa parte del maletero.

En configuración para cuatro ocupantes hay dos ventajas muy interesantes. Una, que las plazas traseras pueden alejarse más de los asientos delanteros que con la configuración de cinco plazas por lo que el espacio que queda para las piernas es grande, aunque no tanto como en el Meriva anterior. Segunda, que los pasajeros quedan lejos de las puertas lo que debe ser más seguro en caso de accidente que ir pegado a ellas. Con los asientos en esta posición no es posible abatir por completo (es decir hasta formar una superficie plana) los respaldos de las plazas laterales.

El Meriva resulta estrecho para llevar a tres adultos en los asientos posteriores. Además de la falta de anchura, la plaza central es más estrecha que las otras dos y tiene un mullido más duro (aunque no tanto como el de otros coches). El ocupante de esta plaza tiene que llevar necesariamente las piernas abiertas porque en el suelo se encuentran los raíles sobre los que va apoyada la consola central.

Llama la atención que ni en las plazas traseras ni en las delanteras haya un asidero justo encima del vano de las puertas. En su lugar hay ganchos y un portagafas.

Plazas delanteras

La posición de conducción es la habitual en este tipo de vehículos. El conductor va sentado alto y con las rodillas muy flexionadas. Para algunos conductores, el reposapiés situado a la izquierda del embrague queda demasiado cerca del asiento.

Puede llevar dos tipos de asientos, ambos cómodos. Las versiones más costosas pueden llevar opcionalmente (457 €) unos con más regulaciones, mayor sujeción lateral y la posibilidad de alargar la banqueta. Son similares a los que llevan en opción el Opel Astra y el Insignia.

La consola central del salpicadero también es similar a la que llevan estos modelos de Opel. El número de mandos y botones, de tamaño reducido (imagen) hace difícil encontrar el que se desea de un vistazo rápido. Tampoco tiene una utilización intuitiva.

El nuevo Meriva no tiene palanca de freno de mano. Opel ha colocado en su lugar un carril de aluminio (imagen) sobre el que se puede desplazar un cajón que también hace las veces de apoyabrazos (imagen) y una bandeja para depositar objetos pequeños y envases de bebida. Es un cajón con bandejas en tres niveles diferentes, que aparentemente debe resultar útil, por la cantidad de posibilidades de modularidad que ofrece. Salvo la bandeja que corresponde al piso del coche, todo el conjunto se desplaza hacia adelante y hacia atrás, se abaten bandejitas y utensilios para sujetar latas, existen compartimentos... Es un cajón elaborado que aparentemente ofrece soluciones prácticas. Pero si se encuentra en su posición más adelantada molesta un poco cuando se va a abrochar el cinturón, por ejemplo.

Aparte de este cajón, el interior está bien surtido de huecos para depositar objetos de todo tipo. La guantera es pequeña, no está iluminada ni tiene cerradura. En contrapartida, debajo de cada asiento delantero hay un cajón con buen espacio, especialmente en el del copiloto (imagen).

Maletero

Con las cinco plazas en posición de servicio, el maletero tiene un volumen de 400 litros, 40 más que el modelo anterior (ficha comparativa).

Comparado con monovolúmenes de similares características, aunque algo más pequeños, el Meriva está entre un KIA Venga y un Citroën C3 Picasso o un Renault Grand Modus (ficha comparativa). Modelos como el Citroën Xsara Picasso (550 l) o el Škoda Roomster (480 l) tienen un tamaño similar pero mayor volumen de maletero.

Si se pliegan los respaldos traseros (algo que no es posible hacer si las plazas traseras laterales se han acercado hacia el centro), el fondo del maletero queda casi plano. Entre los asientos y el maletero hay unas planchas plegables para salvar el hueco que queda. Para transportar objetos de gran longitud también es posible plegar el respaldo del asiento delantero derecho.

La bandeja que cubre la parte inferior del maletero, para que la superficie quede enrasada cuando se abate el respaldo de los asientos, puede situarse en un nivel inferior o extraerse para ganar todavía más espacio (imagen). La bandeja que cubre el equipaje puede colocarse en unas guías por detrás del respaldo de los asientos.

En los laterales hay varios compartimentos donde se pueden guardar herramientas, linternas u objetos de mediano tamaño que se quieran llevar siempre en el vehículo.