El motor del Corsa DTI tiene una cilindrada de 1.686 cm³, inferior en 100 cm³ a la del Ford Fiesta (el modelo de este tamaño con un motor más parecido), 200 menos que el Renault Clio (de 80 CV) y diferencias superiores con el Seat Ibiza o el Peugeot 206, cuya potencia se eleva a 90 CV. Ni el Corsa, ni el Clio ni el Fiesta disponen de potencias mayores para esta carrocería: 75 CV en los Corsa y Fiesta y 80 en el Clio. En cambio Peugeot y Seat sí tienen coches de este tamaño más potentes, a unos precios superiores.

Como se puede ver en la página de mediciones, las diferencias entre Fiesta, Corsa y Clio son pequeñas. El mejor para adelantar es el Clio. En aceleración sin cambiar de marcha (recuperación) el mejor en quinta es el Corsa, lo que viene a decir que el motor más cómodo de conducir, el que responde mejor a bajas vueltas, es el del Opel.

El ruido y las vibraciones son más altos que los de otros motores de este tipo; esa es la causa por la que desentona el motor, más que por rendimiento. De los motores modernos con inyección directa, este del Corsa —junto con el del Nissan Almera— es el que se parece más a los antiguos de inyección indirecta, por ruido y vibraciones.

Lo mejor de este motor es que consume muy poco. En carretera de montaña, probando el coche, no a tope pero sí rápido (en varias ocasiones a tope, llevando el motor hasta el límite para ver su respuesta), el consumo medio durante 206 kilómetros fue 6,7 litros cada 100 km, con cambios de marcha constantes, subidas y bajadas y fuertes acelerones. Por autovía, a un ritmo constante en torno a 120 km/h durante 287 km, siempre con una sola persona en el interior y sin equipaje, el consumo ha sido 5,3 litros/100 km.