Opel Astra 5p (2007) | Impresiones del interior

08/05/2007 |Alfonso Herrero

El puesto de conducción nos parece muy apropiado para un coche como éste, que debe resultar satisfactorio para personas con exigencias muy distintas.

El asiento del conductor es muy bueno, porque resulta suficientemente duro, es amplio y lleva unos resaltes en los laterales de la banqueta y del respaldo que sujetan bien el cuerpo. Creo que es un error que sólo algunos coches de tipo «deportivo» tengan un buen asiento y, en el caso de este Astra, se agradece que sea un asiento hecho para conducir o estar mucho tiempo en el coche.

El reposacabezas no tiene ajuste de inclinación, lo que me parece un fallo. Es un reposacabezas de tipo activo; creo que no hay ninguno de este tipo que pueda tener ajuste de inclinación. Una faceta muy positiva de este reposacabezas es que resulta muy cómodo ajustar la altura. Tiene un gran botón lateral que no está muy duro y corre bien por las guías, no como en otros casos en los que hay que forcejear mientras se aprieta un seguro poco accesible.

Como en casi todos los coches de esta generación, el asiento está más bien alto, incluso en su posición más baja. El volante tiene un gran margen de ajuste longitudinal y vertical, con lo que es sencillo encontrarse a gusto y alcanzar todos los mandos (más información sobre los mandos).

Esa posición relativamente alta del asiento la agradecen algunos conductores porque da un poco más de visibilidad en algunas circunstancias. En tres cuartos traseros, el montante y los reposacabezas traseros pueden limitar mucho la visión del conductor. El retrovisor izquierdo tiene doble curvatura, el derecho no.

La sensación de espacio atrás es grande porque el techo y los asientos traseros están más alejados que en otros coches de este tamaño. Aunque la altura en las plazas traseras es normal, el techo se abomba por el centro, por lo que da una mayor sensación de espacio.

En espacio para las piernas también está por encima de la media, aunque lejos de los mejores (que son el Honda Civic y el Fiat Stilo). Los pasajeros de las plazas traseras pueden meter los pies por debajo de los asientos delanteros hasta cierto punto, porque hay algo por debajo que impide meterlos del todo. Aún así, esto contribuye a que puedan ir con las piernas poco encogidas.

Como suele ser normal en Opel, la anchura interior es más bien escasa. Delante no causa problemas, detrás lo hace muy inadecuado para llevar a tres pasajeros. Además, el asiento central trasero es tan incómodo como suele ser normal en coches modernos de este tipo, pensados para que dos pasajeros vayan más cómodos.

Otra característica de Opel es que hace las puertas con una forma que facilita mucho el acceso, porque el vértice superior trasero está muy retrasado. Eso sí, al abrir la puerta hay que apartarse un poco para esquivar ese borde. También por la forma de la puerta y de los cristales, la ventanilla trasera baja casi del todo.

Una buena (e inusual) cualidad de estos asientos traseros del Astra es que tienen unos reposacabezas apropiados para personas altas; normalmente se quedan demasiado abajo para sujetar bien la cabeza. Resulta extraño que esta versión no tenga un reposabrazos central trasero. En cambio, los reposabrazos laterales son amplios.

El maletero es menos fácil de cargar que el de otros coches de este tipo porque el borde de carga está más bien alto, y también porque la boca del maletero está a unos 20 cm del borde del paragolpes trasero. La forma que tiene no plantea problemas para aprovechar el espacio, que es el normal en un coche de este tamaño.

El maletero está normalmente equipado. Tiene una cinta de goma que puede valer para sujetar objetos pequeños o enganchar bolsas. También hay un espacio muy bueno para meter la caja de los triángulos, siempre que no sea excesivamente gruesa.

Al menos en la versión que hemos probado (Enjoy), no hay huecos con tapa para dejar objetos pequeños, ni argollas para un pulpo. Debajo del suelo del maletero hay una rueda de repuesto de emergencia, con espacio para meter la rueda normal; por 50 € Opel coloca una rueda de repuesto de tamaño normal (comentarios sobre otros huecos donde guardar objetos).

La impresión de calidad que da el Astra es muy buena; no podemos decir nada sobre la fiabilidad (ni en este ni en ningún caso), pero el aspecto interior del coche es claramente superior al de la media. No nos parece que un Volkswagen Golf tenga mejor aspecto que este Astra.

Los materiales de recubrimiento interior son los habituales en coches más o menos cuidados. La parte superior del salpicadero es una lámina de plástico sobre espuma, que le da un tacto blando. La textura es el característico granulado de Opel, que se emplea también en otras piezas con peor calidad de plástico. Por ejemplo, la consola y la guantera tienen esa misma textura, pero con un plástico duro y tratado superficialmente para darle buen tacto. También tienen esa misma textura otros plásticos más bastos, como los que hay en las bolsas rígidas de las puertas o en la base de los asientos.

Parte de la consola y los botones centrales están hechos con un plástico gris claro brillante que, si se pretende que parezca aluminio, no lo consigue.

Hay varias piezas que suelen ser toscas en coches de este precio (y más caros), pero en el Astra están muy bien hechas. Por ejemplo, tienen un tacto muy sólido los plásticos de la base de los asientos. Una pieza generalmente mal hecha es la que recubre la columna de dirección detrás del volante; en este caso tiene un ajuste muy bueno y tacto también muy sólido. El soporte de la bandeja trasera (otra pieza generalmente basta y endeble) también está bien hecho y la propia bandeja (tapizada por las dos caras) es más gruesa de lo normal.

Hay varios detalles buenos, como amortiguadores de silicona en los asideros, un mando eléctrico para cerrar los retrovisores, el cierre de dos tapas interiores del maletero y dos luces en cada espejo de cortesía. Otro pequeño detalle característico de Opel, que me parece muy útil , es un instrumento para quitar los tapones de las válvulas de las ruedas sin mancharse los dedos. Está dentro de la tapa del depósito y, además, lleva un tapón de repuesto (no entiendo por qué no lo ponen otras marcas).

Hemos echado de menos más huecos, en las plazas delanteras, donde guardar todo lo que se suele llevar encima (llaves, cartera o teléfono) u otros objetos (mando del garaje o un soporte para un botellín de agua).