Opel Agila (2000) | Corto y estrecho pero alto; las ventajas e inconvenientes de estas proporciones

26/04/2000 |Juan Manuel Pichardo

El Agila mide 3,5 metros justos; otros coches con un tamaño parecido (entre 3,4 y 3,6) son Renault Twingo, Hyundai Atos, Daewoo Matiz, Seat Arosa o Mercedes Clase A (de menor a mayor). Tiene una anchura normal para un coche pequeño: 1,62 m. Lo distingue su altura, mayor de lo normal; por silueta y proporciones, podría decirse que es un «monovolumen» .

Esta carrocería hace que los ocupantes puedan sentarse más incorporados y con las piernas menos flexionadas que en coches de longitud equivalente; de esta manera, ocupan menos espacio en sentido longitudinal. El espacio disponible favorece al maletero más que a los ocupantes de las plazas traseras; con 250 l, el maletero es tan grande como el de coches mayores. El Agila es recomendable para quienes aprecien una gran altura libre y mucha superficie acristalada.

El asiento trasero no está en un plano superior al delantero, algo que ocurre en otros coches en los que la altura interior lo permite. Si lo estuviera, los ocupantes de las plazas traseras irían más elevados y podrían ver la carretera de frente (algo que a veces evita el mareo).

El respaldo trasero está dividido por la mitad y cada una de las partes se puede abatir independientemente. Para hacerlo, primero hay que adelantar los asientos delanteros, si están del todo retrasados; y después quitar los reposacabezas, que no tienen un lugar previsto para colocarlos. Como en otros coches de este tipo, hay distintos huecos para guardar cosas pequeñas, entre ellos un cajón bajo cada asiento delantero.