Nissan Almera Tino 1.8 (2000) | Un interior amplio y con muchas posibilidades

17/08/2000 |Víctor M. Fernández

Los tres pasajeros traseros disponen de asientos individuales, con reposacabezas y cinturones de seguridad de tres puntos, y la posición de los pies no está condicionada porque el suelo es totalmente plano.

Ofrece la posibilidad de distribuir los tres asientos traseros hasta en 24 combinaciones diferentes (muchas de ellas son la misma, bien a un lado o bien al otro del coche). Los tres asientos posteriores se pueden plegar, tienen respaldo reclinable y son extraíbles. Además, los laterales están montados sobre guías y se desplazan longitudinalmente (10 cm). El asiento central es algo más estrecho que los laterales pero esto no afecta especialmente al confort. Al plegarlo, encontramos una mesita rígida con huecos para colocar vasos o latas. Sobre el respaldo de los asientos delanteros hay también unas mesitas plegables que aguantan objetos de poco peso.

El mecanismo para extraer los asientos traseros o cambiarlos de posición es sencillo, pero hacerlo no es fácil porque los laterales pesan 15 kg cada uno y el central (que integra el cinturón de seguridad) nada menos que 20,7 kg. Una alternativa interesante para quien no necesite las cinco plazas es quitar el del centro y desplazar los laterales hacia dentro.

El maletero tiene 440 litros de capacidad, sólo el Xsara Picasso (550 litros) y el Opel Zafira (490 litros) tienen más volumen. Ofrece múltiples enganches que resultan prácticos y, bajo el piso, se encuentra una rueda de repuesto de emergencia (aunque con espacio para una normal) y un cajón para guardar múltiples objetos: triángulos de seguridad, herramientas o gato.

Bajo los asientos delanteros hay unas prácticas y amplias guanteras y en el suelo de las plazas traseras encontramos otras dos guanteras con una cesta extraíble para que los niños puedan llevar sus juguetes. Justo debajo de los asientos traseros hay también otras dos guanteras que sólo se ven si se abaten los asientos.

El salpicadero del Tino sólo comparte con el Almera algunos mandos. Su presentación es buena y el ajuste de los elementos es correcto, pero los plásticos utilizados en puertas y salpicadero son muy duros.

La posibilidad de regular en altura el volante y el asiento del conductor facilita encontrar una buena postura. Aunque el volante está ligeramente más inclinado que en un turismo normal, el Tino permite conducir con buena visibilidad y acceso fácil a todos los mandos.

Los múltiples huecos y guanteras aportan una gran funcionalidad al interior: sólo es criticable la escasa profundidad del doble reposavasos delantero y la ausencia de una guantera específica para guardar CD's. Salvo una red en la puerta, desde el puesto de conducción ninguno de los muchos huecos que tiene está al alcance de la mano sin despegar la espalda del asiento.