Mitsubishi Grandis 2.0 Di-D (2009) | Balancea poco, es cómodo y tiene un motor ruidoso que consume poco

25/10/2005 |Alfonso Herrero

El motor de nuestra unidad de pruebas era ruidoso, vibraba y tenía un funcionamiento áspero. Mi compañero Juan Manuel dice que las dos unidades que condujo durante la presentación internacional del Grandis no hacían tanto ruido.

Lo mejor del motor son las prestaciones y el consumo reducido que logra, siendo muy difícil superar 10 l/100 km de media realizando una conducción normal (que no lenta). Por autovía, a velocidades legales en nuestro país, el consumo es inferior a 7,5 l/100 km. En el mismo recorrido, pero a una medía que permite recorrer casi 300 km en dos horas, sin apenas tráfico, el consumo fue de 8,3 l/100 km. Por ciudad el consumo es algo más elevado.

El sonido procedente del motor es más fuerte que en algunos de los Volkswagen que también lo llevan. De hecho, hemos tenido la oportunidad de comparar el ruido que hacía con el capó abierto frente a un Passat 2.0 TDI (el mismo motor, con 4 CV más) y el claqueteo (sonido característico de un motor Diesel) era más fuerte en el Mitsubishi. Además, el que llega al interior del coche también es mayor, por lo que debe estar menos aislado.

El motor es la fuente principal de ruido y vibraciones en toda circunstancia: en circulación por ciudad, en carreteras donde es frecuente acelerar y en las que se puede mantener una velocidad constante por encima de unos 100 km/h. El ruido aerodinámico no se siente tanto y el de rodadura es casi imperceptible.

Con 136 CV, resulta suficiente para mover los 1.710 kg que pesa este monovolumen. Con cuatro personas y algo de equipaje, se puede viajar a velocidades legales en España con una reserva de potencia suficiente para realizar un adelantamiento o ganar velocidad al llegar a una cuesta.

Los desarrollos son en teoría muy cortos, porque la velocidad máxima (195 km/h) se obtiene por encima del régimen de potencia máxima, pero me parece que son adecuados para este coche. Al ser relativamente cortos, mejoran ligeramente la capacidad de recuperación. Como gasta poco, que sean así de cortos no es problema por el consumo, pero con unos más largos el ruido disminuiría.

Dentro de un margen de velocidad más o menos normal, el motor no gira muy rápido: a 140 km/h en sexta, va a unas 3.000 rpm (el desarrollo teórico es 44,9 km/h cada 1.000 rpm; el de un Volkswagen Touran con este motor era 48,3).

El Grandis es un monovolumen cómodo. La suspensión es algo blanda pero, para tratarse de un vehículo de sus características, contiene con eficacia los movimientos de la carrocería. En condiciones normales, estos movimientos no son muy amplios, lo que permite afrontar con confianza curvas rápidas de autovía y carretera. No es de esos coches que se descolocan al pisar un bache en pleno apoyo; aunque la carrocería se mueve, las ruedas siguen la trayectoria marcada por el volante.

El control de estabilidad, disponible sólo a partir del equipamiento «Intense», no es desconectable. Que no se pueda desconectar no me parece un error, puesto que no es muy intrusivo y se puede ir rápido sin que esté entrando en funcionamiento constantemente.

En algunas ocasiones, cuando el coche está muy apoyado en una curva rápida y se pisa alguna irregularidad que mueve de forma enérgica la carrocería verticalmente (no llega a producirse un deslizamiento) actúa el control de estabilidad; lo hace de forma casi imperceptible (se nota porque se enciende el testigo). El control de tracción sí que se puede desactivar con un interruptor que hay en el salpicadero.

Los frenos son de disco en las cuatro ruedas y el pedal tiene un tacto muy bueno. La distancia que ha necesitado para detenerse en nuestras mediciones ha sido normal. En un uso continuado más exigente del normal pero con un solo ocupante, tienen buena resistencia a la fatiga.

Salvo la versión «Inform», todas las demás llevan la misma medida de neumáticos 215/5R17 94V; en el caso del que hemos probado, unos Yokohama Aspec. La rueda de repuesto es de distinto tamaño (de emergencia) y está colocada en el exterior.

La iluminación que proporcionan los faros no me ha parecido muy buena. No he probado los de xenón que tienen las dos versiones más equipadas, pero si iluminan de forma óptima me parece un factor determinante para elegir una versión u otra. Los pilotos son de gran tamaño y utilizan diodos para las luces de freno. También se emplean estos diodos luminosos en los intermitentes que hay en los retrovisores.