MINI Cabrio (2009) | Impresiones del interior

15/01/2010 |Enrique Calle

Respecto a la versión con techo cerrado, la mayor limitación práctica del MINI Cabrio es que tiene unas plazas traseras mucho menos espaciosas. Pueden tener más utilidad para depositar equipaje (correctamente sujeto con los cinturones) que para transportar pasajeros, aunque sean niños poco crecidos.

Otra limitación práctica del MINI Cabrio es que la visibilidad que tiene el conductor en tres cuartos traseros es muy mala, lo que dificulta ciertas maniobras comunes en ciudad. Tampoco ayuda el hecho que cuando se rueda por carreteras mojadas o polvorientas, la luneta trasera tiende a ensuciarse mucho (más que en los vehículos con la luneta trasera distante de la parte final del vehículo).

El ajuste del techo parece bueno, pues incluso rodando a alta velocidad, no hay silbidos molestos provocados de su contacto con el aire. No siempre el techo aísla convenientemente, o al menos tanto como los descapotables con techo duro plegable. Por ejemplo, cuando se rueda a cierta velocidad en un túnel (que es una de las circunstancias más favorables para apreciar el aislamiento del techo de un descapotable) al interior del MINI Cabrio llega una cantidad importante de ruido.

He conducido descapotado muy brevemente, por lo que no he podido apreciar el funcionamiento del climatizador en estas circunstancias, ni de la protección aerodinámica que brinda el parabrisas.

Como en todos los descapotables, me parece imprescindible adquirir el deflector aerodinámico; cuando no se utiliza, se puede guardar plegado en el maletero.

Otra opción interesante para conducir sin techo durante los días fríos, son los asientos con calefacción. Tienen un funcionamiento bueno porque son capaces de calentar los asientos de forma rápida e intensa.